Lautaro Carmona y la vigencia del PC en sus 111 años de existencia

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El secretario general de la colectividad señaló que “un dato muy reciente de su vigencia es que el Partido Comunista se elevó como la primera fuerza política y electoral en la elección de consejeros constitucionales dentro del arco de partidos políticos democráticos, progresistas y de izquierda”. También destacó la gestión de comunistas en el Gobierno, en municipios y el mundo social y sindical. Planteó puntos deficitarios en asumir cambios en el mundo del trabajo y la organización de la economía, y en desarrollar una asertiva política de comunicaciones. 

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 2/6/2023. ¿Cómo encuentran al Partido Comunista estos 111 años de existencia?

Es un aniversario que encuentra a las y los comunistas cumpliendo tarea en distintas dimensiones, tanto institucional como social. En lo institucional, el PC tiene presencia, representación, opinión, propuesta, identidad, a nivel del Gobierno del cual es parte, con figuras destacadas como dos ministras y subsecretarios, con un aporte significativo en lo profesional y en lo político; tenemos presencia en el Senado -después de muchos años- con dos senadores, quienes demuestran que hacía falta esa mirada y son una gran contribución defendiendo los intereses de los sectores que representamos, particularmente a la clase trabajadora y el mundo popular; tenemos una bancada parlamentaria de diputadas y diputados que se ubica entre las bancadas significativas del mundo progresista y de izquierda; tenemos un grupo de consejeros regionales, de concejales en todo el país, un núcleo destacado de alcaldías, y tendremos una destacada presencia en el Consejo Constitucional con dos grandes cuadros. También está la presencia de las y los comunistas en el campo sindical, social, de los pobladores, en el mundo de los derechos humanos, de la juventud y los estudiantes. En todas partes dando cuenta de un partido y unas Juventudes Comunistas que tiene vigencia, que se expresa en todo el territorio nacional, y que lleva adelante un aporte para articular una política de alianzas que sea capaz de sostener banderas comunes con un sentido transformador.

Usted habla de vigencia del PC, pero suelen haber cuestionamientos de que es un partido anquilosado, antiguo, que se quedó pegado en el pasado, ¿cómo sostener ese argumento de la vigencia?

Un dato muy reciente de su vigencia es que el Partido Comunista se elevó como la primera fuerza política y electoral en la elección de consejeros constitucionales dentro del arco de partidos políticos democráticos, progresistas y de izquierda. Es la primera fuerza del oficialismo. Eso fue por el respaldo del voto popular, y se logró reivindicando abiertamente la condición de Partido Comunista. Con su sello, se llamó a votar comunista, y el triunfo de nuestras candidaturas y el voto que tuvimos, fue reivindicándonos como comunistas.

Otra cosa. La referencia importante de una gestión que, tomando en cuenta las demandas e intereses del mundo popular, ha sido capaz de instalar un municipio de nuevo tipo. Es el caso de Daniel Jadue en Recoleta, y podemos destacar a Irací Hassler en el caso de Santiago, a Javiera Reyes en Lo Espejo, la larga experiencia en Canela y en otras comunas. Hay ahí una contribución, reconocida socialmente, de la gestión de las y los comunistas. Lo mismo pasa con las y los consejeros regionales, con las y los concejales, de militancia comunista. Y si uno mira esas representaciones, hay gente de varias generaciones, gente joven, hay una tremenda presencia de liderazgos femeninos, de gente del mundo sindical y de los trabajadores. 

Tenemos las propuestas y los logros de nuestras diputadas y diputados, de nuestras autoridades en el Gobierno, y de iniciativas actualizadas que hace el Partido Comunista.

Por cierto, en nada de eso nos hemos desentendido de la historia del partido, de su trayectoria, de sus liderazgos históricos, y vemos que hay una autoridad por sus luchas desarrolladas durante todos los tiempos. Su vigencia está dada por su raigambre en distintos sectores de la sociedad chilena, con puntos de reconocimiento al trabajo y liderazgos que potencian a esos sectores. 

Se sigue viendo, hablando y reconociendo una estética comunista, una presencia en el mundo de la cultura, de las artes.

De inicio, el Partido Comunista sigue teniendo destacados intelectuales, académicos y artistas, entre otros Raúl Zurita, que acaba de recibir un importante premio literario en España. Contamos con mucha gente en la cultura, en el arte, en la academia. Nos gustaría potenciar mucho más las expresiones de las distintas manifestaciones del arte y la cultura, a veces encontramos limitaciones para eso. Hemos tenido siempre grandes figuras nacionales de la música, de la literatura, del teatro, de la plástica y del impulso de la cultura a través de organizaciones, de colectivos. El PC siempre ha impulsado el ilimitado desarrollo de la creación, en la confianza de la consciencia de esos artistas y de su contribución a abrir espacios y esperanzas para el pueblo de Chile.

¿Dónde ubicaría lo deficitario, los errores, lo que falta en el PC, en estos 111 años?

Hay dos o tres cosas que marcan toda la historia del Partido Comunista, desde su creación por parte de avezados dirigentes sindicales, empezando por Luis Emilio Recabarren y Teresa Flores. Una de esas cosas, es establecer que siempre será posible exigir más para instalar la incidencia que los comunistas tengan en el seno de la clase obrera, de los trabajadores. Otra cosa, es que todo el trabajo y el aporte es dentro del pueblo, desde dentro del mundo popular y de los trabajadores, no desde fuera, externamente. Ahora, en esas cosas, hay un saldo por resolver en cuanto al tremendo salto que ha tenido la organización de la actividad económica neoliberal, capitalista, la forma que adopta la organización del mundo del trabajo. Son varios los factores a analizar y asumir, porque se crean condiciones nuevas, como lo digital, la movilidad, los nuevos criterios. Eso hace más complejo el mundo colectivo, de comunidad, de los trabajadores, y el partido debe seguir todo eso con atención, sobre todo en lo sindical, y ahí hay que entregar mucho más, podemos ser más contribuyentes. Más si queremos ser representación intelectual y política de una clase social.

Otra cosa es que siempre habrá que estar poniéndose al día en una política comunicacional que se mida por la eficacia del mensaje, de propuestas, de ideas, que lleguen al pueblo. Eso es otro desafío. Así como el mundo sindical tiene que tomar nota de los cambios estructurales y del funcionamiento de la economía, el mundo de las comunicaciones tiene que tomar nota del impacto que tiene el avance de ciertas tecnologías, de la ciencia en este plano, todo vinculado a la disponibilidad de recursos materiales y económicos y, por cierto, a buscar la eficacia en la entrega del mensaje. Hay que considerar que en los tiempos que estamos viviendo, esto es quizá lo que más ha desequilibrado en el plano de las ideas, de la política, y las batallas por la emancipación y los derechos. No hay que perder de vista cómo usan las comunicaciones quienes defienden los privilegios, las condiciones injustas de esta sociedad y hasta ideas reaccionarias. En este plano hay un examen autocrítico y autoexigente que debe estar presente, sobre todo en un marco político nacional donde la iniciativa la tiene la derecha más reaccionaria, donde las correlaciones les favorece en debates que son cruciales como la elaboración de una nueva Constitución. 

Creo también que el Partido Comunista debería tener mayor presencia e incidencia en los pueblos originarios, particularmente en el pueblo mapuche, es un propósito en el que debemos analizar por qué no somos capaces de demostrar que el pensamiento y la propuesta de los comunistas representa la posibilidad de avance de nuestros pueblos originarios.

Desde su nacimiento y durante estos 111 años, el PC reivindica llegar a una sociedad socialista. ¿Cómo asumen eso hoy?

Con absoluta convicción. Y en el marco de los 50 años del golpe de Estado que se dio en contra de un proyecto profundo de nueva sociedad y que es un proyecto que se puede tomar en tiempos distintos, se puede actualizar y mantener su vigencia. Hace 50 años se abortó una verdadera revolución democrática, que encabezada el Gobierno popular con el liderazgo de Salvador Allende, para avanzar con correlaciones de fuerza política, en la solución de históricas demandas de los trabajadores y del pueblo, de operar cambios en la economía y asumir particularidades territoriales que caracterizan a nuestro país. Esa perspectiva sigue vigente en nuestra propuesta. Es una perspectiva de sociedad socialista, entendido como un sistema, un espacio, un estadio de mayor profundización democrática en todos los planos de la sociedad. Todo eso, con respaldo de mayorías. A un tiempo distinto, en el siglo XXI, la obligación de replantearse los caminos de acumulación de fuerza para recuperar plenamente la democracia y terminar con esta eterna transición que nos tiene anclados al sistema neoliberal que es la causa de todos los problemas de la gente, esto es algo prioritario. Hasta llegar a la expresión mayor de democracia, en estos tiempos y en Chile, en una perspectiva socialista.