“Este paro espera romper el empate político” que hay en el país: Eric Campos

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El secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores sostuvo que el llamado a la paralización el próximo 11 de abril “pondrá en el centro demandas sociales estructurales como la reforma de pensiones, de salud, educación y vivienda”. “Estamos empujando a que el Gobierno no ceda en el chantaje de la derecha y de los empresarios” indicó el dirigente sindical. Sobre la movilización prevista, apuntó que “nuestra estrategia principal es desplegarnos en los espacios locales, con todas las organizaciones sindicales afiliadas, pero también consideramos importante establecer alianzas con otros movimientos sociales”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 13/1/2024. ¿Por qué este llamado a paro desde la CUT el próximo 11 de abril?

Lo que hemos analizado como parte de las conclusiones del Congreso de la CUT que acaba de concluir, es que Chile está viviendo una suerte de empate político de statu quo que finalmente lo que provoca es que los derechos sociales, las mejoras concretas de las que se habla, no llegan a la gente. En eso tenemos una crítica al Gobierno, ya que en nuestra opinión hay un espacio muchísimo más grande para mejorar la relación con el movimiento social y con el movimiento sindical. Junto con eso, creemos que hay un peligro concreto de que la derecha canalice el malestar que hay con el sistema político completo, que no da respuestas a problemas de la gente. Y nos parece preocupante el rol de los empresarios en el último tiempo que no sólo está incidiendo en opinión política, sino que además están financiando opciones políticas, como fue el A Favor de una propuesta constitucional de la derecha. Este paro espera romper ese empate político, ese statu quo, y es un paro que pondrá en el centro demandas sociales estructurales como la reforma de pensiones, de salud, educación y vivienda.

¿Se puede tomar como que el paro es una presión, un emplazamiento a que esas reformas avancen?

Estamos empujando, y ese es uno de los objetivos, a que el Gobierno no ceda en el chantaje de la derecha y de los empresarios, y tener que reducir la capacidad de impacto positivo de las reformas sociales. Nosotros jugamos un rol de autonomía del Gobierno, de los empresarios y aún más de la derecha, y por lo tanto hacemos esta crítica que lo que busca es más bien empujar las reformas sociales que le lleguen y beneficien a la gente. Y no este peligro que vemos de terminar aprobándose una reforma, como la de pensiones, que no moverá en nada la aguja en favor de la mayoría y de los más pobres.

Se habló, iniciado este Gobierno, que el movimiento social y sindical debía acompañar los procesos de reformas, los respaldara, ¿este paro tiene que ver con eso?

Eso fue una orientación en cuanto a un programa de Gobierno que compartimos desde las militancias y desde los movimientos sociales, pero eso se tiene que expresar en esfuerzos más concretos. Lo que observó el Congreso de la CUT en estos días, es que esa aspiración del Gobierno hoy no es carne en los espacios locales, sociales. A nivel nacional tenemos espacios tripartitos porque están mandatados por la propia OIT (Organización Internacional del Trabajo), pero en general creo que el Gobierno está en deuda con los movimientos sociales y sindicales a la hora de avanzar junto con ellos en las reformas profundas y que se movilice al pueblo trabajador. Ahí tenemos una deuda. El Gobierno no es nuestro enemigo, pero tenemos una opinión crítica sobre la relación que tenemos.

¿Cuáles serán las características de este paro convocado por la CUT?

Lo primero es convocarlo, tenemos tres meses para preparar la intensidad del paro. Nuestra estrategia principal es desplegarnos en los espacios locales, con todas las organizaciones sindicales afiliadas, pero también consideramos importante establecer alianzas con otros movimientos sociales, por eso incorporamos demandas que sin ser del sindicalismo en particular, afectan a las y los trabajadores, como la demanda de salud digna, a propósito de gente que muere en la lista de espera de atención; no sólo una vivienda digna, sino que se regule el mercado inmobiliario, los terrenos para construcción con los cuales se especula, regular los arriendo que son usureros. Hay una variedad de demandas sociales que lo que buscan es romper este empate político y volver a resolver en la agenda pública las causas que estuvieron detrás del estallido social de 2019, que están lejos de estar resueltas.