El mensaje de Putin a América Latina

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El Presidente de Rusia habló en la Conferencia Parlamentaria Internacional Rusia-América Latina, reiteró el interés de afianzar las relaciones en materias como combate al narcotráfico, salud, educación y ciencia y tecnología, y estableció una estrategia hacia la región. En su discurso, el mandatario estableció que en el marco mundial, en una “nueva arquitectura policéntrica, los Estados latinoamericanos, con su enorme potencial económico y sus recursos humanos, y su voluntad de llevar a cabo una política exterior soberana e independiente, tendrán uno de los papeles principales en el mundo”. Enfatizó que “estamos dispuestos a establecer una cooperación tanto bilateral como en estrecha colaboración con las asociaciones de integración” del continente. El jefe de Estado ruso reveló que “el intercambio comercial entre Rusia y América Latina ha aumentado un 25% en los últimos cinco años. Las exportaciones rusas se han multiplicado por 2,3”. Vladimir Putin valoró las luchas por la independencia y la soberanía en América Latina y resaltó que “el continente dio al mundo luchadores abnegados por la justicia y la igualdad social como Salvador Allende, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro”.

“El Siglo”. 2/10/2023. Los siguientes son párrafos destacados del discurso de Vladimir Putin, Presidente de la Federación Rusa, en la Conferencia Parlamentaria Internacional Rusia-América Latina que se realiza en Moscú, con la participación de legisladores, dirigentes de partidos políticos, representantes de ministerios y organismos públicos y diplomáticos de todos los países latinoamericanos.

“La llegada de un grupo representativo de legisladores de América Latina, que expresan la voluntad de sus electores y están llamados a trabajar por sus intereses, es una prueba más del deseo de los pueblos de nuestros países de desarrollar una asociación amplia y mutuamente beneficiosa con Rusia. Estamos convencidos de que la intensificación del diálogo directo a través de los parlamentos abre muy buenas oportunidades para profundizar nuestra cooperación y ampliarla a través de nuevas áreas de actividad conjunta”.

“Cabe señalar que Rusia y los Estados latinoamericanos han tenido tradicionalmente mucho en común en sus puntos de vista sobre las cuestiones internacionales. Los latinoamericanos siempre han buscado la autonomía y la independencia, y la historia de su continente está llena de los más vivos ejemplos de ello.

Así fue durante la lucha contra el colonialismo en la época del célebre Simón Bolívar, que se convirtió en un símbolo de libertad no sólo para América Latina, sino quizá para todo el mundo, para toda la Humanidad. También lo fue en la segunda mitad del siglo pasado, cuando el continente dio al mundo luchadores abnegados por la justicia y la igualdad social como Salvador Allende, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro”.

“No sería exagerado decir que, incluso ahora, los países latinoamericanos están mostrando un patrón de éxito en el progresivo proceso de formación de un sistema multipolar de relaciones internacionales basado en la igualdad, la justicia, el respeto del derecho internacional y de los legítimos intereses de cada uno.

En esa nueva arquitectura policéntrica, los Estados latinoamericanos, con su enorme potencial económico y sus recursos humanos, y su voluntad de llevar a cabo una política exterior soberana e independiente, tendrán uno de los papeles principales en el mundo. De eso no cabe duda”.

“Rusia desea sinceramente que los países de la región latinoamericana se desarrollen de forma progresiva y dinámica y refuercen sus posiciones en la economía y la política mundiales. Hemos defendido y seguimos defendiendo que América Latina, en su unidad y diversidad, sea fuerte, independiente y próspera”.

“Para ello, estamos dispuestos a establecer una cooperación tanto bilateral como en estrecha colaboración con las asociaciones de integración de la región latinoamericana: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y el Mercado Común del Sur. En particular, animaremos a estas estructuras a establecer vínculos prácticos con la Unión Económica Euroasiática y a comparar enfoques sobre cuestiones de actualidad en materia de política comercial, regulación arancelaria, fomento de la inversión y transferencia de tecnología.

Y, por supuesto, Rusia acoge con beneplácito las intenciones de varios Estados latinoamericanos de unirse a las actividades del BRICS como miembros de pleno derecho y como socios.

Desviándome del texto, puedo decir lo siguiente. Tenemos informaciones diferentes, comprensión diferente de lo que está ocurriendo en los diferentes países de América Latina, y las diferentes fuerzas políticas tienen actitudes diferentes frente a las asociaciones que mencioné, incluyendo el proceso de adhesión a los BRICS. Todos sabemos esto, conocemos las diferentes tendencias en las diferentes esferas políticas, especialmente en el período previo a los diferentes acontecimientos políticos dentro de estos países. Pero el BRICS es una organización de este tipo, no es una especie de alianza militar, es simplemente una plataforma para coordinar posiciones y elaborar soluciones aceptables, mutuamente aceptables, basadas en la soberanía, la independencia y el respeto mutuo”.

“Por lo que se refiere directamente a nuestras relaciones con los países latinoamericanos, destacaría algunos aspectos que considero prioritarios. Estas relaciones son, en primer lugar, amistosas, constructivas y mutuamente beneficiosas. Se desarrollan sobre la base de la igualdad y la consideración mutua de intereses”.

“El intercambio comercial entre Rusia y América Latina ha aumentado un 25% en los últimos cinco años. Las exportaciones rusas se han multiplicado por 2,3, y de bienes que los países latinoamericanos necesitan: trigo, fertilizantes, productos petrolíferos y muchos otros bienes vitales. Son nuestros mercados tradicionales. No cabe duda de que una transición más vigorosa hacia las monedas nacionales en las liquidaciones financieras, la creación de canales de cooperación crediticia y bancaria, y el establecimiento de nuevas cadenas de transporte y logística contribuirán a un mayor desarrollo de los intercambios comerciales recíprocos”.

“Nuestros activos comunes incluyen toda una serie de importantes proyectos de inversión y de alta tecnología mutuamente beneficiosos. Permítanme recordarles, por ejemplo, el Centro de Investigación y Tecnología Nuclear que se está construyendo actualmente en Bolivia con participación rusa, las empresas biofarmacéuticas conjuntas están ampliando sus actividades en Nicaragua y Venezuela, y se está modernizando una planta metalúrgica en Cuba. Estos son sólo algunos ejemplos”.

Nuestra actitud amistosa hacia los países de la región también se refleja en el hecho de que siempre estamos dispuestos a acudir en ayuda de los latinoamericanos y siempre tendemos una mano amiga y apoyo para superar las devastadoras consecuencias de los desastres naturales, en la lucha contra el terrorismo, el extremismo, el crimen organizado y el narcotráfico.

También se mantiene un alto nivel de cooperación con los Estados latinoamericanos en el ámbito humanitario. El número de países con los que hemos establecido un régimen de exención de visados no deja de crecer: actualmente abarca 27 países latinoamericanos. Esto está abriendo nuevas oportunidades para los intercambios empresariales, científicos y culturales y aumentando los flujos turísticos recíprocos.

Ya son casi cinco mil los estudiantes latinoamericanos que estudian en nuestro país, y la cuota anual para su admisión en las plazas presupuestarias de las universidades rusas también está aumentando en el presente curso académico. También estamos formando personal profesional para los cuerpos de seguridad nacionales de los países latinoamericanos.

Los proyectos ruso-latinoamericanos en medicina y salud pública, seguridad biológica y epidemiológica están siendo ejecutados con éxito. Durante la pandemia de coronavirus, nuestro país fue uno de los primeros en suministrar a América Latina grandes cargamentos de vacunas, sistemas de pruebas, productos sanitarios e higiénicos y otros suministros médicos y humanitarios.

Y por supuesto, queridos amigos, no puedo dejar de mencionar que, como sabemos, hay alrededor de 300.000 nativos de Rusia y de la URSS viviendo en América Latina”.