“Viene una tarea muy dura, muy desafiante”: Lautaro Carmona

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De cara a lo que fue el acuerdo de partidos políticos para elegir un Consejo Constitucional, incluidos expertos, y lo que vendrá en el proceso constituyente, el secretario general del PC sostuvo que “viene mucho debate político, mucho debate de ideas, mucha formulación pública y para ese efecto vale considerar cómo será la participación ciudadana”. Ante la votación por 50 consejeras y consejeros constitucionales apuntó que “va a ser una elección muy exigente”. Sobre críticas al acuerdo desde su sector, el dirigente indicó que “yo empatizo con las distancias, con los juicios críticos, respecto a qué alcanzamos y qué logramos en este acuerdo que, como sea, permitirá reponer el proceso constituyente”. Añadió que “esta es una lucha justa en la cual hay que perseverar y no cansarse” pensando en una nueva Constitución.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 13/12/2022. ¿A partir del acuerdo, no quedan con mucho poder los expertos, rayando en poder vetar lo que decidan los consejeros constitucionales electos?

Sin duda que quedan con una incidencia por sobre la que nosotros, como Partido Comunista, y como sector transformador, hubiéramos postulado. Es el costo de la derrota en el plebiscito del 4 de septiembre, que hace que la derecha tenga capacidad de imponer, de presionar, por sobre el deseo o la intención que nosotros tengamos.

¿Cómo encarar eso?

Bueno, los expertos debieran ser de una correlación en igualdad de condiciones entre la derecha y nosotros. Debemos considerar que entre ellos debiera haber destacadas y destacados dirigentes sociales y políticos que reúnan, entre comillas, los requisitos de expertos, y que debieran jugar un papel muy incidente y desequilibrante.

¿Viene una batalla para ver quiénes serán esos expertos? Porque se ha establecido tácitamente que serán juristas, gente de la elite, hasta se habla de los ex presidentes o la ex presidenta.

En realidad, vienen varias batallas. Ahora, en lo que tú preguntas, viene ver cuáles serán las propuestas de candidatas y candidatos a expertos para que sean ratificados por el Congreso, que van a postular las distintas fuerzas con representación parlamentaria. Te diré que, a propuesta nuestra, logramos algo que no estaba, y es que los expertos fuera en base a una composición paritaria. Tuvieron que escucharlo y aceptarlo. Lo segundo es que no se trata de que sean juristas, puede haberlos, cada uno verá a quién postula, pero se trata de personas capacitadas, autorizadas, con experiencia, comprometidas con la actividad política pública. En eso, no desalojo si vamos a proponer algún representante del mundo sindical. Esto no es restrictivo a abogados o gente de elite como decías tú. Se trata de personas con capacidad desde el punto de vista político y social, porque estamos hablando de un ente político, donde habrá debates entre ellos, donde habrá diferencias.

Hay que considerar que las propuestas que hagan van a requerir de 3/5 entre ellos, no es llegar y poder instalar algo, no será llegar y plantear una brutalidad. Hay mecanismos de resguardos que logramos, que irán en beneficio de que la tarea que hagan los expertos sea un aporte a una nueva Constitución, y no que se siga con el texto actual y que no hayan cambios sustanciales.

Pero los expertos elaboran un texto, después que tengan una propuesta los consejeros constitucionales, de nuevo los expertos pueden objetar…

Lo primero, es que el texto que se proponga a los consejeros no es vinculante, simplemente abre el debate. Lo que digan los consejeros constitucionales será absolutamente determinante en cuanto a la propuesta constitucional que se acuerde. Los expertos podrán insistir en alguna materia, donde hay quórum, y hay la posibilidad de una comisión mixta que se da en igualdad de condiciones entre consejeros y expertos, pero hay cuestiones que no pasarán si consideramos que hay despropósitos y que no vayan en el camino del cambio de la Constitución.

Viene mucho debate político, mucho debate de ideas, mucha formulación pública y para ese efecto vale considerar cómo será la participación ciudadana que quedó acordada y que tendrá centralidad en las Universidades a lo largo del país, con método abierto de integración de opiniones de distintos sectores.

Por cierto, ¿qué pasará con la posibilidad de participación popular, ciudadana, con los cabildos, las asambleas en territorios, la voz de los sindicatos, del movimiento estudiantil, del movimiento feminista, de los pobladores, de la sociedad civil? ¿Cuál será el canal de ellos para incidir en la discusión constitucional?

Primero, espero que todas y todos promovamos mucha participación con los mecanismos metodológicos que existirán, para que se pueda canalizar la opinión y la propuesta y que tenga efectividad. Segundo, que si las Universidades acuerdan asumir esta misión, y hablo de región a región, tengan cómo recoger las voces de esos cabildos, de los sindicatos, de los territorios, de los movimientos, para hacerlas saber a los expertos y a los consejeros constitucionales. Ahora viene el cómo vamos a implementar que la participación ciudadana tenga canalización de sus acuerdos y llegue a las Universidades, al Consejo Constitucional y a la elaboración de contenidos.

El sistema de elección de los consejeros constitucionales es el mismo con el que se elige el Senado. ¿Eso no ayuda a la derecha, no hay una desigualdad de representación por regiones?

Claro, el sistema de elección es según las reglas del Senado, y tiene el valor que el Consejo será cien por ciento electo, en forma directa, con votación universal. Tiene el defecto, que no es menor, de que con el mecanismo del Senado hay distorsiones en cuanto a la representación proporcional porque habrá una disminución en cuanto a grandes regiones como la Metropolitana, Valparaíso y Biobío. Eso la derecha no lo quiso escuchar, no quiso solucionarlo. Y resulta que esas regiones son las de más alta incidencia de nuestro sector. Por eso planteamos que sobre esos 50 consejeros, hubiera existido 20 más electos en forma proporcional al tamaño de las regiones, cuestión que la derecha no aceptó. Claro que sí, hay un efecto que distorsiona, baja la incidencia de regiones donde tenemos peso nosotros, y aumenta la incidencia de regiones donde ellos tienen mayor influencia. ¿Qué hacer? Realizar más trabajo y debate para lograr representaciones más reales y que la derecha no termine frustrando la posibilidad de una nueva Constitución.

Mencionaste que este acuerdo se da en el contexto de la derrota del 4 de septiembre, de una correlación de fuerzas no favorable para las posiciones transformadoras, de una ofensiva de la derecha. Pero como sea, se ve en el ambiente que mucha gente no está conforme con este acuerdo, ¿para los sectores populares, transformadores, de izquierda, cuál es el desafío ahora, en base a este acuerdo de los partidos? Algunos se quieren restar de todo esto.

Hacer eso sería un error político de todos quienes hemos abrazado causas que son justas, que son necesarias, y que no siempre tienen la correlación de fuerzas favorable en los momentos que ameritan. Esta es una lucha justa en la cual hay que perseverar y no cansarse. Eso es un valor que tiene todo luchador social y político por la transformación de la sociedad.

Ahora, yo empatizo con las distancias, con los juicios críticos, respecto a qué alcanzamos y qué logramos en este acuerdo que, como sea, permitirá reponer el proceso constituyente. No seré quien para decir que me parece raro que alguien discrepe con el acuerdo, cuando es evidente que nosotros mismos en la discusión cuestionamos muchas cosas y discrepamos en muchos asuntos.

Lo que vale es qué hace un movimiento que a lo menos tiene un 38%, que no es poco, y que manifestó una posición en una votación obligatoria y universal. Ese porcentaje, para empezar, debiera asumir cómo vamos a influir en un quince o un veinte por ciento más de gente, para que la correlación electoral sea a favor de las transformaciones, de una real nueva Constitución. Viene una tarea muy dura, muy desafiante, donde estoy seguro que quienes no vamos a cejar jamás en batallar en cualquier condición en mejorar las condiciones de vida y tener un país más plenamente democrático, vamos a estimular la iniciativa, inteligencia, fortaleza, para dar esta batalla. Hace daño que un luchador, un liderazgo, conscientemente estimule consentir y dejar espacios que favorezcan a la derecha.

Será crucial la elección de las y los consejeros.

No tengo ninguna duda de eso. Va a ser una elección muy exigente.

Esto genera una obligación de iniciativa política de todas y todos los que estamos comprometidos en la transformación social, en la transformación estructural de fondo de la sociedad chilena, en tener un modelo de desarrollo inclusivo, donde el papel del Estado sea fundamental para garantizar derechos y se termine con el Estado subsidiario actual que le hace daño a la gente. Hay que multiplicarse y construir movimiento. Viene una intensa batalla de ideas, tendremos que seguir bregando contra las fake news, contra el poder del dinero en la política, contra factores fácticos. Tener una correlación de fuerzas a favor será un logro, no es algo automático, no es porque la gente comprende sola, será por la promoción de las ideas de transformación que nos toca hacer.

Al final del día, ¿dónde pondrías aspectos positivos de este acuerdo?

Mira, por ejemplo, no estaba garantizado que el organismo que redactara la propuesta constitucional fuera cien por ciento electo y además paritario. La derecha se oponía y lo logramos. Salieron mecanismos que no son los mejores, los más adecuados, pero logramos un organismo cien por ciento electo, logramos paridad de género en consejeros y expertos, logramos una representación de pueblos originarios como supranumerarios, es decir, sobre los 50, en la cantidad según la proporción de electores que participen en ese espacio de la votación, ya que cualquiera podría votar por una candidatura de pueblos originarios. Habrá un mecanismo de participación ciudadana con un papel destacado de las Universidades. Hubo corridas de cerco positivas, con adversidades en este proceso, que no fue el mil por mil del Partido Comunista, ni de las fuerzas de Gobierno, ni transformadoras, pero es lo que resultó en cuanto a reponer un proceso constituyente después de tamaña derrota que sufrimos después del 4 de septiembre pasado.