Tomás Hirsch: Quinto retiro, Izkia Siches, convivencia en el Gobierno

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El diputado y líder de Acción Humanista, partido que integra el Gobierno, advierte que “sea cual sea el resultado, el Gobierno va a vivir una andanada de ataques y descalificaciones” después de aprobarse o rechazarse el quinto retiro y confiesa que aún no tiene decidido su voto dada la complejidad del tema; coincide en que no es nada bueno que el Presidente Gabriel Boric, a 27 días de asumir, haya tenido que salir a reconfirmar en su cargo a la jefa de gabinete y llama a tener en cuenta “un dato de la causa”, que ella “viene del mundo gremial, donde hay otros modos de relacionarse”; alerta: “hay el peligro de que se rechace la nueva Constitución, no hay que confiarse, tenemos que hacer un trabajo muy intenso para mostrar los cambios”; frente al hecho de que en este Gobierno converjan dos conglomerados, el diputado indica que “hay un desafío de convivencia importante” y llama a “tomar las riendas y la iniciativa legislativa” para implementar el programa.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 09/04/2022. Llega puntual a la entrevista. Se le ve contento, junto a colaboradoras y colaboradores, mirando la nueva sede distrital en calle Lynch Sur, en La Reina, espaciosa, de muros blancos y madera, con mucha luz natural y varias oficinas. Al diputado Tomás Hirsch se le ve tranquilo, de buen humor, y nadie pensaría que tiene encima temas tensos y enredosos, como el polémico  proyecto del quinto retiro desde las AFP, el nuevo episodio de error no forzado de la ministra del Interior, y la agenda que tiene en frente el Gobierno de Gabriel Boric.

No eludió temas muy sensibles que cruzan al Gobierno y también a los partidos y parlamentarios del oficialismo, y precisó que ve bien la partida de esta administración, con logros que pudieron quedar escamoteados por episodios que algunos acotan a temas comunicacionales. También contó cómo anda la legalización de su partido, Acción Humanista, y echó una mirada a cómo se está desarrollando la convivencia entre los dos conglomerados que hoy están en el Gobierno.

Legalizar Acción Humanista

¿Qué está pasando con la legalización de Acción Humanista como partido?

Hace dos años renunciamos al Partido Humanista, pero lo hicimos con la convicción de darle continuidad al proyecto del humanismo. Hay gente que se sale de un partido porque se va a otra corriente de pensamiento, en nuestro caso, claramente, lo que queríamos era darle continuidad al proyecto del humanismo. Nos dimos tiempo para organizarnos internamente, para desarrollarnos a nivel regional, para continuar nuestro trabajo en varias instancias, y luego vinieron las elecciones. Organizar un partido, legalmente, antes de una elección, es un desgaste muy grande porque la Ley Electoral te obliga a tener un resultado de al menos cuatro diputados en dos regiones, o vuelves a perder la legalidad. Por eso postergamos el proceso de legalización y ahora lo volvimos a iniciar. Presentamos en el Servicio Electoral la declaración de principios y los 122  patrocinantes iniciales y estamos en el proceso de afiliaciones.

Vi que está la diputada Ana María Gazmuri entre las militantes del partido a legalizar, y hay representantes de regiones, de sectores sociales…

Durante este proceso hemos ido teniendo un crecimiento orgánico, nos hemos organizado en ocho regiones, y efectivamente se sumó Ana María Gazmuri, así que somos dos diputados de Acción Humanista. Se han sumado concejales, estamos conversando con algunos consejeros regionales, tenemos un conjunto de Seremis en varias regiones. Hay una orgánica territorial y participación de gente en cargos de elección popular y en el Gobierno. Viene ahora la legalización, vamos a comenzar por tres regiones del norte, Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, eso esperamos tenerlo en dos o tres meses y entrar en ese proceso en la Metropolitana, Biobío, La Araucanía y Los Ríos.

¿Quedó atrás el Partido Humanista?

El Partido Humanista es parte de nuestra vida y de mi vida. Lo fundamos hace 40 años para luchar contra la dictadura y por la recuperación de la democracia y milité toda la vida en el, ahí tengo grandes amigos, tengo un vínculo, tengo una relación muy cercana con Hernán Palma, diputado del PH. Sé que están también en un proceso de legalización y la verdad es que nos parecería fantástico que les vaya muy bien, que se legalice. Porque son dos instrumentos, dos herramientas, dos expresiones del humanismo universal.

¿Cómo sintetizaría el sentido de Acción Humanista?

El sentido de Acción Humanista es contribuir con un Gobierno que aspira a profundas transformaciones en nuestro país, aportando la mirada del humanismo y generar condiciones de vida para todas y todos, poniendo especial énfasis en la promoción de la diversidad, el cuidado ambiental y de los derechos fundamentales. Queremos colaborar con la concreción de una nueva Constitución para nuestro país, lucha que ha sido nuestra desde los años ochenta. Mi campaña presidencial se caracterizó en un momento por tirar a la basura la Constitución de 1980, que escandalizó mucho a los bien pensantes de la época, a los profesores de derecho, pero el tiempo nos dio a razón, a todas y todos los que luchamos por una nueva Constitución. Para nosotros hoy esa es una tarea muy relevante.

Uno puede entender la demanda ciudadana de retirar la plata desde las AFP”

¿Cuál es su postura respecto al quinto retiro de fondos desde las AFP?

Es un tema complejo. Uno puede entender la demanda ciudadana de retirar la plata desde las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), por dos motivos. Primero, porque hay una necesidad para mucha gente, y en segundo lugar, porque hay un descrédito total de las AFP, hay una desconfianza, se ve que hacen un gigantesco negocio con dineros de los trabajadores, y a costa de los pocos ahorros que logran tener las y los trabajadores. La gente no quiere tener su plata en las AFP, quisieran retirarla toda, y para mí eso es comprensible.

Creo en la propuesta que hizo el Gobierno de avanzar hacia el fin de las AFP, que es la cuestión más estructural, más de fondo. No creo que sea una buena política continuar retirando la plata que les pertenece a los trabajadores para suplir lo que no hizo el Gobierno anterior.

Nos hemos enterado del paquete de 21 medidas que planteó el Gobierno a través del Ministro de Hacienda, el cual es muy bueno. No compite con lo que es tener uno, dos o tres millones de pesos en la mano de inmediato, pero desde el punto de vista de focalización responde mucho mejor que un retiro. Ahora bien, con eso no estoy definiendo todavía mi voto. Estoy planteando que son mejores las políticas que buscan un cambio estructural del modelo y terminar con las AFP, que la política basada en que la gente se coma sus propios ahorros a costa de una jubilación futura.

Ante la opinión pública es fuerte, contradictorio, no del todo entendible que el conglomerado que hoy es Gobierno, plantee un no al retiro, en un discurso totalmente distinto al de hace unos pocos meses, y donde se defendían los retiros desde las AFP.

Es una situación complicada sobre todo desde el punto de vista comunicacional. Bueno, de partida, creo que ahora estamos viviendo un momento totalmente distinto al de hace varios meses, teníamos un Gobierno que le fascinaban las AFP, que no dio apoyos reales a la gente, donde los dueños de las AFP eran parte del círculo del Presidente (Sebastián Piñera) y del círculo del poder financiero, y hoy tenemos un Gobierno que quiere hacer una transformación estructural del modelo económico, terminar con el neoliberalismo, que quiere terminar con las AFP, que quiere generar un sistema de seguridad social, como lo volvió a reiterar el Presidente Gabriel Boric en Argentina. Hay diferencias en cuanto al contexto político, social y económico en el cual estamos viviendo. Yo voté a favor de los retiros anteriores porque había un Gobierno que no estaba entregando las ayudas que se necesitaban y que, por el contrario, estaba reafirmando los intereses de grupos económicos y de las AFP. Ese contexto, me permite reevaluar cuál es la mejor decisión hoy día.

Es una situación muy complicada para el Gobierno. Si se aprueba el quinto retiro, será primero que todo un golpe político, a parte del efecto económico. Si se rechaza, también habrá problemas, incluso con fuerzas o parlamentarios del oficialismo, fragmentado.

Mira, los partidos de las dos coaliciones (que están en el Gobierno) en las reuniones del Comité Político de La Moneda, han manifestado con toda claridad que están por apoyar al Gobierno en el rechazo al quinto retiro. Pero al mismo tiempo han dicho que, en definitiva, los que votan son los parlamentarios y sobre eso nadie está en condiciones de garantizar y asegurar el voto de cada diputada y diputado. Yo dije que estamos viviendo un proceso de definición. Se está discutiendo en la Comisión de Constitución, que la preside Karol Cariola, con una tarea muy compleja, atacada de manera muy injusta, porque ella ha hecho una labor magnífica frente a este trámite.

Pero bueno, como dices, sea cual sea el resultado, el Gobierno va a vivir una andanada de ataques y descalificaciones, donde sabemos que habrá sectores políticos que se aprovecharán para generar un daño.

Ministra del Interior: “Deben mejorar los mecanismos internos de su gabinete”

¿No es complejo o negativo que sin llevar todavía un mes, el Presidente haya tenido que salir a ratificar a la Ministra del Interior?

Por supuesto que es complejo. Lo que pasó evidentemente fue un error de la ministra Izkia Siches, generado por una muy mala o mentirosa información que le entregaron. Ese aspecto debe ser debidamente investigado, pero también deben mejorar los mecanismos internos de su gabinete sobre chequeo y contrachequeo de información. Hay que tener una suerte de abstinencia de declaraciones hasta no tener confirmación de determinados hechos, noticias o antecedentes. Ahora, la ministra rápidamente pidió disculpas, llamó al ex ministro del Interior, al ex subsecretario de Interior, asumió que hubo un error, que fue grave lo que pasó.

Por cierto que si uno ve que a los 27 días de haber asumido tenga que estar envuelto en una situación de este tipo, no es bueno.

Es que hubo una sumatoria de errores, de disculpas, de polémicas.

Hubo varias situaciones, cierto. No hay que olvidar que ella viene de un mundo muy distinto a la política más tradicional. Ella es una persona independiente, sin partido, viene del mundo gremial, donde hay otros modos de relacionarse…

¿Eso es cuestionable o hay que comprenderlo?

Creo que es un dato de la causa. Cuando se nombra a Izkia Siches como ministra de Interior, se sabe que es independiente, que proviene de un gremio y que por tanto tiene otros modos de enfrentar y encontrarse con la política. Creo que ella ha tenido modos muy interesantes, decisiones interesantes. Ir a La Araucanía, y fue una propuesta de ella -más allá del episodio de los balazos y no poder entrar a una zona-, fue un acto valiente, interesante, una actitud de decir aquí estamos y venimos a conversar. Luego al hablar del Wallmapu, que tuvo cuestionamientos, pero que tenía que ver con planteamientos de ella respecto a encarar esa situación. Me parece ver en ella una actitud muy decidida a enfrentar los temas y los problemas. Quizá hay temas de diseño y de comunicaciones que debe ser ampliamente mejorado. Pero no creo que se trate de sacar a la ministra, de acusaciones constitucionales.

Peligros y desafíos en torno de la Convención Constitucional

La coyuntura que se vive está cruzada por los trabajos de la Convención Constitucional. Hay muchos temas y debates en torno de eso. Pero en lo grueso, ¿cuál es el balance de esa labor, se suma a preocupaciones de que pueda ganar el rechazo a una nueva Constitución?

Hay que tener una mirada histórica y procesal. Las dificultades en esta Convención, tienen que ver, en primer lugar, con el retraso de más de 30 años en darnos una nueva Constitución democrática. Ese era parte de los compromisos del primer Gobierno democrático después de la dictadura. Su hubiésemos tenido este trabajo y este debate en los años noventa, no me cabe duda que la dinámica habría sido distinta. Lo que estamos viviendo no es responsabilidad de los 155 convencionales, esto tiene que ver con que no se hizo lo que había que hacer hace demasiado tiempo. En segundo lugar, creo que la Convención refleja la diversidad de nuestro país, y eso puede incomodar a algunos, puede inquietar a otros, ponerlos de mal humor, puede provocar que algunos se paren y digan que no seguirán discutiendo. Lo que pasa es que se estaba muy mal acostumbrado al binominalismo no solo político, sino cultural. Pero el país es diverso, tiene diversidades culturales, étnicas, religiosas, regionales, geográficas, políticas.

Se juntan los de abajo con los de arriba, y los de abajo tienen mayoría.

Sí, recuerda que estaba eso del “partido del orden”, y hoy son minoría. Podrán estar todo lo incómodo que quieran los de derecha, los señores Harboe, Chahin, pero bueno, “el partido del orden” hoy es minoría y ellos tendrán que reflexionar al respecto. La derecha es una minoría y tiene que reflexionar al respecto. Ahora, las mayorías tiene que hacer una reflexión respecto a cómo avanzar en un proceso que ponga el acento en lo primario, y eso es cómo tener una Constitución profundamente democrática, que avance hacia una sociedad de derechos, descentralizada, paritaria, de mejoría económica y social para todas y todos. Hay que definir, como prioridad, lo primario. Eso se pierde a veces por la fragmentación y modo que se tiene para el trabajo, para abordar los temas. Hay también un fuerte problema comunicacional. La Convención avanzó en muchos temas importantes, pero son poco visibles para el conjunto de la ciudadanía.

Respecto al peligro que preguntabas, sí, siempre hay el peligro de que se rechace la nueva Constitución, no hay que confiarse, tenemos que hacer un trabajo muy intenso para mostrar los cambios en una nueva Constitución. Entiendo que hay mucha manipulación respecto de las tendencias ciudadanas, lo vimos en el plebiscito de entrada por una nueva Constitución, lo vimos en la elección de los convencionales constituyentes, lo vimos en la elección presidencial. En los últimos años hemos visto una fuerte distancia entre lo que muestran las encuestas y la realidad ciudadana expresada en los votos, es un dato a tener en cuenta. Pero no podemos descuidarnos. Hay un trabajo muy intenso que realizar para aprobar una nueva Constitución. Hay que priorizar por los contenidos centrales, sobre todo en torno de la campaña para el plebiscito de salida.

Es que hay un tema comunicacional, de cómo hablarle a la gente para que haya entendimiento y respaldo a un nuevo texto constitucional. Los sectores conservadores hablan en sencillo, que la Constitución es mediocre, que no es buena, que no se respeta a todos, que hay maximalismo…

Mira, desde hace rato tengo la impresión que las campañas comunicacionales las tiende a ganar más la derecha que nosotros en el mundo de la izquierda y el progresismo. Tenemos ahí un desafío y lo digo con un sentimiento autocrítico. Alguien le dijo al Presidente Boric que en la derecha pueden tener nueve puntos de desacuerdo y uno de acuerdo, y en ese punto se concentran; nosotros podemos tener nueve puntos de acuerdo y uno de desacuerdo, y ahí le damos. Hay que superar eso, porque es un tema que nos persigue. Por ejemplo, creo que nos hemos enredado en cuanto a mostrar los avances en la Convención, en explicar las mayorías que hubo para aprobar varias normas, decir que se aprueban contenidos pero que esos después habrá que llevarlos a leyes y reglamentos.

Dos conglomerados dentro del Gobierno: “No es una convivencia automáticamente resuelta”

¿Cómo mira la convivencia entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático como dos conglomerados dentro del Gobierno?

Tenemos un híbrido muy particular. Un Gobierno apoyado por dos coaliciones, de las cuales una ganó la elección y la otra perdió la elección, que compitieron y que además han tenido distintas visiones respecto del proyecto político, económico y social para el país. Por lo tanto, no es una convivencia automáticamente resuelta. Es bueno ser muy transparente al respecto, porque si no, podemos vivir en un auto engaño. Hasta aquí vamos bien, pero hemos tenido dificultades, es innegable, hemos tenido choques en la mirada, presiones en por cuoteos de cargos, creemos que no fue bueno haber puesto la mirada ten intensamente en el número de cargos. Hay un desafío de convivencia importante. Creo que se resuelve poniendo la mirada en el programa de Gobierno, ahí está la clave. Es un programa desarrollado por Apruebo Dignidad, y luego se incorporó la otra coalición y agregó elementos, eso debe ser la guía de trabajo que tengamos en estos cuatro años. Si ésa es la guía, todo lo demás queda bastante resuelto por ser secundario. Si trabajamos en función de los aspectos relevantes del programa y ponemos ahí la prioridad, me parece que podemos avanzar muy bien, más allá de que seamos dos coaliciones.

El Presidente habló de la posibilidad de tener una sola coalición, puede ser, pero me parece que podríamos ser una sola e igual estar en desacuerdo en varias materias y en cuáles son las prioridades. Por eso lo más relevante es trabajar de acuerdo al programa definido, con las flexibilidades como una crisis económica, los efectos de una guerra, situaciones particulares.

Hay a quienes no les gustan las referencias de calendario. Pero el Gobierno está cumpliendo justo un mes de instalación, ¿cómo lo ve?

Mejor de lo que le parece a algunos. Se firma el Tratado de Escazú, se levantan las 139 querellas contra manifestantes, se coloca urgencia a la ley de amnistía o indulto para las y los presos de la revuelta, se inicia una relación distinta con La Araucanía más allá de las dificultades que se presentaron, se termina el Estado de Excepción en La Araucanía, se mantiene durante dos semanas en el norte y luego se levanta, se tiene el primer viaje a Argentina donde hay una profundización importante de la relación, se pone énfasis real en temas de la mujer y los derechos humanos, se anuncia el fin del CAE, y termina el mes con la propuesta de 21 puntos de fuerte impulso en lo económico y social.

Creo que abril tiene que ser un mes de propuestas muy concretas, bajar de lo general a lo particular. Hay que tomar las riendas y la iniciativa legislativa, hasta acá estamos legislando únicamente proyectos que provienen del período anterior, es fundamental que el Gobierno comience su proceso de iniciativas legislativas y urgencias necesarias para sean vistas en el Parlamento. Hay que empezar a trabajar en iniciativas que tienen que ver con el programa de Gobierno.

Foto: Hernán Gacitúa.