PC: ¿Un fantasma anticuado o un sujeto del siglo 21?

Compartir

Las propuestas de las y los comunistas como la jornada laboral semanal de 40 horas, impuesto a los multimillonarios, garantizar derechos de las mujeres, contar con un royalty minero para los grandes consorcios, consolidar la gratuidad en educación y reforzar la Salud Pública, avanzar a otros sistemas de pensiones, acceso a ver el fútbol en televisión abierta gratuitamente, son algunas de las propuesta levantadas desde la colectividad de la hoz y el martillo, análogas a iniciativas que se desarrollan en Europa, Estados Unidos, América Latina y Asia. El PC es una de las organizaciones más numerosas del país, donde la mayoría de sus militantes son mujeres. En la actualidad, las dos ministras comunistas del Gobierno son de las mejor evaluadas, y es un partido que gravita en el escenario nacional después de décadas de persecución y exclusión.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 2022. “¡Y qué fue, y qué fue, aquí estamos otra vez!”, suelen corear las y los comunistas en distintas actividades. Y es que el Partido Comunista de Chile (PC), proscrito en períodos de la historia chilena por su ideario, llevado a la clandestinidad y con centenares de sus integrantes asesinados o desaparecidos, está “vivito y coleando” en el escenario político y social del país.

Como si se mantuvieran esquemas de la Guerra Fría, se omiten y distorsionan realidades del PC chileno, en muchas ocasiones por la vía de la estigmatización y la desinformación. Así, pueden sorprender ciertos datos de este partido fundado hace más de cien años pero que tiene propuestas e instalaciones propias del siglo 21, se compartan o no.

Varias de sus iniciativas legislativas son análogas a las existentes en países europeos, en Estados Unidos y naciones latinoamericanas, en Asia, y dan cuenta de realidades de sociedades contemporáneas, aunque se sigue repetitivamente con episodios como una carta enviada hace muchos años a un dirigente norcoreano.

El PC es uno de los partidos más grandes del país de acuerdo a los datos del Servicio Electoral, con alrededor de 40 mil integrantes, y es la colectividad con más mujeres militantes, con 21 mil 165 adherentes femeninas.

La colectividad de la hoz y el martillo tiene paridad de género en su dirección nacional y en otras instancias y, por ejemplo, en su grupo en la Convención Constitucional y en su bancada parlamentaria, las mujeres fueron y son mayoría.

En la actualidad, las dos ministras comunistas del Gobierno son de las mejor evaluadas del gabinete. Camila Vallejo al frente del Ministerio Secretaría General de Gobierno, actuando como vocera de La Moneda, y Jeannette Jara, titular del Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

En las últimas elecciones parlamentarias el PC tuvo un alza. De ocho, pasó a doce integrantes en la Cámara Baja, logró dos escaños en el Senado después de 48 años de exclusión por el sistema binominal, y aumentó en tres puntos su votación nacional quedando en el 9%.

Subió ostensiblemente el número de concejales y consejeros regionales, logró su meta de convencionales constituyentes y mantuvo su representación en alcaldías, como las de Daniel Jadue en Recoleta e Irací Hassler que obtuvo un triunfo en el estratégico municipio de Santiago.

Es probable que el PC chileno sea uno de los partidos comunistas y de izquierda a nivel latinoamericano con mayor/mejor posicionamiento/proyección, lo que no es poco considerando los sucesos históricos de las últimas décadas. Vuelve a ser Gobierno, ahora integrando el conglomerado Apruebo Dignidad que es base social, política y electoral de la administración de Gabriel Boric.

Hay episodios anecdóticos, como la encuesta realizada en varios países por Imagen de Chile, sobre los diez personajes de la cultura chilena más conocidos en el mundo. Entre los elegidos, figuraron tres de militancia comunista: Pablo Neruda, Violera Parra y Víctor Jara.

Son datos y antecedentes que muestran a un Partido Comunista bien aspectado e instalado, y que podrían echar por tierra demonizaciones y estigmatizaciones.

 

La representación

En estos tiempos en Chile, que Gabriel Boric definió como “un nuevo ciclo político”, se discute/analiza mucho los niveles/calidades de las representaciones políticas, donde se aparecen factores como la equidad de género, lo regional/territorial y lo generacional.

De acuerdo a los datos revisados, el PC chileno no tendría mucho que envidiarle a ningún otro partido político en el mapeo que presenta ante la opinión pública.

En su dirección política nacional está consagrada la equidad de género, y en los espacios institucionales y sociales es muy pareja la distribución en cargos de elección popular o designados.

Al revisar nombres, se ve una prevalencia de jóvenes y de mujeres, algo que rompe ciertas caracterizaciones que se hacen de la colectividad. También es bastante equilibrada la representación regional, mirando por ejemplo, las y los comunistas en el Parlamento y lo que fue la representación en la Convención Constitucional, junto al hecho de que el PC tiene instancias partidarias regionales y comunales en las 16 regiones del país, sin que falte ninguna.

Mujeres comunistas son mayoría en la bancada parlamentaria de la organización, y fueron mayoría en el grupo del PC en la Convención Constitucional.

De los convencionales constituyentes del PC, cuatro eran mujeres y dos hombres, y la mitad representó a regiones. Eran, además, de distintas generaciones.

En las bancadas parlamentarias comunistas que iniciaron su gestión este 2022, están representados distintos territorios, generaciones y géneros.

De los dos senadores, una es mujer (Claudia Pascual) y el otro hombre (Daniel Núñez). En la Cámara Baja, de los doce integrantes, nueve son mujeres y tres hombres; la mitad al menos son de las llamadas “nuevas generaciones” y los otros seis incluyen nombres de quienes lucharon contra la dictadura, sobre todo en la defensa de derechos humanos. De las y los comunistas en el Parlamento, seis representan a regiones y ocho a la Región Metropolitana.

En la mirada de los últimos años, nuevas generaciones fueron apareciendo como relevos de otras más históricas, y las representaciones de regiones se fueron consolidando, incluso en instancias nacionales internas y externas el PC. En perspectiva de años, es claro que el PC cuenta con una gran cantidad de dirigentes y dirigentas que podrían asumir responsabilidades internas y externas.

 

Las iniciativas

Se suele apuntar a que el PC apuesta por tesis anticuadas, añejas, autoritarias, y que promueve proyectos inviables. La caricatura lleva a vincularlo a proyectos de la ex Unión Soviética, aunque se evita apuntar al vínculo con el exitoso proyecto socialista de China.

Solo al revisar las iniciativas de las/los comunistas en el Parlamento, se constata lo contrario a un perfil anticuado donde, por ejemplo, se comprueba que hay proyectos de estándar internacional y en una línea contemporánea, semejantes a lo que existen en naciones europeas y norteamericanas, en materias de educación, salud, laboral, derechos sexuales y reproductivos, recursos naturales, derechos sociales, institucionalidad democrática.

En contrapunto con señalamientos de que el PC representa ideas/propuestas del siglo pasado o fracasadas, revisando las iniciativas que presentó en el Parlamento y en espacios sociales, destacan reducir la jornada laboral semanal a 40 horas, tener un sueldo mínimo de 500 mil pesos, aplicar (por una única vez) un impuesto a los súper ricos para obtener unos 6 mil millones de dólares para gasto social, concretar la ley de “una vida libre de violencia” para las mujeres, avanzar hacia el aborto libre y seguro, lograr la transmisión del fútbol nacional por canales televisivos abiertos sin costos para la gente, garantizar que el agua sea un bien público, contar con un royalty minero para los grandes consorcios de la minería (la mayoría extranjeros), declarar de interés nacional el litio y el cobre (minerales estratégicos para el país), consolidar la gratuidad en educación y reforzar la Salud Pública, avanzar a otros sistemas de pensiones y romper el monopolio privado/trasnacional de las AFP.

En rigor de evidencia y análisis temático, es difícil sino imposible establecer que esas son medidas retrógradas o anticuadas. Más cuando muchas de esas iniciativas ya se implementan en naciones europeos, latinoamericanas y asiáticas.

Todos esos proyectos colocan a Chile en un estándar legislativo y de derechos sociales/soberanos de nivel internacional, y hacen sintonizar al país con medidas que se tomaron o se están adoptando en Europa, Asia, América Latina, Estados Unidos, y son asumidas por organismos mundiales.

Basta echar una mirada a varios países y entidades para conocer iniciativas de impuesto a multimillonarios, establecer porcentajes considerables de royalty, impulsar amplios derechos de las mujeres, reducir y racionalizar horas de jornadas laborales, desarrollar el adecuado uso de materias primas y recursos naturales, con un sentido de sostenibilidad.

En rigor, no hay nada fantasmal en los logros electorales, equilibrios generacionales, representaciones territoriales y sociales, propuestas de desarrollo y legislativas e instalación de liderazgos nacionales que pueden presentar las y los comunistas. Más bien todo apunta a que habrá que acostumbrarse más a ver al PC como un sujeto de este siglo, instalado en el escenario nacional.