NOTAS DEL REPORTEO. 800 millones padecen hambre…700 millones no saben leer

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En las últimas cumbres internacionales volvieron a saltar cifras dramáticas sobre cómo está viviendo un alto porcentaje de los 8 mil millones de habitantes del planeta. Una realidad que debería ser insoslayable y que confirma graves desigualdades incluso en cuanto a fenómenos contemporáneo s como la producción digital o de vacunas.

Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 29/9/2023. 1.-Hay cifras insoslayables que marcan una realidad que no debe ser evitable. La retina más sensible debe enviar ese mensaje/imagen a cerebros atentos e inquietos ante una verdad/realidad abrumadora y dramática. Sobre todo si esos números tienen que ver con seres humanos, niñas y niños, adolescentes, adultas y adultos que habitan este planeta que puede proveer pero que no lo dejan hacerlo.

2.-En las últimas cumbres internacionales que reunieron a jefes de Estado y de Gobierno de unas 150 naciones (G77+China y 78º Asamblea General de Naciones Unidas), volvieron a saltar incómodas/injustas cifras que dan cuenta de qué ocurre realmente en el mundo y a lo que se enfrentan sus más de 8 mil millones de habitantes. 800 millones de seres humanos padecen hambre; 2 mil 400 millones sufren la inseguridad alimentaria; más de 760 millones no saben leer ni escribir; 84 millones de niñas y niños no van a la escuela; 660 millones de personas no acceden a la electricidad; 2 mil millones de personas no disponen de agua potable; 3 mil 600 millones de personas no tienen acceso a saneamiento seguro; 4.500 millones de personas no tiene asegurado el acceso a salud, es decir, más del 50% de la población mundial; casi 200 millones de personas no tienen empleo; mil millones de personas esperan por acceso a una vivienda diga; 8 millones de personas mueren anualmente a causa de enfermedades curables.

3.-Hay otros datos que parecen lejanos pero deberían sernos cercanos. Se habla mucho en Chile y otros lados de estar al día de la era digital, y se repite la necesidad de estar al día en la Producción Digital Avanzada (PDA). Claro que, diez países desarrollados tienen el control del 90% de todas las patentes mundiales digitales y controlan el 70% de las exportaciones relacionadas con esas patentes. Es decir, la PDA es otro ejemplo del aumento tremendo de la brecha en ricos y pobres a nivel planetario. Sumar que sólo el 36% de la población de países no desarrollados tiene acceso a Internet, mientras que el 92% de la gente en naciones desarrolladas sí accede. En algunos países, costear el uso de un celular inteligente representa el 2% del ingreso mensual per cápita, pero eso se dispara a 39% en África Subsahariana y al  53% en zonas de Asia. En materia de salud, la pandemia del Covid-19 develó más desigualdades. Trasnacionales estadounidenses y europeas controlaron el 70% de la producción de vacunas, decenas de países no las pudieron comprar y en países en vías de desarrollo hubo 24 dosis por cada 100 habitantes y en las naciones desarrolladas, 150 dosis por cada 100 habitantes. Los países pobres o del Sur, deben pagar 8 veces más que los países desarrollados, por créditos, en una descompensación absurda. Lo que gastó la trasnacional Coca-Cola en publicidad en la última década, es más de lo que el FMI otorgó en apoyo financiero a países del Sur.

4.-Toda esa realidad se dan en contextos como que el 2022 el gasto militar mundial aumentó un 3.7%, llegando a 2.24 billones de dólares y hay datos de que las trasnacionales, en el último tiempo, tuvieron mínimo ganancias de varios cientos de miles de millones de dólares. En estas semanas se redoblaron los esfuerzos de la agenda de los países del Sur-Sur frente a las potencias, en una línea de cooperación, inversión, intercambio, robustecimiento de monedas nativas, reforzamiento científico-tecnológico, entre otros asuntos. Pero eso puede tener sus límites, con un Estados Unidos activo, una Unión Europea desafiante, y situaciones como la guerra Rusia-Ucrania y la expansión del narcotráfico, el crimen organizado y factores financieros irregulares. Como sea, es constatable el deterioro de la calidad de vida e inclusive de la sobrevivencia de miles de millones de habitantes del planeta, sumado al deterioro del propio planeta en una carrera llena de incertidumbre.