Los movimientos sociales, “fundamental para avanzar en un proceso de cambio”

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Ximena Peralta, vicepresidenta de Convergencia Social, enfatizó que “si no existe respaldo social para realizar las grandes reformas, es difícil que se realicen”. Planteó que “los partidos que tenemos voluntad transformadora tenemos que darle absoluta prioridad a colaborar con la reconstrucción del tejido social”. Apuntó que “hay una base de apoyo nueva, distinta y novedosa” de actual Gobierno y sostuvo que “el Presidente tiene un liderazgo refrescante”. Cumplido el primer año de la administración de Gabriel Boric, la dirigenta expresó que “no creo que la inexperiencia, los errores no forzados sea lo que caracteriza a este Gobierno” y opinó que “están avanzando, con justicia social, con un Estado que atiende tanto las urgencias como las reformas estructurales”. Mirando al 2023, sostuvo que para el oficialismo será clave atender la seguridad económica, la seguridad social y la seguridad pública. Sobre la convivencia entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, manifestó que “progresivamente hemos logrado establecer confianzas”.

Hugo Guzmán. Periodista “El Siglo”. Santiago. 10/3/2023. Ximena Peralta Fierro, abogada egresada de la Universidad de Chile, es parte de lo que suele llamarse la generación política emergente. Actualmente es vicepresidenta del partido Convergencia Social (la organización donde milita el Presidente Gabriel Boric), militó antes en Izquierda Autónoma y fue presidenta del Centro de Estudiantes de Derecho (CED) de la Universidad de Chile.

Analiza el estado de situación a un año del Gobierno de Boric, y a poco de que la derecha lograra frenar la estratégica reforma tributaria, indica: “Si no existe respaldo social para realizar las grandes reformas, es difícil que se realicen, porque el sistema político es poco receptivo a las demandas sociales”.

Emplazada en cuanto a que se ve ausente al movimiento social en la defensa de las reformas, Peralta sostiene que “hay momentos de flujo y reflujo que los movimientos sociales conocen, tal como conocen que las épocas tienen su signo y que la potencia de sus planteamientos y la representación social que han logrado en torno de esos planteamientos, es algo fundamental para avanzar en un proceso de cambio”.

En cuanto al tema del mundo social y la política, Ximena Peralta señala que “la potencia transformadora de los movimientos sociales está plenamente vigente y, además, creo que los partidos que tenemos voluntad transformadora tenemos que darle absoluta prioridad a colaborar con la reconstrucción del tejido social y movimientos sociales, sin hegemonizarlos, sin buscar conducciones desde arriba, pero sí participando en ellos tal como en otras ocasiones. Que los planteamientos de los movimientos sociales sean planteamientos acogidos por los partidos políticos, y de hecho hoy los planteamientos principales de los movimientos sociales están en el programa del Presidente Boric”.

Advierte que “el sistema político no ha sido eficaz en que aquellos intereses que están representando los movimientos sociales, que tiene demandas para llevar adelante y que esa acumulación fuerza social y política, lleguen a traducirse en cambios en nuestra sociedad, en el Estado, en nuestra institucionalidad”.

Vinculado a expectativas para el 2023 desde el oficialismo, y las inquietudes de la ciudadanía, la dirigenta expresa que “el Gobierno habló de seguridad como su concepto fundamental para 2023 y algunos quieren decir que con eso el Gobierno se desmarca de su origen o genera un  movimiento táctico difícil de comprender. Lo que nosotros decimos es que el concepto de seguridad tal como lo han estado desarrollando las fuerzas que respaldamos al Gobierno, es un concepto amplio que busca abordar en todas sus dimensiones: La seguridad social, la seguridad económica y la seguridad pública”.

 

12 meses de Gobierno. “Hubo aprendizajes, pero también importantes logros”

Para el Gobierno, para el oficialismo, ¿fue un año más de aprendizaje o de logros?

Fue un logro haber normalizado al país en lo económico, lo social, lo político, en las relaciones entre las personas que venía muy desgastado desde la pandemia, en las relaciones interpersonales. Haber logrado esa nueva estabilidad es un logro muy importante.

Fue también un aprendizaje para un conjunto de partidos políticos que trabajan en alianza, una alianza nueva, nos hemos aprendido a conocer y trabajar en común. También hay una base de apoyo nueva, distinta y novedosa respecto de gobiernos anteriores y además muestra un importante compromiso con el Gobierno, como no se mostraba en el Gobierno de (Sebastián) Piñera que su base social y su base política estaba muy diluida.

¿Hubo un equilibrio entre aprendiza y logros?

Hubo aprendizajes, pero también hubo importantes logros y avances que nos permitirán que este 2023 sea un año decisivo en las reformas y en el compromiso del Gobierno con el país.

¿Cómo ve la recurrencia todos estos meses del uso de calificaciones como errores no forzados, desprolijidades, inexperiencia…?

Efectivamente esos términos son recurrentes y uno extraña otros calificativos que caracterizan de forma correcta a este Gobierno. No creo que la inexperiencia, los errores no forzados sea lo que caracteriza a este Gobierno. Me enorgullece un Gobierno donde todos los partidos que forman parte de su arco, expresen un compromiso férreo contra la corrupción, por la probidad, por el avance en materia de justicia social. Y ese encuentro tanto intergeneracional como de distintas tradiciones políticas ha sido el principal sello del primer año de Gobierno.

¿Y el liderazgo del Presidente Gabriel Boric?

Creo que el Presidente tiene un liderazgo refrescante, muy querido por las chilenas y los chilenos. No nos mareamos con las encuestas, donde a veces se está arriba o se está abajo, hoy estamos en una buena curva, pero las encuestas no son razón para modificar nuestro actuar. La buena impresión que existe del liderazgo del Presidente Boric está sobre todo en la cercanía que tiene con las personas y, además, sus compromisos programáticos de Gobierno que están avanzando, con justicia social, con un Estado que atiende tanto las urgencias como las reformas estructurales y que camina en un buen sendero, en conjunto con el gabinete presidencial y en conjunto también con una fuerza social.

¿Dónde están las prioridades de la agenda 2023?

Espero que resolvamos de buena forma la cuestión constitucional. La necesidad de un nuevo pacto social y democrático es una prioridad absoluta para las izquierdas y para todas las fuerzas democráticas. En ese sentido, llegar a buen término con el proceso de escritura de la nueva Constitución, que sea legítima y reconocida como propia por toda la ciudadanía a través del plebiscito a que será sometida, es fundamental. No se requiere solamente un proceso constituyente, sino un proceso constituyente que cambie la relación entre el Estado y las personas, eso es muy importante. Hoy la derecha muy dogmática está tratando de hacer un juego de máscaras, de confundir, diciendo que si bien estuvieron de acuerdo con la idea de un Estado social, ahora retroceden, sin decir que retroceden, comentando que en realidad la subsidiaridad está en el corazón de las necesidades de Chile, que es clave que eso forme parte del nuevo texto constitucional. Hacen argumentaciones engañosas, enredadas, en que plantean que si el Estado social no va acompañado de la subsidiaridad, aquello termina con la iniciativa privada, cuestión que es conceptual, política e históricamente falso. Todo el arco político afirmó que existe el arco para el privado, pero que es distinto que tener un Estado social, donde el Estado tenga una especial preocupación y un especial rol en cuanto a garantizar los derechos, lo que no es incompatible con la participación de privados, y donde tenga un rol en combatir la desigualdad y las injusticias que existen en nuestra sociedad.

Para el contenido de la nueva Constitución es fundamental la correlación de fuerzas que se dé en el Consejo Constitucional. Comenzó la campaña para elegir a las y los integrantes de ese órgano. ¿Qué característica debería tener esta campaña, específicamente la lista “Unidad para Chile”?

La lista “Unidad para Chile” representa de forma nítida la búsqueda de un pacto social y democrático sin letra chica, sin engaños, sin adjetivos complementarios. Representa una voluntad de articularnos para hacer mayorías transversales y sólidas. Por eso a la lista “Unidad para Chile” se le reconocen como el esfuerzo que logró la máxima unidad para enfrentar este desafío constitucional, en un momento difícil, de reflujo, que requiere de la mayor unidad y articulación de las fuerzas de cambio. Vemos que esta lista tiene la posibilidad de tener un buen resultado electoral, y en conjunto con la lista del PPD (Partido por la Democracia), radicales y la DC (Democracia Cristiana) constituir en el Consejo Constitucional una mayoría sólida que defienda aquellos puntos que tenemos en común y, desde luego, que la Constitución de (Augusto) Pinochet quede atrás.

 

“Hemos logrado establecer confianzas”

¿Es muy tensa, convulsa, la relación entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático?

Diría que progresivamente hemos logrado establecer confianzas. Hemos ido trabajando para que nuestra diversidad sea una seña de potencia y no de debilidad. Cuando hemos trabajado en conjunto, de forma plena, se ha mostrado como una tesis correcta, acertada. ¿A qué me refiero? A fines del año legislativo, en enero, teníamos acuerdo en 40 horas, en la reforma tributaria, en la de pensiones, logramos enfrentar con total unidad las infundadas acusaciones constitucionales que presentaron uno y otro sector de la oposición. La cohesión que logre constituir el bloque de Gobierno es una condición necesaria para que las políticas públicas que queremos llevar adelante y las reformas estructurales vean un buen camino y se cumpla el programa de Gobierno.

¿En Convergencia Social están conformes con la representación que tienen en el Gobierno?

Lo que nos representa es cómo se lleva adelante el programa, cuales son las políticas públicas que caracterizan a este Gobierno. Nos sentimos no solamente representados sino muy orgullosos de ser parte del Gobierno y creemos que los distintos partidos políticos que son la casa de ministras y ministros, subsecretarios, delegados regionales y presidenciales, seremis, no han sido un impedimento, por el contrario, hay una diversidad que le suma al Gobierno y que permite que tengamos transversalidad.

Se habla de las dos almas del Gobierno, en algún momento el Presidente Boric habló de llegar a constituir un solo conglomerado, ¿es una conversación pendiente, se pueden terminar estos cuatro años con la existencia de dos almas?

Nadie podría decretar la política de alianzas del conjunto de diez partidos oficialistas. Pero creo que en cada uno de los partidos existe un convencimiento pleno de que nuestra unidad  de propósitos es aquello que le da sentido a ser Gobierno en conjunto. Nuestra voluntad es que para que el programe avance seamos una sola fuerza oficialista, que haga de sus matices algo que se conversa al interior, algo que se procesa y se acuerda y que luego salgamos todos a defender en conjunto.

Las fuerzas de la derecha están tratando de avanzar apropiándose del resultado del plebiscito de una forma poco aterrizada, hay una ola conservadora tratando de volver, hay una asolada que nos quiere decir que nuestros sueños de justicia que se expresaron en las movilizaciones en el estallido social, en el pasado proceso constituyente, no valieron nada y que se necesita regresar a esa nostalgia de que en el país no hay conflictos, donde las cosas que no se resuelven no se miran.

Nosotros no creemos en eso, creemos que la realidad social, por dura y compleja que sea, hay que enfrentarla. Por tanto, con la derecha así, azuzada, creyéndose mayoritaria, buscando boicotear y poner en duda las principales reformas del Gobierno, buscando poner en duda la voluntad de cambio que es mayoritaria en Chile, todas las fuerzas democráticas y que creemos en el programa del Presidente Boric, tenemos que estar juntas.

“Este Gobierno está generando una buena síntesis política”

Usted representa a nuevas generaciones en política, Convergencia Social no tiene 100 años, tiene unos cuatro años de existencia, y desde sectores del oficialismo se insiste en que deben llegar los que sí tienen experiencia, los que llevan muchos años en estas lides políticas, los que acumularon trabajo en el Estado, ¿qué sienten cuando se plantea eso?

Convergencia Social nace, formalmente, hace tres o cuatro años atrás, pero en realidad es heredera de una tradición política que tiene ya algo más de una década, desde el autonomismo, el mundo libertario, y en general de una generación que se movilizó, que fue parte de movimientos sociales feminista, estudiantil, territorial, y que decidió constituir una alternativa política en el entendido que el campo político tal cual se vivió en la transición, no tenía espacio donde sintiéramos plenamente y con autonomía  pudiéramos expresar nuestro programa político. Estos partidos, efectivamente, tienen menos décadas en el cuerpo, pero tiene algo bastante refrescante. Nos permite preguntarnos constantemente cómo hacer las cosas, cómo hacerlas mejor, tenemos mucho interés en estudiar qué ha salido bien y qué ha salido mal en otros partidos para no cometer esos errores y buscar que nuestra propuesta también se constituya en un proyecto histórico. Los años que llevamos han sido convulsos, han sido rápidos, pero hemos visto que tenemos representación de mucha relevancia en el pueblo de Chile.

Dicho eso, ni las juventudes por sí solas, ni los jóvenes por el sólo hecho de ser jóvenes, prístinos, sanos, no mañosos, son inmaduros e inexpertos. Como contracara, las personas que tienen más edad, por ese hecho, son mañosos o experimentados. Creo que este Gobierno está generando una buena síntesis política entre la experiencia en las movilizaciones, en los nuevos debates, en la experiencia, en la administración política, en la negociación política, en buscar un mejor equilibrio para que nuestra voluntad de cambio de buenos frutos.

Para algunos es fácil ningunear a la juventud porque sí, nos parece que eso no es correcto, ni tampoco desde nuestra vereda denostar la experiencia porque sí. Nosotros desde la organización autonomista y desde Convergencia Social siempre hemos mirado con mucho respeto al Partido Socialista, al Partido Comunista, su gran elaboración teórica y conceptual, sus grandes dirigentes, pero sí en un momento determinado nos levantamos como partido político con autonomía.