Los asesinatos de los hermanos Vergara Toledo y de Paulina Aguirre

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Crímenes cometidos por Carabineros y agentes de la CNI en contra de jóvenes que luchaban contra la dictadura. En los tres casos, los agentes del Estado actuaron de manera artera y cobarde. La caída de esos muchachos antidictatoriales dio origen a la realización, cada año, de la jornada Día del Joven Combatiente.

Equipo “El Siglo”. Santiago. 29/3/2024. Se insiste en que la memoria es fundamental en la historia de los pueblos y que el recuerdo de quienes dieron su vida por los derechos del pueblo y la defensa de su dignidad, nunca deben ser olvidados.

Es el caso de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, asesinados por Carabineros, y de Paulina Aguirre Tobar, ultimada por agentes de la CNI. Los tres, el 29 de marzo de 1985, cuando eran parte de la lucha contra la dictadura.

Los hermanos Toledo participaban en la comuna de Estación Central, en los alrededores de Villa Francia, en acciones antidictatoriales, cuando en la intersección de las avenidas Las Rejas con 5 de Abril, cuando fueron interceptados por un contingente de Carabineros, quienes dispararon, hiriéndolos en un inicio, y luego los remataron.

La Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación indicó que se llegó “a la convicción de que Rafael Vergara fue ejecutado por agentes estatales, estando ya herido y en poder de quienes lo mataron, en violación de sus derechos humanos. Respecto de su hermano, Eduardo Vergara, no pudiendo la Comisión determinar las circunstancias precisas en que se produjo el enfrentamiento ni la participación que él hubiera tenido, considera que pereció víctima de la situación de violencia política”.

Los relatos de testigos apuntan a que los dos hermanos estaban heridos, incluso intentaron acercarse entre ellos, y luego funcionarios policiales les dispararon, matándolos en el lugar.

“Dos antisociales mueren al enfrentar a Carabineros” fue la versión de la prensa de la época, afin a funcionarios de la dictadura. Claro que años después surgió la verdad. Los carabineros que asesinaron a los hermanos Eduardo y Rafael fueron condenados en agosto del 2010 tras un fallo de la Corte Suprema que rebajó las penas que le había aplicado en primera instancia el ministro que investigó la causa. Se trata de los carabineros Álex Ambler Hinojosa y Francisco Toledo Puente, condenados a siete años de prisión, y Jorge Marín Jiménez, con condena de 10 años y 1 día de presidio, pero en febrero de 2017 la misma Corte Suprema le concedió el beneficio de la libertad, es decir, ni siquiera cumplió la pena efectiva.

Los hermanos Vergara Toledo eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y tenían una activa participación en el movimiento social y poblacional en Villa Francia. Ese día también efectuaban una actividad en homenaje a Mauricio Maigret, joven poblador y militante del MIR que había sido asesinado en días anteriores.

Ese mismo día, por la noche, agentes de la CNI mataron a la joven Paulina Aguirre Tobar  en una “casa de seguridad” en El Arrayán. Ella también era militante del MIR y realizaba tareas operativas en contra del régimen militar.

Los testimonios de vecinos, trabajadores y la investigación judicial, apuntan a que esa casa había sido detectada por la CNI y esperaron a Paulina parapetados, y en vez de arrestarla, procedieron a acribillarla, asesinándola en el lugar y después mintiendo al decir que fue un enfrentamiento “con una peligrosa extremista”.

Pero también se conoció la verdad del hecho y por el homicidio calificado de Paulina Aguirre fueron procesados y acusados como autores Álvaro Corbalán Castilla, mayor de Ejército y jefe operativo de la CNI, Krantz Johans Bauer Donoso, teniente coronel de Ejército que dirigía la Brigada Azul de la CNI, Miguel Ángel Soto Duarte, mayor de Carabineros, alias “El paco Aravena”, Alejandro Astudillo Adonis, oficial de la FACH y Jorge Claudio Andrade Gómez, teniente coronel de Ejército.

Miguel Ángel Soto fue quien mató a Paulina y la remataron Astudillo y Andrade. Corbalán y Bauer dieron las órdenes de asesinarla, coordinaron el operativo y entregaron las versiones falsas sobre el episodio.

Paulina Aguirre ingresó al MIR a los 15 años, uno de sus nombres políticos fue “Luisa”, hija de un preso político torturado y sobrina de un ejecutado político, con su madre y padre exiliados. Siempre se caracterizó por su compromiso y valentía, desarrollando delicadas tareas en el enfrentamiento a la dictadura civil-militar.

Durante décadas, jóvenes pobladores y estudiantes, le rinden homenaje a Rafael y Eduardo Vergara Tolego y a Paulina Aguirre Tobar, recordando su ejemplo de combate, dignidad y compromiso, tomándolos como referentes auténticos para las luchas populares y la mantención de una ética política y solidaria.