Las medidas que dañan la economía cubana

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Rolando González, presidente de la Comisión de Relaciones Internacional del Parlamento cubano, apuntó al incremento de medidas del bloqueo y la inclusión de Cuba en la lista de promotores del terrorismo que elabora Estados Unidos, como obstáculos “para llevar adelante el programa de desarrollo económico y social” en la isla. Habló también de la mirada cubana a la integración regional, las relaciones con Rusia y el conflicto bélico con Ucrania y el papel que está jugando el BRICS en el escenario internacional.

Santiago. 6/2023. Rolando González Patricio es presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, y presidente alterno del Parlamento Latinoamericano y Caribeño. Estuvo en Chile para participar en la Segunda Cumbre Mundial contra el Hambre y la Malnutrición y sostuvo un encuentro con el grupo parlamentario chileno-cubano. En medio de sus actividades, tuvo un encuentro con varios medios de prensa de Chile y Cuba.

¿Cómo están viendo desde Cuba los procesos de integración en América Latina, sobre todo cuando se habla de la existencia de gobiernos de derecha, progresistas y de izquierda?

Creo que hay un consenso regional de que hay una derecha muy intolerante, muy contraria a aceptar que existe una diversidad de posturas y eso implica no respetar el derecho a la autodeterminación y no entender que cada país se dota del sistema que elija soberanamente. Hay una diversidad de izquierdas en la región, cada una con la legitimidad que le da su país, la gente que los vota y los sostiene. Son izquierdas que tienen matices. Creo que la clave no está en insistir tanto en qué diferencias podemos tener, porque esas las sabemos y las tenemos con la derecha, sino explotar al máximo, con lealtad a nuestras bases y a nuestros pueblos, todo aquello que nos une, empezando por los desafíos que tenemos, con agendas compartidas.

El paraguas que ofrece CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños),  está bien enrumbado, y es una buena oportunidad para que las izquierdas de la región puedan colaborar con una agenda regional, al igual que el Parlatino, ver en qué cuestiones podemos trabajar de conjunto y cómo se construye esa unidad dentro de la diversidad que hay en la región. 

Estados Unidos mantiene a Cuba y Venezuela en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo. ¿Cómo impacta esa situación en la agenda 2030 y otros objetivos?

El gran problema que tiene Cuba para llevar adelante el programa de desarrollo económico y social de cara al 2030, tropieza con ese regalo de los últimos días de la administración Trump, que ha mantenido (Joe) Biden. De hecho, el 23 de mayo hubo un replanteamiento de la inclusión de Cuba en esa lista, que es ilegítima, que no tiene ninguna autoridad moral Estados Unidos para hacerlo, y de hecho, en Estados Unidos, en territorio norteamericano, se han organizado los principales actos terroristas que han tenido lugar en Cuba. Tenemos las víctimas, los muertos y los lesionados y ellos imponen la lista de patrocinadores del terrorismo. 

Pero qué ocurre. Es que económicamente eso nos daña mucho, porque hay un sistema internacional diseñado para privar de financiamiento a las organizaciones terroristas, y al aplicarle eso al Estado cubano, todas las transacciones caen en esa lógica. Hace dos o tres años atrás, los bancos corrieron a cerrar las cuentas que tuvieran que ver con Cuba, aunque fueran de una embajada, violando una convención internacional. Obviamente que eso nos hace la vida muy difícil en las condiciones actuales. No es posible explicar las limitaciones económicas que tenemos en Cuba, sin tener en cuenta que hace varios años que estamos bajo estas circunstancias. Alguna vez se demostró que eso no tenía ningún sentido, y se excluyó a Cuba de esa lista, en el período de la administración (Barack) Obama, y a final de (Donald) Trump eso volvió. Esto nos limita el desarrollo del turismo, la presencia de capitales, cuando hay inversionistas decididos a hacerlos, poder vender nuestros servicios y poderlos cobrar. Cuando la pandemia (del Covid-19), Cuba desarrolló cinco candidatos vacunales, con un potencial tremendo, pero no teníamos las jeringas para aplicarlas. Estados Unidos nos negó el oxígeno cuando hubo dificultades en la única planta que teníamos y se negaron a todas las demás opciones de solución que teníamos. No es la primera vez que pasa, cuando la epidemia del dengue hemorrágico hace unas décadas atrás, hicieron exactamente lo mismo. Realmente es muy incoherente esa postura, muy arrogante, y está diseñada para generar daño al pueblo de Cuba y para justificar el bloqueo. Bloqueo que está desmoralizado, totalmente aislado en Naciones Unidas.

Hace unos días el primer ministro de Cuba fue a Rusia, una más de las delegaciones cubanas a ese país. Continúan los lazos de colaboración entre los dos países, y entremedio está la guerra Rusia-Ucrania. ¿Cuál es la posición de ustedes en este contexto?

Cuba es absoluta defensora del derecho internacional, de la Carta de Naciones Unidas, y en eso va incluido el respeto a la integridad de los países. Cuba condena abiertamente la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y por esa vía entiende que el principal responsable de la crisis que hay hoy en Ucrania es Estados Unidos, que ha fomentado, con la expansión de la OTAN, ese conflicto y la amenaza a Rusia que generó esa situación. No compartimos para nada el lugar que tiene la OTAN en el mundo, cuando ya no existe el Tratado de Varsovia, y obviamente confiamos y defendemos que haya una solución diplomática, negociada, donde se respeten los intereses de todas las partes. No aparece esa solución cuando se sigue apostando a abonar ese conflicto con una participación más directa de la OTAN. 

Ahora, nosotros tenemos una relación histórica con Rusia, desde los tiempos de la Unión Soviética, y la cooperación de Rusia con Cuba es muy importante para nosotros. Cuando Estados Unidos nos negó el oxígeno, Rusia nos puso dos plantas para generar el oxígeno que necesitaban los pacientes cubanos que se estaban muriendo. Rusia, con proyectos de cooperación, nos ha dado acceso a combustible que para nosotros es vital en las condiciones difíciles que hay con el precio del combustible. Nos ha dado créditos para adquirir insumos importantísimos, además que ha donado cantidades importantes para la alimentación. La pregunta no sería por qué tenemos esa relación con Rusia, sino por qué Estados Unidos no la tiene con nosotros. Ahí estaría la cuestión a resolver.

¿Cómo ve Cuba la relación con el BRICS (Grupo Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica)?

El BRICS podría estar siendo un anuncio del mundo que será. El mundo bajo hegemonía norteamericana, léase de la OTAN y del dólar, está comenzando a dar muestras de agotamiento. Hace 20 años, los politólogos tenían el convencimiento de que la hegemonía norteamericana estaba en crisis, pero no se avizoraba un relevo en ese juego hegemónico. Hoy esa pugna es mucho más evidente, avanzamos hacia un mundo menos unipolar, y a relaciones más multipolares, compartidas, más entre iguales, con un mayor peso del Sur y países en vía de desarrollo, un mundo que no necesariamente sería regido por Occidente. Eso será un golpe importante que nos lanzará a tener un proceso de democratización de las relaciones internacionales. El BRICS son países con economías crecientes, con un peso económico importante, que le están dando un jaque a la hegemonía del dólar, que es un instrumento del predominio. Cuba tiene vínculos importantes con la mayor parte de los integrantes del BRICS. Tenemos relaciones con Rusia, con China, con Sudáfrica, con la India, con Turquía, con Irán, tenemos cooperación e intercambio. 

Se va a celebrar próximamente la Cumbre entre la Unión Europea y la CELAC¿qué perspectivas hay con esa Cumbre?

El acercamiento que he tenido a esa Cumbre es del ámbito parlamentario, del Parlatino, y hay un conjunto de reclamos y de posturas del bloque latinoamericano frente esa Cumbre, hay una acumulación de deudas en esa agenda y que debería abordar problemas tan urgentes como la crisis alimentaria mundial. Es una relación compleja, somos diferentes, pero creo que tenemos el patrimonio, el capital de estar dispuestos a dialogar y construir caminos.

Usted tuvo una reunión con un grupo parlamentario chileno, ¿qué expectativas se abren?

Soy presidente del grupo parlamentario de amistad con Chile, me recibió el diputado Boris Barrera, había una representación numerosa del grupo parlamentario chileno-cubano, y fue un encuentro magnífico, muy cálido, muy amigable, en que abordamos cuestiones de mutuo interés, incluido la incorporación de Cuba a esa lista terrorista (de Estados Unidos) y el impacto que tiene en nuestra economía, el bloqueo económico. La construcción de un canal de intercambio de información es importante, porque lamentablemente sigue existiendo una hegemonía mediática y los amigos necesitan saber cómo están los amigos, porque no pueden guiarse por lo que dicen determinados órganos de prensa. Así que es también la manera de tener intercambios regulares de información, de compartir inquietudes y de compartir proyectos. 

Cuba fue afectada por una enormes lluvias, afectándose una gran área del territorio, que se suma al impacto de otros fenómenos naturales, accidentes, está el tema del bloqueo permanente, ¿cuál es la situación, en general, de la población cubana, el tema energético, transporte, alimentación?

Hemos tenido una dificultad de incumplimiento de los suministradores de combustible, lo que nos generó un déficit que, para no paralizarnos, hubo que dosificar su suministro, hubo que entregar 400 toneladas diarias en vez de 600, eso trajo una afectación. Cuba, cuando no existía la situación actual, con bloqueo pero no con estos agravantes de ahora, por nuevas medidas de Estados Unidos, llegó a producir la mitad del arroz, el frijol y la canasta básica que se necesitaba, y hoy estamos muy por debajo de esa cifra y el país tiene que importar todo ese alimento. Son los productos subvencionados que el Estado asume para garantizar que nadie se quede desamparado y que pueda haber una canasta básica que no cubre todas las necesidades pero que está sobre las espaldas de la economía cubana y que se hace difícil mantenerla con un incremento de la obligación de importar porque hay déficit de producción en el país. Es parte de las complejidades que tenemos y estos desastres naturales agravan la situación.