La renuncia de Patricio Fernández

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Casi 200 colectivos de derechos humanos y legisladores pidieron al Gobierno que cese en funciones el escritor como coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. No sólo el último episodio de sus declaraciones en Radio Universidad de Chile tenía molestos a sectores de DDHH e izquierda.

Equipo “El Siglo”. Santiago. 3/7/2023. Nunca fue de total agrado en el mundo de los derechos humanos (DDHH) y de la izquierda la designación del escritor y ex director de The Clinic, Patricio Fernández, como delegado presidencial para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. No siempre se dijo en público, pero ahora, después de una declaraciones en Radio Universidad de Chile sobre “razones y motivos” de la asonada golpista, públicamente casi 200 colectivos de DDHH y legisladores, pidieron al Gobierno la renuncia de Fernández.

Considerado “un hombre liberal, pos modernista”, que “no tiene ascendiente en materia de derechos humanos”, desconocido para representaciones de DDHH del país, nunca tuvo real sintonía, por ejemplo, con las agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura, o con representaciones de Sitios de Memoria, fundaciones y otros organismos vinculados al tema. De hecho, su designación causó sorpresa, cuando se esperaba que el cargo de coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe lo ocupara alguien ligada o ligado históricamente a las luchas de los derechos humanos. Pero, con todo, Patricio Fernández es una persona de confianza del Presidente Gabriel Boric y el mandatario puso en sus manos la organización y tareas del Gobierno en torno de la efeméride del derrocamiento del Presidente Salvador Allende.

Es obvio que la exigencia de dimisión es un tema político, además de cruzar el ámbito de los derechos humanos. Por tanto, no parece una decisión simple la del Presidente Boric, menos porque según versiones de prensa, parecería compartir la idea en cuanto a que Fernández no emitió declaraciones negacionistas, ni justificó el golpe de Estado. Como sea, esto complica las ya polémicas definiciones y acciones en torno de la conmemoración del cincuentenario del derrocamiento de Allende.

El párrafo de la declaración de Patricio Fernández que generó el escenario actual, dicho en un programa de Radio Universidad de Chile, entrevistado por el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Manuel Antonio Garretón, fue el siguiente: “O sea, ¿cuál creo que es el empeño central al que estamos retados a estas alturas? La historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado. Eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo. Lo que uno podría empujar, con todo el ímpetu y con toda la voluntad, es decir: ‘Okey, los historiadores y los politólogos podrán discutir por qué y cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos intentar acordar es que sucesos posteriores a ese golpe son inaceptables en cualquier pacto civilizatorio’”.

Eso motivó que unos 170 colectivos de derechos humanos, organizaciones sociales y de la sociedad civil, de varias regiones del país, hicieran llegar al Presidente Boric, una “solicitud de revocación de cargo de Coordinador Interministerial para la Conmemoración de los 50 años, Patricio Fernández Chadwick”. 

En el documento, entregado en La Moneda, se parte afirmando que “la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Red de Sitios de Memoria, organizaciones de Defensa y Promoción de Derechos Humanos y de la sociedad civil que al final del documento se individualizan, tenemos una profunda decepción de las expresiones que en forma reiterada ha realizado el señor Patricio Fernández Chadwick, encargado gubernamental de la conmemoración de los 50 años del golpe civil y militar, quien de manera muy liviana ha eludido condenar el Golpe de Estado sedicioso realizado por los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el Director General de Carabineros y que puso fin a la institucionalidad democrática del país el 11 de septiembre de 1973”.

Se añadió que “es un hecho indiscutible la ilegitimidad originaria de la dictadura civil militar cuando una Junta Militar, acompañada de civiles cómplices, se salió de los cauces constitucionales y democráticos, configurando un acto de usurpación del poder de forma ilegal, arrogándose el derecho de asumir el mando supremo de la nación”.

La solicitud de renuncia de Fernández siguió así:

“El señor Patricio Fernández Chadwick encargado de la conmemoración de estos alevosos hechos, no condena el golpe de Estado, restándole valor y desconociendo la relación de causa y efecto entre el golpe de estado y las violaciones a los derechos humanos, las que solo son explicables por el golpe militar. Es una muy mala señal que Patricio Fernández Chadwick, con el cargo que ostenta, no condene el golpe de estado y relativice ese acto fundacional de la criminalidad más brutal que partió el mismo 11 de septiembre de 1973.

“Repudiamos la mirada que ha quedado al descubierto con el silencio condenatorio del golpe militar del encargado gubernamental de conmemorar los 50 años del Golpe de Estado, el Nunca más no tiene significado si no se condena el golpe militar y la secuela de hechos criminales que se desarrollaron durante los 17 años de dictadura. Separar los crímenes de lesa humanidad del golpe de estado, es relativizar hechos que constituyen un agravio a la democracia, a la vida, la libertad y la dignidad humana.

“Por lo anterior, solicitamos al Presidente de la República de Chile, revoque el cargo de coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe al señor Patricio Fernández Chadwick y ponga en su lugar a una persona que presente un compromiso con la verdad histórica ineludible de estos actos y que sirva de motor en esta conmemoración de los 50 años del golpe civil y militar y que refleje con una verdad histórica el lema del gobierno que ha impulsado en este año, “Democracia es Memoria y Futuro”.

Esos argumentos, más la cantidad y características de quienes firmaron la solicitud, fue un balde agua fría y con repercusiones políticas que, de paso, generan un ruido de alta intensidad en el desarrollo de las actividades oficiales por los 50 años del golpe de Estado.

Además de quienes encabezan el documento, entre los firmantes están la Comisión Chilena de Derechos Humanos, agrupaciones de familiares de víctimas de la dictadura de una decena de regiones, la ANEF, la CUT, Centro de Salud Mental y Derechos Humanos (CINTRAS), comisiones de DDHH de los Colegios de Psicólogas y Psicólogos, de Enfermeras, Contadores y Antropólogas y Antropólogos, Comisión Ética Contra la Tortura, Comunidad Ecuménica Martin Luther King, Confederación Nacional de Trabajadores del Cobre, Consejos de Usuarios y Usuarias PRAIS de varias ciudades, Coordinadora Feminista 8M, Coordinadora No Más AFP, Coordinadora Víctimas y Familiares de Trauma Ocular, Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU), Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Schouwen Vasey, Fundación PIDEE, Mujeres por la Memoria y la Vida, Secretaría de Memorias y Derechos Humanos FECH, entre otras organizaciones.

Se sumaron diputadas y diputados

Pero las cosas no quedaron ahí. También un grupo de legisladoras y legisladores se sumó a la petición de que Patricio Fernández Chadwick renuncie o sea removido de sus funciones para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado civil-militar.

La diputada Carmen Hertz expresó que “queremos manifestar nuestro profundo respaldo y adhesión a la petición de diversas organizaciones de derechos humanos, agrupaciones de víctimas de todo el país y confederaciones sindicales, y que han enviado al presidente de la República con el fin de remover a Patricio Fernández como coordinador de la conmemoración de los 50 años del Golpe”. La también abogada de derechos humanos sostuvo que “entendemos que quien desempeñe ese cargo tiene que ser una persona que, con toda claridad, sin ambigüedades y sin retractaciones posteriores, tenga claro que el golpe de Estado fue, es y será un crimen contra la humanidad, y que fue el crimen fundacional del terrorismo de Estado que la dictadura impuso en Chile durante 17 años”.

La parlamentaria Lorena Pizarro (PC) manifestó su preocupación ante la “gravedad” de que se relativice un golpe de Estado, cuestión que, a su juicio, ha hecho Fernández. “Nos parece en extremo grave que quien es responsable de esta coordinación no solo no haya hecho una propuesta como Estado en relación a una fecha de tanta importancia sino que, en sus declaraciones, en sus expresiones ante la prensa, más bien parece una persona que relativiza lo que significó el inicio de una dictadura cívico-militar, el golpe de Estado a un Gobierno democráticamente electo, lo que resulta impresentable”.

“No aceptamos la presencia de sujetos que creen cuando hablamos de violaciones a los derechos humanos se relativiza todo y finalmente todas las posiciones caben, porque cuando se acepta esa lógica lo que se acepta es el negacionismo, es la impunidad”, agregó la expresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desparecidos. 

El diputado socialista, Juan Santana, afirmó que el golpe de Estado se debe condenar “sin medias tintas”, y con las víctimas en el centro y no a los victimarios. “Patricio Fernández no puede seguir a cargo de esta conmemoración porque no se puede querer buscar un relato común con quienes justifican un golpe de Estado y las violaciones a los derechos humanos. Esto no es una política pública ni un programa de Gobierno que se pueda implementar en la medida de lo posible, acá se condena el Golpe cívico-militar sin medias tintas, y no vamos a permitir que se mancille nuestra memoria histórica. A las víctimas de violaciones a los derechos humanos y a los familiares de detenidos desaparecidos ya se le ha exigido mucho y la conmemoración de los 50 años los debe tener a ellos en el centro y no a los victimarios”.

“En ningún momento justificó el golpe”

El entrevistador de Patricio Fernández, Manuel Antonio Garretón,  afirmó, en medio de la polémica, que el periodista “en ningún momento justificó el golpe”. Expresó que “los errores de la UP existieron y no tienen nada que ver con el golpe militar. Usted no puede mirar al futuro si no condena el máximo crimen que se ha cometido en la historia de Chile, y los únicos responsables del crimen son quienes lo cometieron”.

El propio exdirector de The Clinic, puso en Twitter que “jamás he justificado el golpe. Muy por el contrario. Soy un convencido de que cuidar y defender la democracia es una tarea inclaudicable. Necesitamos escucharnos más”. Y exhortó a escuchar completa la entrevista que se le hizo.

En declaraciones a la prensa este día, sostuvo que “uno se ha dedicado buena parte de su vida a que sea justamente la verdad y la historia compartida lo que más se sepa, de manera que no sólo no soy un negacionista, sino que soy un activo corrector de eso”. Confesó que “he pensado de todo” y enfatizó que “uno está aquí para tratar de ayudar y que haya una conmemoración lo más inclusiva, amistosa, reflexiva y productiva posible. Todo lo que sea ser útil para eso, muy bien, y lo que sea inútil para eso, dificultoso para eso, que se solucione”.

Para algunos, esa declaración abrió la opción de una renuncia, pero hubo varias versiones extraoficiales en cuanto a que no está en carpeta de La Moneda adoptar esa decisión, al menos en estas horas.

La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, expresó que “la posición del Gobierno es una: en estos 50 años donde conmemoramos este fatídico hecho, el llamado obviamente es reflexionar, pero reflexionar en post de proteger y fortalecer nuestra democracia, porque cuando hablamos de memoria y cuando hablamos del pasado, hablamos también del presente y sobre todas las cosas del presente, porque la historia tiene que enseñarnos, tiene que ser un aprendizaje para cómo mejor convivimos y cómo defendemos las reglas del juego democrático hoy y a futuro”. Ante la consulta de si Patricio Fernández se equivocó y si el llamado también es para él, indicó que “también fue un llamado hacia él”.

Tensiones anteriores

No es la primera vez que desde las agrupaciones de familias de ejecutados políticos y detenidos desparecidos surge un reclamo en torno del ahora funcionario de Gobierno.

Hace unas semanas, en declaraciones al diario La Tercera, Alicia Lira, presidenta de la AFEP, declaró que en un encuentro para conocer el despliegue de actividades oficiales, “Patricio Fernández nos presentó una diapositiva con una idea que para nosotros fue un poco dura y burlesca. Ellos buscaban hacer del aniversario un día festivo, casi un festival o un show”. 

Aunque no se ha querido explicitar públicamente, extraoficialmente se sabe que hay aprensiones respecto a la gestión de Fernández en el seno de fundaciones, Sitios de Memoria, museos, entidades académicas, partidos políticos, cuestionando que le está imprimiendo al cincuentenario de la asonada golpista un relato retórico, exageradamente reflexivo, revisionista y excesivamente acotado a actividades artísticas y culturales, restando fuerza al auténtico significado del golpe de Estado, su carácter criminal y sangriento, sus efectos sobre el pueblo y sumándose al discurso de que todos los sectores deben conversar y atender las respectivas miradas.

“Le falta fuerza de memoria y de condena al relato del Gobierno” comentó un personero de una entidad de DDHH y muchos atribuyen eso a la mirada que tiene Patricio Fernández. Aunque en el mundo de DDHH y de izquierda tampoco hay mucha tranquilidad y coincidencia con lo que está haciendo el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, hasta el detalle de cuestionar “esa flor de conmemoración, que nadie entiende qué tiene que ver con un hecho trágico y duro en nuestra historia”, como comentó una dirigenta de DDHH. Lorena Pizarro enrostró al Ejecutivo el no tener un plan concreto para la conmemoración del golpe de Estado y llamó a que se presente lo antes posible algo al respecto.

Además, hay versiones de que la coordinación interministerial de los 50 años dejó de funcionar activamente, y que representantes de las agrupaciones de familiares de las víctimas han salido “muy decepcionadas” de algunas reuniones.

Pero en concreto, esta petición de renuncia del coordinador interministerial es la constatación más explícita y elocuente de diferencias fuertes que aparecen en el desarrollo de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.