La instalación del relato salvador de la derecha

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Un tono establecido después el trágico fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera. Sin embargo, aterrizando en concreto, no se sabe si todo ese relato llevará a que la oposición se abra a acuerdos en materia de reforma previsional, salga de criterios rígidos como rechazar siquiera la idea de legislar, abra puertas a modificaciones tributarias, permita avanzar en reforma a las pensiones, acepte medidas como levantar el secreto bancario para perseguir a los narcotraficantes y el crimen organizado, termina la ola de corte de cabezas en el gabinete ministerial y equipos presidenciales, y valide diálogos conducentes y constructivos con el Gobierno.

Patricia Ryan. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 16/2/2024. 1.-Es claro que el trágico fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera le modificó la agenda política y comunicacional a la derecha. La figura del exmandatario no sólo pasó a ser objeto de emotivos y extendidos homenajes, sino que se quiso establecer en él, desde la oposición, el ejemplo a seguir como línea política (fue un guía, se sostuvo), sobre todo respecto a su gestión, aportes al Estado y políticas públicas, capacidad de tender puentes con el Gobierno y el oficialismo y apuntalar a una centroderecha que, con él, llegó dos veces a la presidencia.

2.-Guste o no, quedó evidenciado, sobre todo en los dos principales medios de prensa afines a Piñera y la derecha, y en distintas vocerías, la intención de la derecha de omitir totalmente los casos de corrupción, irregularidades, procesamientos y cuestionamientos al expresidente respecto a infinidad de negocios, inversiones y gestiones financieras, que incluyeron su condena a prisión en tiempos de dictadura y menciones de evasión de impuestos llevando millonarios montos a paraísos fiscales. Tampoco se ha colocado en el tapete las decisiones políticas del exmandatario vinculados a sistemáticas y masivas violaciones a los derechos humanos, su pretensión de derrocar al Presidente de Venezuela, sus aprovechamientos mediáticos, las pugnas intersector en la derecha y sus actuaciones y declaraciones como decir que el país estaba en guerra, que contra él se quiso dar un “golpe de Estado no tradicional” o en plena pandemia tomarse una foto en la vacía Plaza Dignidad, centro de protestas durante la revuelta social en 2019.

3.-A partir de Sebastián Piñera se ha planteado la existencia de un legado que, salvo referencias a temáticas generales no se aterriza en cuestiones precisas, y que pondrían al país en el camino correcto. Colaboradores del expresidente llevaron a La Moneda la propuesta para la reconstrucción de zonas en la Región de Valparaíso después de los incendios forestales, diciendo que tenía el sustento de ideas de Piñera. Se sostuvo que a partir de “las miles de personas” que fueron a homenajear al exjefe del Ejecutivo y las vocerías de multiplicidad de actores políticos, Sebastián Piñera encarna ahora la necesidad del diálogo, del encuentro, de la buena política, todo con un sentido republicano. Se dijo que ahora Chile Vamos, para honrar al exmandatario, afinará su unidad y un trabajo en común que inclusive podría considerar al ultraderechista Partido Republicano. De paso, y quizá contradictoriamente, en la oposición se acentuaron duros cuestionamientos a ministras y ministros y se lanzaron toda suerte de recriminaciones y acusaciones al Partido Comunista y el Frente Amplio.

4.-Aterrizando en concreto, no se sabe si todo ese relato llevará a que la oposición se abra a acuerdos en materia de reforma previsional, salga de criterios rígidos como rechazar siquiera la idea de legislar, abra puertas a modificaciones tributarias, permita avanzar en reforma a las pensiones, acepte medidas como levantar el secreto bancario para perseguir a los narcotraficantes y el crimen organizado, termina la ola de corte de cabezas en el gabinete ministerial y equipos presidenciales, y valide diálogos conducentes y constructivos con el Gobierno. También que aporte en situaciones de investigación y procesos en materia de derechos humanos y no siga frenándolos. Son, en realidad, varias materias y varios temas en los que la oposición podría hacer lo que dice que representaba Sebastián Piñera, pese a que ello, con evidencia en mano, significaría cambiar posturas obstruccionistas y sumamente conservadoras mantenidas hasta la fecha.