“La clave está en la capacidad de movilizar un voto popular, femenino, joven”

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El teólogo y Rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Álvaro Ramis, en medio de la campaña por nueva Constitución, acentuó también que “se está gestando una movilización creciente por el Apruebo, que es significativa e incremental. Asume a sindicatos, a organizaciones populares que están haciendo una campaña descentralizada, tendiente a la movilización de quienes serán decisivos en esta ocasión”. El también columnista sostuvo que “precisar temas de forma y plazos y aclarar conceptos en el espíritu de la misma nueva Constitución puede ayudar a la campaña del Apruebo, generando confianza”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 05/08/2022. ¿Qué te parece que se esté planteando un acuerdo para ver puntos a mejorar o modificar del nuevo texto constitucional?

En principio todo texto es perfectible, y seguramente la implementación de la nueva Constitución, como en muchos otros casos anteriores, va a requerir precisiones y ajustes a la realidad territorial y concreta, en especial en el marco del diseño institucional. Lo que no me parecería adecuado es alterar la voluntad de los 2/3 de la Convención Constitucional en materias de fondo, en los derechos ahí consolidados, ya que ahí está representada la voluntad popular que se expresó en ese espacio, en tanto poder constituyente.

 

Más allá de cómo ocurra ¿no es pasar por encima de la Convención Constitucional que redactó el texto y que fue elegida democráticamente?

Precisar temas de forma y plazos y aclarar conceptos en el espíritu de la misma nueva Constitución puede ayudar a la campaña del Apruebo, generando confianza. Pero, lo que no cabe es enmendar a la Convención en aspectos esenciales tales como los derechos fundamentales que se garantizan, los elementos claves del diseño del sistema político, etc. De ahí que sean bienvenidas todas las precisiones posibles y aclaraciones deseables, pero no cabe una enmienda constitucional. 

 

Los dichos del ministro Giorgio Jackson auto estableciendo supremacía moral sobre otras generaciones, la filtración de un WhatsApp de la ministra Izkia Siches dirigido a presidentes de partidos del oficialismo, la del ministro Nicolás Grau diciendo que la inflación benefició a las Pymes, y todo el debate que generaron esos episodios, ¿cómo impacta en el Gobierno y en la campaña del Apruebo? ¿Poco, mucho, es pasajero?

Creo que no se deben alimentar polémicas artificiales, por lo que es necesario apoyar decisivamente al gabinete frente a temas que sólo resultan anécdotas sin importancia más propias de una discusión escolar. Por eso hay que dar vuelta la página a este tipo de polémicas para concentrarse de cara al plebiscito. La derecha trata de instalar discusiones artificiales, que en este momento no contribuyen a los objetivos concretos que se juegan el 4 de septiembre.

 

En tu columna habitual en Le Monde Diplomatique-Chile hablas del “bestiario político del Rechazo”. ¿Se viene una catástrofe si ellos ganan?

Creo que un triunfo del rechazo sería un retroceso histórico, porque afectaría no sólo el curso del actual Gobierno, sino al curso del país en su conjunto. Nos condenaría a mantener el ciclo de deterioro de nuestro modelo económico-productivo por décadas. Agudizaría la violencia social, especialmente en La Araucanía. Generaría condiciones de desafección política que sólo alimentarían nuevos ciclos de anomia de los sectores más excluidos. Y terminaría el ya avanzado proceso de desgaste de las instituciones del Estado: en ese contexto una salida autoritaria, alimentada por la ultraderecha con (José Antonio) Kast y sus seguidores no es descartable. 

 

¿Se repiten en Chile los formatos catastrofistas, del caos y el desorden, de la afectación de libertades personales, cuando el país está frente a procesos transformadores?

La campaña del terror es un cuadro tradicional en las elecciones, ya que es el arma predilecta de la derecha. Pero en esta ocasión este miedo se acompaña de acciones determinadas y diseñadas para crear un clima de desgobierno. Ello no se condice con las acciones ya tomadas por el Gobierno, y sus efectos concretos, que quedan opacados  por el ruido mediático que crean los medios de comunicación corporativos que asumen la agenda del terror como un discurso propio. 

 

¿Crees que lo convulso que vivimos es porque estamos entrando a otra época y con otros actores?

El 4 de septiembre, en tanto se decante el proceso, se comenzará a vivir un proceso político distinto, que exigirá a conversaciones muy importantes de cara a la gobernabilidad. Pero eso se debe dar de cara a la ciudadanía, no en un conciliábulo secreto. En ese contexto, es necesario enfrentar la desafección y desconfianza de los sectores sociales más desaventajados, para mostrar en la nueva Constitución la posibilidad de una transformación efectiva. Si no se logra se puede augurar un escenario cada vez más polarizado, sin que existan nuevos recursos políticos adecuados para la gestión de una crisis, signada por la deslegitimación de las instituciones. 

 

Llama la atención que con la revuelta de 2019 y el plebiscito de 2021, varias y varios actores tradicionales de la política quedaron a un lado. Y resulta que ahora retoman protagonismo…

Es lo que yo he llamado el regreso de los zombis. Han resucitado a figuras políticas desprestigiadas y ya superadas, pero arraigadas en los procesos políticos de los últimos 30 años con la esperanza de referenciar voces que puedan quebrar al electorado proclive al proceso de cambio. Es una estrategia que posee muy limitado efecto a mi juicio, ya que no se juega allí la elección. La clave está en la capacidad de movilizar un voto popular, femenino, joven. 

 

En contrapunto, ¿cómo ves en estos momentos el comportamiento del movimiento social y de la sociedad civil

Es evidente que se está gestando una movilización creciente por el Apruebo, que es significativa e incremental. Asume a sindicatos, a organizaciones populares de todo tipo, que están haciendo una campaña descentralizada, que crea un clima de opinión centrada en audiencias muy distintas y focalizadas, tendiente a la movilización de quienes serán decisivos en esta ocasión. Si no se cae en las provocaciones y campañas de engaño, despiste y confusión que instala la derecha, es posible enfrentar con mucha fuerza esta coyuntura.