“Hemos actuado con toda la transparencia que exige la ley”: Dafne Concha, concejala de Santiago

Compartir

Afirmó que “no hay nada que nos haga decir, bajemos la compra” en relación a la Clínica “Sierra Bella”, y dijo que se está esperando lo que diga la Contraloría de la República. En entrevista habló también de temas de seguridad, la basura y gestión municipal y precisó que “apuntamos a lo que debe ser un gobierno local vinculado a la gente, con la gente participando”.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 02/03/2023. Dafne Concha Ferrando fue electa concejala de la comuna de Santiago con la primera mayoría. Es una mujer que viene del mundo social, del trabajo territorial, de batallas por la educación, con una militancia de años en el Partido Comunista. Ahora está metida de lleno en la institucionalidad de la Municipalidad de Santiago y le tocan temas como la polémica formada por la compra de la Clínica “Sierra Bella” y otras situaciones de gestión.

 Con la polémica generada en torno de la compra de la Clínica “Sierra Bella”, ¿en qué momento se encuentran y cuál es su mirada como concejala de Santiago?

Estamos en un momento de espera porque la Contraloría dijo que se parara el proceso mientras no se pronunciara, porque hubo requerimientos en ese órgano y en Tribunales por parte de personeros de la derecha y de una concejala, que fue la única que se abstuvo en el Consejo Municipal cuando aprobamos la compra de la Clínica “Sierra Bella”. Estamos en espera, mientras tanto se ha puesto a disposición toda la documentación, toda la revisión realizada, nosotras teníamos una carpeta completa siete días antes de la votación, ahí estaban todos los antecedentes, donde estaban todos los permisos al día.

Es una Clínica que hoy no está funcionando, pero que en muy corto plazo puede funcionar, podríamos llevar a un Cesfam que atiende a 38 mil personas, y que debía construirse, lo que significaba años de espera para que la gente pudiera hacer uso de la instalación. En cambio, esta Clínica tiene la perspectiva de en un año tener funcionando el Cesfam, ocupando un piso y medio, y se sumarían unos dos pisos a disposición del servicio de salud de Santiago. Hay cinco pabellones en esta Clínica que pueden ser utilizados para el servicio de salud Metropolitano para otorgar prestaciones a toda la comunidad.

¿Tienen tranquilidad con lo que se vaya a resolver respecto a la compra? Porque la crítica es dura…

La crítica ha sido muy dura, pero nosotros tenemos plena certeza de que hemos actuado con toda la transparencia que exige la ley. Hemos operado en base a las tasaciones, el precio que se ofreció es el precio promedio de las tasaciones, no hay ninguna irregularidad desde el punto de vista de todo un proceso de esta naturaleza y de la función pública, hay probidad en esto. No hay nada que nos haga decir, bajemos la compra. Lo que pasa es que la derecha y algunos otros quieren cuestionar a las y los comunistas que tenemos las manos limpias. Ellos son los que tienen las manos sucias, como lo demuestran varios casos de corrupción en municipios donde estuvo o está la derecha, ellos quisieron enlodar este proceso sin pensar que la salud tiene que ser una prioridad y que el valor de una propiedad no es el valor comercial, sino que tiene que ver con que valorizamos la vida de las personas en la comuna de Santiago que en 20 años duplicó su población. Tenemos que atender a 530 mil personas y Santiago está cumpliendo con esa prioridad.

Además se están cuestionando a la Municipalidad temas de delincuencia, de la recogida de basura, de los servicios.

Ya lo decía, Santiago es una comuna compleja, hemos duplicado la población, hay diversidad de situaciones que estamos atendiendo y, claro, todo lo positivo de repente está invisibilizado. Mire, lo de la basura, en el período del alcalde anterior no se gestionó ni se compró ningún camión de basura, y heredamos camiones muy deteriorados, tuvimos que hacer compras de camiones, ahora estamos a la espera de diez camiones. En Santiago se retiran alrededor de 600 toneladas diarias de basura que llegan al depósito, es una gran tarea, y eso incluye crear consciencia en la población para generar una conducta distinta en el tratamiento de la basura y que todos seamos parte de la solución.

En cuanto a la delincuencia y la seguridad, hemos dedicado harto esfuerzos, es una prioridad, porque entendemos la inseguridad que viven sectores de la población en Santiago. Hemos trabajado coordinadamente con todas las instituciones, con la delegación presidencial, con Carabineros, con la PDI, y se hace una labor permanente que no es tan pública, unas son mediáticas, otras las tratamos con discreción porque no se puede entregar información de ciertas intervenciones que se están haciendo porque sería avisar a la delincuencia cómo estamos operando.

Cuando ustedes comenzaron la gestión, se habló de un Municipio democrático, feminista, participativo. Van unos dos años, ¿cuál es el balance de lo que se plantearon al comenzar?

Hemos robustecido la institucionalidad pública desde el Municipio para hacer el abordaje de lo que usted señala. Por ejemplo, la manera de utilizar el presupuesto municipal ha sido de manera participativa, le hemos dado esa potestad a la población, a las vecinas y los vecinos y ellos dicen en qué quieren que se gasten los recursos. Para nosotras es fundamental la co-gestión, no tiene sentido en una administración como esta, que habla de gobierno local, no tener a las vecinas y vecinos y a sus organizaciones participando de la toma de decisiones, debemos tenerlas. Un Municipio feminista no basta decirlo, entonces las acciones que llevamos a cabo tienen enfoque de género, tenemos un trabajo con las comunidades educativas, generamos la subdirección de género, diversidad e inclusión, y creamos la defensoría de víctimas, que tiene que ver con seguridad y género.

Cuando ustedes ganaron en las elecciones, en el caso suyo o de la alcaldesa Irací Hassler, se habló de que tenían un trabajo muy cercano con la gente. ¿Eso se mantiene?

Se mantiene, y la manera es distinta. Antes estábamos en las organizaciones sociales, en áreas como educación, Irací era concejala, éramos parte de la base social, teníamos despliegue territorial y había mucho vínculo con los colectivos sociales y vecinales. Ahora, bueno, ella es alcaldesa, varias de nosotras concejalas, es distinto, la vinculación cambia, pero la mantenemos. Tenemos a las y los gestores territoriales que son los brazos del Municipio, esta no es la administración de una persona, esos brazos se extienden, como nuestro trabajo desde las concejalías y eso tiene un valor mayor, porque la institucionalidad responde a esas organizaciones sociales, algo que antes no ocurría. Apuntamos a lo que debe ser un gobierno local vinculado a la gente, con la gente participando, mantenemos siempre abiertas las puertas de las concejalías, se refuerza el trabajo de los gestores, vamos a los territorios, todo se hace de manera transparente y las y los vecinos sienten esta cercanía. Somos tres concejalas comunistas, mantenemos nuestros vínculos, y bueno, las otras concejalías también trabajan por avanzar en el Municipio.

A propósito, el Partido Comunista tiene unas cinco alcaldías en todo el país, y muchas y muchos concejales, está Santiago, la comuna más grande del país, hay alcaldías en el sur y el norte, están Recoleta y Lo Espejo. ¿Cómo ve la gestión municipal de las comunistas y los comunistas?

Lo más importante de la gestión de las y los comunista a nivel de alcaldías y concejalías, es la cercanía con la gente, esta identificación que existe entre pares. No somos personas que llegaron no sé de qué parte y se les instaló con una campaña mediática, sino que somos dirigentas y dirigentes que conocemos la realidad comunal porque fuimos y somos parte de la comunidad, vivimos los mismos problemas que nuestros vecinos y vecinas, esa es una diferencia con otros, que nos marca.

Entendemos los problemas que hay, empatizamos, sabemos lo que ocurre en un lado y en otro, conocemos las necesidades y vamos encontrando soluciones. A veces nos duele no poder actuar de determinada manera porque no tenemos todos los recursos y todas las herramientas, pero buscamos generarlas, hemos buscado y conseguido soluciones muy importantes sobre todo para el bienestar de la gente y el desarrollo de nuestras comunas.

Usted ha sido dirigente social, fue Coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación, siempre tuvo trabajo territorial en Santiago, de hecho fue electa concejala con la primera mayoría. ¿Fue brusco el cambio de lo social a lo institucional?

Me costó la decisión de postular a concejala, lo fui postergando, y cuando el Partido Comunista me lo pidió, quedé a disposición. Lo social era el mundo donde me gustaba estar, hacer todo ese trabajo en educación, me sentía cómoda, habíamos hecho un camino, un recorrido, y me costaba dejarlo, dejar mi organización era como dejar un hijo.

Pero nunca tuve un problema de adaptación al cargo, porque nunca me plantee lo social o lo institucional tan separado, para mí el camino de la lucha política tiene que ver con lo social y lo institucional, son formas distintas de caminar, una va ganando en experiencia y pone a disposición todas las herramientas que adquirió precisamente caminando, haciendo la tarea. Hoy esa tarea tiene otra connotación, pero me ha sido igual de grata de lo que venía realizando del mundo social. No es tan distinto desde esa perspectiva de que uno trabaja para la gente y con la gente.