HABLEMOS DE LA TELE ¿Todo es show?

Compartir

Inclusive el Canal público, TVN, no se desmarcó del verdadero festival de rumores, especulaciones, falsedades desatado desde que se comenzó a hablar de cambios ministeriales en vísperas del primer año de Gobierno del Presidente Boric.

José Luis Córdova. Periodista. Santiago. 14/3/2023. Una vez más la televisión cubrió en forma deficitaria, vergonzosa y parcial el ajuste de gabinete presidencial. Como un rey Midas, el sistema comunicacional audiovisual de nuestro país convierte todo lo que cubre en un show, un espectáculo entretenido y banal, con más forma que contenido.

Inclusive el Canal público, TVN, no se desmarcó del verdadero festival de rumores, especulaciones, falsedades desatado desde que se comenzó a hablar de cambios ministeriales en vísperas del primer año de Gobierno del Presidente Boric.

La ceremonia de asunción de las nuevas autoridades fue opacada en parte por el interés “periodístico” en la cantidad de sillas que esperaban en el salón Montt Varas donde se realizó el acto. Un malentendido en la producción del evento mostró originalmente siete sillas que, durante el paso de los minutos, se retiraron una y después la otra. Un tema que se convirtió en trascendente y expectante durante toda la mañana hasta el cambio de gabinete. 

El 11 de marzo, con sus nuevos secretarios de Estado y quienes continúan en sus labores, el Presidente Gabriel Boric se reunió en la Moneda, dando tiempo también para que todos los integrantes del encuentro bajaran a saludar a numerosos manifestantes en la Plaza de la Constitución.

En medio de la batahola natural, los reporteros no pudieron evitar los lugares comunes, las muletillas, las preguntas obvias y la superficialidad en los análisis de la situación, destacando sobre todo curiosidades como la presencia de un corpóreo de Winnie The Pooh, en referencia a la rutina del humorista Fabricio Copano en el pasado Festival de Viña del Mar sobre el jefe de Estado.

La entrega de peluches del osito superó el interés por los contenidos de las tareas que emprenderán los ministros de Estado que acompañaron a Boric en los saludos a la gente en un intento por darse a conocer y recomponer la vinculación del Gobierno con sus adherentes y votantes en general.

El rechazo a la idea de legislar una reforma tributaria por la derecha en el Congreso fue opacado por el cambio de look del ministro de Hacienda, Mario Marcel, que se cortó la barba candado antes de asistir al cambio de gabinete. Así de banales están las cosas.

Todo indica que el inicio de la campaña electoral para los comicios del próximo 7 de mayo -donde se elegirán 50 consejeros constitucionales que deberán debatir el proyecto de Constitución que ya elabora la Comisión Experta designada por el Congreso Nacional- estará signada fatalmente por el espectáculo y la frivolidad en lugar de los temas de fondo.

Si bien  podría pensarse que el Consejo Nacional de Televisión tendría algo más que decir -que planificar y programar la franja electoral- en materia de formas y contenidos de los canales en este período, la renuncia indeclinable presentada por la colega Faride Zerán indica que por el momento no es posible ampliar atribuciones para incidir directamente en la política comunicacional y no limitarse exclusivamente a recibir reclamos  y sancionar infracciones ante denuncias sobre excesos e irregularidades.

El CNTV entra en una grave crisis que sólo podrá superarse con una nueva normativa de su estructura, funcionamiento y objetivos. En primer lugar, desterrar el binominalismo sobre el cual se constituyó el directorio del Consejo que impide el pluralismo y la inclusión en las parrillas programáticas de los canales, sobre todo en  los espacios políticos, informativos y de opinión.

La nueva temporada de “Mesa Central”, “Estado Nacional”, “Tolerancia Cero”, “Aquí se debate” y “!00 indecisos” no difiere del comportamiento en ciclos anteriores marcados por la discriminación, exclusiones y autocensura que impiden la entrega de mensajes imparciales, ilustrativos y formadores de opinión pública para los televidentes.

La transmisión del trascendente primer comité político ampliado, los encuentros de ministros y subsecretarios con el primer mandatario no fueron transmitidos -con excepción de CNN Chile- sino diferidos y parcializados en los noticieros. De esta manera, el canal “público” sigue sin entender su rol comunicacional.

Si el CNTV debe ser reestructurado, el Consejo de Televisión Nacional necesita también en forma urgente una legislación moderna y actualizada que asegure pluralismo, inclusión, paridad y que se escuche a todas las voces y miradas.

Termina el verano y entramos a un nuevo período electoral y político con un sistema de medios informativos que arrastra lacras desde la dictadura civil-militar y los gobiernos que lo siguieron sin mayores cambios en sus estrategias y objetivos alejados de los intereses de la mayoría de los televidentes, auditores y lectores. ¿Todo es show?