“El caso Muñoz-Hermosilla es la punta del iceberg”: Lautaro Carmona

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El presidente del PC apuntó que los hechos son crimen organizado y que “todavía está por saberse con mayor precisión, en beneficio de quiénes se hizo lo que se hizo”. Enfatizó que “hay mecanismos de corrupción que pueden estar extendidos” en el país. En torno de la situación del exjefe de la PDI y la citación a formalización del general director de Carabineros, el dirigente expresó que “hace mucho tiempo que hay un funcionamiento alterado de las policías”. Mirando el fondo de los episodios, Carmona sostuvo que “esta es la enésima manifestación de descomposición de un Estado que sigue funcionando bajo las reglas neoliberales y de métodos que se instalaron en la dictadura”. Comentó que “al ciudadano de a pie, esto le genera falta de credibilidad, le genera distancia, le genera desconfianza”. Respecto a lo ocurrido con la designación del presidente y vicepresidente de la Cámara Alta, Carmona indicó que “fue un asalto a la mesa del Senado por la vía de quebrar un acuerdo” y que “es un llamado de atención” a lo que vaya a ocurrir en la Cámara Baja con la elección de sus autoridades.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 22/3/2024. ¿Cómo sintetizaría lo ocurrido con el renunciado director de la PDI, Sergio Muñoz, sus vínculos con el abogado Luis Hermosilla, y el trasvasije de información reservada que hubo y que involucra a personeros políticos y empresas y grupos financieros?

El caso Muñoz-Hermosilla es la punta del iceberg. Este es un hecho gravísimo pensando en la democracia chilena y en la solidez del Estado chileno. Lo que acusa este caso Muñoz-Hermosilla, que se suma al llamado Caso Audios, es que hay una organización preconcebida para alterar criminalmente el normal desarrollo de procesos judiciales y de situaciones en que están involucradas personas de empresas y de la política. Es crimen organizado. Todavía está por saberse con mayor precisión, en beneficio de quiénes se hizo lo que se hizo. Por ejemplo, ¿se estaba pagando el favor de haber sido designado director de la Policía de Investigaciones, son favores por dinero, favores políticos por posiciones? Esto demuestra una descomposición corrupta del funcionamiento de aparatos que deben dar el ejemplo no sólo de manera simbólica, sino como una obligación. Si no se hace, marca descomposición de aparatos del Estado, como la PDI.

Cuando dice que esto sería la punta del iceberg, ¿se refiere a que este caso mostraría un mecanismo de funcionamiento de funcionarios del Estado, de altos mandos policiales, de abogados, de empresarios, de políticos? Porque, por cierto, hay gente que ve difícil que este tipo de actuaciones en el país las tenga sólo un abogado, un sólo funcionario público. Podría ser una práctica extendida en la elite.

Mira, hace unos diez años, después de muchos escándalos, se denunció el peso del dinero, de empresas, de consorcios, en las decisiones políticas y del Parlamento. Eso fue muy grave. Ocurrió con Corpesca, Soquimich, Penta, influyendo decididamente en la política y en algunos parlamentarios, para incidir en la construcción de legislación a la medida de esas empresas. Ese tráfico de influencias, que era nefasto y absolutamente antidemocrático, reventó por varias denuncias y procesos judiciales, y generó el tomar más medidas de prevención, de probidad, de fiscalización. Este hecho que revienta ahora, diez años después de lo ocurrido con la mano del dinero en la política, nos dice que falta más fiscalización, más rigurosidad, más probidad y transparencia, más honradez, porque de lo contrario se siguen expresando estos fenómenos de corrupción y falta al servicio público. Entonces, claro, de lo que preguntas, si uno ve hechos pasados, podemos incluso hablar de la colusión, de irregularidades en el sector público, en Carabineros con los montajes, los delitos de “Milicogate”, y mira lo ocurrido ahora, ve que hay mecanismos de corrupción que pueden estar extendidos y eso requiere mejor fiscalización y mayor prevención.

En esa línea, la ministra vocera, Camila Vallejo, dijo que el episodio del exjefe de la PDI y el abogado Hermosilla podría indicar que hay una red de corrupción, ¿usted coincide con eso?

Todo indica eso. No se puede pecar de ingenuidad porque este hecho es muy dañino, y descompone el funcionamiento de aparatos del Estado. Hay mucha gente comprometida y mencionada. Me tienen que demostrar la tesis contraria: que esto es sólo lo que se ve, y no hay más. Sería ingenuo de parte del Estado no ir más lejos, no hacer lo que hará la comisión especial de la Cámara de Diputadas y Diputados, o lo que harán otros organismos del Estado. ¿Van a citar a gente del Poder Judicial, a más gente de la PDI, a otros abogados, a los políticos que aparecen mencionados, a representantes de las empresas señaladas en WhatsApp y otros mensajes? Este señor Hermosilla, con tantas influencias…me gustaría saber si en el Poder Judicial nadie sabía que Sergio Muñoz hacía las tareas con copia a otros interesados.

Se habla tanto de “las instituciones funcionan”. ¿No están funcionando las instituciones policiales del país? Considerando el grave hecho ocurrido con el que era jefe de la PDI y teniendo al general director de Carabineros citado para una formalización judicial.

Hace rato. Hace mucho tiempo que hay un funcionamiento alterado de las policías. Las situaciones que se han vivido, como el caso de la PDI y el general Ricardo Yáñez citado a una formalización por situaciones de violaciones a los derechos humanos, es una alteración del funcionamiento de las policías. Están relativizando si dos mil heridos y 400 personas con daño ocular, son o no violaciones a los derechos humanos, en acciones cometidas por agentes del Estado.

¿El Partido Comunista mantiene la postura de que lo mejor para Carabineros de Chile es que el general Yáñez renuncie?

No tengo ninguna duda de eso. El hecho de cómo explotó la situación de Muñoz obliga, por racionalidad, que el general director de Carabineros renuncie. Si después de ser formalizado se establece que no tiene ninguna responsabilidad en incumplimiento de sus deberes, su renuncia tendrá que sentirla como una contribución a recomponer el respeto a las instituciones policiales.

¿Al final de todo esto, en el fondo de todo esto, no es una falla sistémica, una falla de la estructura estatal, una falla de las metodologías y de los valores en el servicio público y específicamente el policial, no está teniendo el Estado forados muy grandes? Porque se viene hablando de reforma en las policías, por ejemplo.

Esta es la enésima manifestación de descomposición de un Estado que sigue funcionando bajo las reglas neoliberales y de métodos que se instalaron en la dictadura. Es un hecho. Tiene que ver con el debilitamiento de la función pública, del Estado y de instituciones como las policías. La derecha repite menos Estado y más privados. Bueno, Hermosilla es un privado, Muñoz es un funcionario público. Menos Estado significa menos fiscalizadores, menos regulaciones, menos valores de servicio público, y más sentido individual, competitivo, neoliberal, de codicia. Por cierto que hay que ver cómo se van a reformar realmente las instituciones policiales, cómo se va fortalecer y modernizar un mecanismo de fiscalización que debe tener toda entidad pública para que no se cuele una descomposición corrupta que afecte a todo el sistema. Eso significa cambiar, ampliar y fortalecer la institucionalidad. De lo contrario, los corruptos se cuidan entre ellos mismos, se protegen, se le pide al jefe de la PDI que investigue el crimen organizado y él mismo participa del crimen organizado. Tiene esto que ver también con la formación de los funcionarios públicos, con la profesionalización de los funcionarios públicos y con los estímulos que reciban. Mira, te pondré un ejemplo que tiene que ver hoy con el fenómeno del narcotráfico. Hoy necesitas un servicio de Aduanas fortalecido en tecnología, capacitación, recursos, personal profesionalizado, para evitar la descomposición de la corrupción, y eso se debe hacer con visión de Estado. Cómo se ve un barco parado en medio del mar, lleno de concentrado de cobre, que nadie sabe de dónde salió y resulta que son toneladas robadas a una minera. Es un barco que nadie sabe cómo salió del territorio y ya está más allá de las 200 millas, ya está en aguas internacionales. Por eso se requiere fortaleza en Aduanas, más recurso, más capacitación, más fiscalización. Bueno, eso corre para muchos servicios, para el Servicio de Impuestos Internos, y sobre todo para la PDI y Carabineros, sin dejar fuera a las Fuerzas Armadas.

Ante todo esto, hay una ciudadanía que está observando. ¿Afecta a la credibilidad, a la confianza de la ciudadanía, sobre el funcionamiento del Estado y de las policías?

No tengo ninguna duda de que si uno mira el contenido y la proporción que tiene todo lo sucedido, y que se ha visto en todos los medios de comunicación, al ciudadano de a pie, al que asume que el Estado debe protegerlo, esto le genera falta de credibilidad, le genera distancia, le genera desconfianza. Te reitero que es un enésimo daño de marca mayor cuando se trata de las policías que son las que deben combatir la corrupción, los delitos financieros, el crimen organizado y el narcotráfico. Esto genera una angustia, desconfianza en un aparato policial.

“Fue un asalto a la mesa del Senado”

¿Cómo ve lo que pasó en el Senado, con la elección de una presidencia pasando por encima de acuerdos, de diálogos, de compromisos?

Lo del Senado mostró el real rostro de lo que es la derecha ante los compromisos que contrae. La derecha va a respetar los compromisos en tanto no afecten sus intereses, y apenas pueda tener mejor posición para sus intereses, está dispuesta a romper compromisos. Lo que ocurrió es la consumación de un método nefasto, que habla de la calaña de la textura ética y moral con que cuenta la derecha. Y las detestables promociones de derechización como las de Demócratas, que actuaron peor que la derecha tradicional. Bueno, ellos ahora terminaron de integrarse a la derecha. Esto fue un asalto a la mesa del Senado por la vía de quebrar un acuerdo que tenían con el oficialismo, en una proporción totalmente correcta, que respetaba una alternancia -que a algunos de nosotros no nos gusta tanto- que tenía consideraciones. Esto fue la peor señal de falta de rigor democrático, de un elemental sentido de cumplimiento de acuerdos contraídos voluntariamente por las partes. Y en descampado golpean a la contraparte y dejan la mesa del Senado absolutamente en manos de la derecha. En la anterior, la presidencia la tenía la derecha, pero al menos en la vicepresidencia había un democratacristiano.

¿Esto es un llamado de atención a lo que pueda ocurrir en la Cámara Baja? Considerando que se está por elegir a la presidenta o presidente de la entidad y algunos partidos están avisando que no cumplirán los acuerdos tomados.

Sí, es un llamado de atención. Es tener muy claro con quiénes estamos construyendo compromisos y hacer ver ante la ciudadanía lo poco democráticas que están siendo ciertas conductas respecto a los compromisos adquiridos. Espero que, por varias razones, haya una discusión distinta en la Cámara de Diputadas y Diputados, aunque la lógica indica, por lo que se ve públicamente, que es un tema de preocupación.

Pero hay acuerdos tomados.

Hay acuerdos tomados pero hay anuncios para romperlos. El anuncio que hace el Partido de la Gente respecto a que si ellos no encabezan la Cámara dejan de tener obligaciones con los demás. El anuncio que hizo Demócratas, de derecha, que pone exigencias rígidas. Y hay otras actitudes de ese tipo. Estamos ante un tema muy sensible.

Una diputada o un diputado del Partido Comunista debería estar en la presidencia de la Cámara Baja, pero se vuelve a cuestionar ese acuerdo.

La bancada parlamentaria comunista hace y hará todo lo que corresponde en seriedad y en rigor con los acuerdos tomados con otros, para hacer activos contribuyentes a que eso se abra paso, en respeto a la diversidad de todos los sectores, pero cumpliendo los acuerdos. No tenemos manija para garantizar, en función de los otros, que esto se cumpla. Lo ocurrido en el Senado es una buena enseñanza también para los que nos toca desde el sector oficialista trabajar para que los acuerdos se cumplan y no tener miradas someras e ingenuas respecto a los móviles electorales y políticos que tiene la derecha en la actualidad.