Autocríticas y miradas de personeros del Apruebo

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Frente al triunfo del Rechazo, Michelle Bachelet estableció que “ha sido un resultado que tenemos que leer con cuidado”. Para Elisa Loncon, “lo de ayer fue una derrota fundada en errores individuales y colectivos”. Paulina Vodanovic habló de “analizar los errores propios, del mesianismo, de la vanidad y la frivolidad”. Felipe Delpin recordó factores como “la situación económica que vive el país, la inseguridad, la violencia, el alto costo de la vida, la inflación desatada y una sensación de temor”. En todo caso, Tomás Hirsch instó a que “no podemos tener divisiones, no podemos empezar una lucha fratricida” y se debe mantener la unidad de quienes se comprometieron con el Apruebo.

Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. Un dirigente de una colectividad de Socialismo Democrático comenta que “es obvio que debemos hacer una autocrítica, y ahí se aparecen disputas, porque que cometimos errores, todos, los cometimos, pero el tema también es que sigue el proceso constituyente”.

El diputado de Acción Humanista, Tomás Hirsch, dijo en entrevista con ElSiglo.cl que “no podemos tener divisiones, no podemos empezar una lucha fratricida” en el campo del Apruebo, teniendo en frente el desafío de construir otra propuesta constitucional. Para el legislador, independiente de las reflexiones que se hagan, es imprescindible mantener la unidad de todas las fuerzas que estuvieron por el Apruebo, principalmente porque el proceso constituyente sigue y hay que redactar otro proyecto constitucional.

El presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, también declaró a este medio que frente a la contundente derrota, la “evaluación empieza ahora a la luz de los resultados, antes era difícil hacerlo, pero lo vamos a hacer. De manera interna lo vamos a hacer todos los partidos, no lo haremos por la prensa, en algún momento diremos algo a través de los medios de comunicación porque no se trata de secretos o cosas ocultas, pero no queremos dar una discusión por los medios, primero cara a cara en nuestros partidos y entre nuestros partidos”.

La ex presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon, puso en Twitter que “lo de ayer fue una derrota fundada en errores individuales y colectivos que posterga el reconocimiento de los PPOO (pueblos originarios)”.

Más en privado que en público, hubo ácidas críticas hacia el comportamiento y actitudes de convencionales, responsabilizándolos principalmente de la derrota. A lo que se agregaron opiniones como las de la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, quien escribió en El Mercurio que “ya vendrán días de análisis y acciones concretas. De analizar los errores propios, del mesianismo, de la vanidad y la frivolidad. Pero sobre todo, de una lamentable tendencia que existe en ciertos sectores, de poner por delante la identidad personal ante que el sueño colectivo”.

Natalia Piergentili, presidenta del Partido por la Democracia (PPD), apuntó que “nuestra autocrítica más grande es no haber sido lo suficientemente enfáticos para llevar adelante una propuesta de cambios más profundos al texto que había. Creemos que nosotros fuimos capaces de dilucidar que había legítimas dudas y legítimos miedos, y quizás debimos ser más fuertes en plantearlos”.

La presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, manifestó que “la gente se pronunció acerca de este texto constitucional y no lo interpretaron como convocante. Pero además hay otro aspecto, donde asumo responsabilidad como partido político, y es que en un momento de una coyuntura de alta conflictividad y de alta complejidad social, los partidos políticos debieron haber asumido un rol y haberle entregado el marco de institucionalidad que el proceso requería…Faltó la seguridad de transferir el sistema institucional al proceso de campaña a favor del Apruebo, donde debimos haber actuado distinto”.

En todo caso, en el ámbito del Apruebo no se deja de lado un marco nacional que pudo gravitar en el resultado, en que mucha gente quisiera rechazar y expresar así su enojo o descontento. Es así que Felipe Delpin, presidente de la Democracia Cristiana expuso factores como “la situación económica que vive el país, la inseguridad, la violencia, el alto costo de la vida, la inflación desatada y una sensación de temor, se confabularon para que obtuviéramos estos resultados”.

Desde antes hubo cuestionamientos como falta de robustez comunicacional desde la Convención Constitucional en cuanto a informar el proceso que se vivía y los contenidos que se aprobaban, episodios bochornosos protagonizados por convencionales, errores en la campaña e incluso, dicen unos, falta de compromiso de algunos partidos y hasta la incidencia de los llamados errores no forzados de ministras y ministros.

Citado por La Tercera, el senador de la DC, Francisco Huenchumilla, apuntó que gravitó en la derrota del Apruebo “el ambiente que se generó en relación con la forma de trabajo de la Convención Constitucional, donde probablemente penetró el discurso de que la forma había estado mal y que se había redactado una Constitución de mayor extremismo. Y, por otra parte, pienso que el Gobierno cometió muchos errores, y la gente al parecer, en este plebiscito, le está pasando la cuenta a esos errores, donde existiría cierto juicio global que incluye al proceso constituyente, al contenido de la Constitución y al actuar del Gobierno”.

Es muy probable que los análisis autocríticos y los balances se produzcan en los partidos que respaldaron el Apruebo, más incluso que espacios como el Comando que ya dejó de funcionar. En eso influirán las posiciones públicas de columnistas, académicos y personeros que estuvieron por respaldar la nueva Constitución y que hoy tienen un análisis que hacer.

Lo que no descarta algo que se escucha en estas horas. Todo esto merece “hasta análisis sociológicos”, de comportamientos sociales, de consideración “del estado de miedo” que pudo imperar en capas de la población.

La ex presidenta Michelle Bachelet estableció en este cuadro de triunfo del rechazo que “para muchos, ha sido un resultado que tenemos que leer con cuidado. Eso parece toda una convocatoria, sobre todo cómo entrar a los datos de realidad. Pensando en lo que viene. Porque, como afirmó la ex mandataria, “hay demandas sentidas de la población que se buscó resolver a través de una nueva Constitución que aún están y que hay que trabajar para mejorarlas”.