Se calcula en cientos de miles quienes estuvieron en las manifestaciones en a lo menos una veintena de ciudades argentinas y se destacó los miles movilizados en la capital, Buenos Aires. Las informaciones hablan de un millón y medio de personas en marchas en todo el país y de alrededor de 700 mil en la capital. Se destacó la capacidad de convocatoria de las organizaciones estudiantiles y del magisterio argentino.
Agencias. Buenos Aires. 24/4/2024. Masivas marchas de profesores, estudiantes y trabajadores de diversas universidades de Argentina se realizaron en ciudades de este país para protestar por las restricciones presupuestarias impuestas por el Presidente Javier “El loco” Milei a la educación superior y exigir el fortalecimiento de la educación pública.
Se calcula en cientos de miles quienes estuvieron en las manifestaciones en a lo menos una veintena de ciudades argentinas y se destacó los miles movilizados en la capital, Buenos Aires. Las informaciones hablan de un millón y medio de personas en marchas en todo el país y de alrededor de 700 mil en la capital.
“No somos el problema, somos la solución”, “luchamos por una educación que nos enseñe a pensar, no una educación que nos enseñe a obedecer”, “con fascismo no hay derechos”, “defender la Universidad es defender la Patria”, “sin Universidad no hay futuro”, “la educación nos salva y nos hace libres”, “sin presupuesto no hay educación”, fueron algunas de las consignas expuestas en las manifestaciones.
Las marchas fueron catalogadas como “un hito histórico” dada la amplitud y diversidad. Se destacó que junto a académicos, estudiantes y trabajadores universitarios, marcharon familias de jóvenes, de distintos estratos sociales. Fue el rechazo masivo a las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei. Se destacó la capacidad de convocatoria de las organizaciones estudiantiles y del magisterio argentino.
En la marcha de Buenos Aires, Piera Fernández De Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA) leyó el documento consensuado por los Rectores nacionales de universidades, bajo el título de “Universidad Pública base de la democracia y el desarrollo social”, que argumenta la necesidad del fortalecimiento de la educación pública y garantizar el acceso y educación para la juventud argentina, y valora “las manifestaciones de la sociedad en apoyo del sistema universitario público”.
En el texto se expresa: “Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla”.
El texto suscrito por Rectores plantea que “es indispensable que se mejore de manera urgente la situación de las jubiladas y jubilados que atraviesan otro período de pérdida salarial, y que se restituya inmediatamente los organismos de defensa de los fondos educativos para toda la docencia”. Se rechaza “la política de ajuste y disciplinamiento. La comunidad universitaria se organiza, resiste y se solidariza con todos los sectores que hoy atraviesan una situación similar o peor por afrontar despidos masivos”. Se señala que “en la capacidad igualadora de la educación pública y gratuita, en el poder transformador de la Universidad como formidable herramienta de movilidad social ascendente”.
Varios Rectores indicaron que con una inflación de tres dígitos y la decisión del Gobierno de Milei de bajar los presupuestos a las universidades, se hace inviable la labor universitaria, el pago de sueldos a profesores, garantizar el acceso a la educación superior a decenas de miles de jóvenes, el desarrollo de la investigación social y científica y específicamente se afecta a planteles de provincias.
El documento de las máximas autoridades universitarias indicó que “en estos últimos meses, el salario de las trabajadoras y trabajadores ha perdido 50 % respecto de la inflación. Este deterioro salarial se hermana con el del resto de sectores del mundo del trabajo. Ello lleva a retomar consignas de hace más de 20 años: ¡Ningún trabajador o trabajadora de las universidades nacionales por debajo de la línea de pobreza!”.