“Los esfuerzos que hace el Gobierno no son acompañados por los grupos económicos”

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“Ahí tenemos el principal cuello de botella”, sostuvo el senador Daniel Núñez. Agregó, a un día del encuentro de Enade al que asistirá el Presidente Gabriel Boric, que “no hemos visto una actitud abierta de las grandes empresas. Todo lo miran con mucho prejuicio”. Afirmó que “el problema más complejo del Gobierno en materia económica ya pasó” y enfatizó que “hay que reconocer que logró una estabilización y logró objetivos económicos. Se controló la inflación, se retomó una senda de crecimiento de la economía”. Respecto al avance de reformas en pensiones e impuestos, y proyectos sociales, el legislador del Partido Comunista indicó que “seguimos teniendo una actitud muy obstruccionista de la derecha, tremendamente agresiva”. Se mostró optimista por logros recientes de las fuerzas democráticas y oficialistas y reiteró la necesidad de activación del movimiento social.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 24/4/2024. Este jueves el Presidente Gabriel Boric va el encuentro de la Enade (Encuentro Nacional de la Empresa), se verá con las representaciones empresariales, y se dice que llega en un clima tenso, de molestias de los gremios empresariales y de grupos financieros.

Efectivamente, en las últimas semanas hubo declaraciones muy fuertes y agresivas hacia el Presidente de la República y hacia el Gobierno de parte de los grandes empresarios. Creo que el encuentro de la Enade de este jueves sería una oportunidad para que los gremios empresariales dejen de lado los dogmas neoliberales y se allanen a discutir sin ningún tipo de prejuicio los reales motivos que hay, por ejemplo, para el bajo crecimiento de la economía en los últimos quince o veinte años. Porque están repitiendo que todos los males de la economía son producto de la reforma tributaria del 2014 que promovió el Gobierno de Michelle Bachelet. Y eso es falso porque la desaceleración venía del año 2007 y tiene que ver con el fin del boom de las exportaciones no tradicionales. Hay una mirada muy prejuiciada respecto a lo que ocurre hoy en materia económica y falta un debate serio porque, obviamente, el país debe tener un crecimiento mayor al que hemos tenido y también distribuir de manera más equitativa la riqueza que se genera.

Sin embargo, se critican ciertas declaraciones del Presidente, alusiones a algunos empresarios, se dice de parte de los grandes empresarios que el Gobierno no lleva bien el diálogo y justifican en eso sus dichos.

Sinceramente son excusas de ellos. Hay un tema más de fondo y son los dogmas neoliberales que tienen los grandes empresarios que no les permite hacer un debate desprejuiciado y abordar con realismo y en forma seria los problemas que tiene la economía chilena. El Gobierno está haciendo un tremendo esfuerzo por mejorar las condiciones, por hacer crecer la economía, y por crear nuevos sectores que den dinamismo a la economía, como es la actividad del hidrógeno verde, esfuerzos con el litio y las energías renovables, la economía digital. Pero esos esfuerzos que hace el Gobierno no son acompañados por una actitud positiva de parte de los grandes grupos económicos. Ahí tenemos el principal cuello de botella. También podríamos nombrar como problema relevante la falta de acceso a crédito por parte de las Pymes, que son las que producen para el mercado local, y han estado muy restringidas en sus capacidades de financiamiento en los últimos meses.

Hay temas controversiales con los empresarios. Cómo implementar la ley de la jornada semanal de 40 horas, no avanzar en el pacto fiscal, la oposición a la reforma de pensiones, molestias por el aumento del salario mínimo.

La ministra (de Trabajo y Previsión Social) Jeannette Jara, ha sido clara y categórica respecto a que la disminución de la jornada que contempla la entrada en vigencia de las 40 horas, tiene que ser una reducción de una hora en la semana, tiene que acomodarse de esa manera y no es posible inventar eso del fraccionamiento en minutos, o traspasar eso a la hora de colación. Debe respetarse lo que establece la ley que es disminución de la jornada semanal en una hora de trabajo y esa hora debe hacerse efectiva. Lo que uno ve son triquiñuelas para relativizar ese beneficio que es muy importante para los trabajadores y las trabajadoras y tenemos que hacer un llamado a actuar con transparencia, a cumplir con las normas, y no recurrir a mecanismos como ocurre con materia tributaria que las grandes empresas buscan artilugios para eludir el pago de impuestos. Me parece que hay una exigencia ética nacional al mundo empresarial de responder a una ley que fue votada con una amplia mayoría y que establece que la jornada semanal debe disminuir en una hora.

¿Tiene que haber un cambio de actitud de las grandes empresas y de los gremios empresariales?

Los gremios empresariales deben hacer una reflexión mucho más profunda de la que han hecho hasta el día de hoy y preguntarse qué pasa con el crecimiento económico en Chile, que se desaceleró y está estancado, que no es un problema coyuntural. No sirve la monserga de echarla la culpa a la reforma tributaria de Michelle Bachelet. Lo que ocurre es que hay un problema estructural en la economía chilena, que el modelo primario exportador tocó techo y no hay forma de que la economía vuelva a tener un boom mientras sigamos exportando productos sin valor agregado y mientras sigamos teniendo procesos que, en la práctica, significan la desindustrialización de nuestra economía. Para cambiar, para hacer un giro a una nueva fase de expansión económica, se requiere un papel distinto del Estado que ha jugado en los últimos 30 años, una política pública activa, que es lo que se está intentando hacer. Por ejemplo, en materia de minería con las fundiciones, o en materia del litio, con una política nacional que le incorpore valor agregado, o en materia de impulsar industrias nuevas como de hidrógeno verde o energías renovables. En todo eso no hemos visto una actitud abierta de las grandes empresas. Todo lo miran con mucho prejuicio. Me parece que hoy hay una oportunidad muy importante para el país porque la dinámica del modelo primario exportador tocó techo y que no se entienda eso y la necesidad de salir de eso, no nos permitirá dar con caminos para lograr crecimiento económico alto en el país.

Fuerzas democráticas: saldaron dos importantes triunfos en los últimos días

La semana pasada se eligió una nueva directiva de la Cámara de Diputadas y Diputados, presidida por Karol Cariola, estuvo de por medio el voto de censura por parte de Republicanos y Social Cristianos, que fracasó.  Antes se había elegido la Mesa del Senado, con integrante de derecha. ¿Cómo está el ambiente en el Congreso para seguir con las reformas clave planteadas por el Gobierno?

Bueno, eso fue así. Ampliaría la mirada y diría que hay que evaluar enormemente que las fuerzas democráticas y el Gobierno saldaron dos importantes triunfos en los últimos días. Uno de ellos en la Cámara de Diputados y Diputadas con la elección de la Mesa y con la presidencia de Karol Cariola -un hecho político muy importante, que rompe con la exclusión de los comunistas en las primeras responsabilidades de representación institucional-, y el otro hecho muy significativo que se dio fuera del Parlamento, cuando las fuerzas democráticas lograron un acuerdo municipal para tener un solo candidato o candidata a alcalde o alcaldesa en comunas del país. Fue un hecho unitario. Para que las fuerzas democráticas logren un triunfo frente a la derecha, es fundamental su unidad. Eso es muy importante de cara a lo que ha quedado pendiente que es la elección de gobernadores regionales, y espero que de aquí a junio, cuando se produzca la inscripción de esos candidatos, tengamos un solo candidato de las fuerzas democráticas en cada región y de esa manera derrotemos a la extrema derecha, a la derecha, que tiene dos versiones, una agresiva como la de (José Antonio) Kast, y otra que pone una sonrisa más amable, aunque al final es tan extrema como la de Kast, que es Evelyn Matthei. Entonces me parece que la unidad de las fuerzas democráticas es un aspecto clave de estos dos triunfos que hemos tenido las últimas semanas.

¿Pero cómo ves el escenario para las reformas, para las iniciativas de Gobierno, resuelto lo de las mesas directivas?

Seguimos teniendo una actitud muy obstruccionista de la derecha, tremendamente agresiva, y que une intenciones desde el Partido Republicano hasta Evópoli, incluso recurriendo al engaño y el incumplimiento de la palabra como ocurrió en la elección de la Mesa del Senado. Eso nos tiene que poner en alerta. Por ejemplo, con esa actitud es casi imposible darle viabilidad a la reforma tributaria, o a la reforma previsional. Por eso reivindico las palabras que dije en una entrevista respecto a que es muy importante la activación de la ciudadanía. Cualquier democracia debe permitir y debe contemplar que la gente, el pueblo, las organizaciones sociales, los trabajadores, tengan derecho a expresar su opinión, y expresarse con movilizaciones. En ese sentido, me parece que la manifestación social es una herramienta democrática que debe utilizarse para empujar mejores pensiones, una reforma tributaria. Me parece que el Paro Nacional de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), que fue muy exitoso, es un punto de inflexión para que se rearticule el movimiento social y sea un actor relevante. Lo más novedoso, en ese sentido, del debate en el Parlamento, es que emerge el movimiento social, la ciudadanía como actor relevante que puede plantear sus demandas y exigir respuestas.

Pero esa mirada te trajo críticas desde la derecha y los empresarios.

Hay un problema más profundo. Me impresionó mucho una columna de Carlos Peña, el académico, donde dijo que, en democracia, una vez que se elegía a los representantes, ellos debían actuar con independencia, sin presiones de ningún tipo, incluidos los que elegían a esos representantes. Y lo que entendemos los comunistas como la democracia, es la combinación de métodos representativos, donde usamos la votación, y los métodos participativos en que la ciudadanía se expresa directamente. Por eso pensamos que deben haber plebiscito comunales, plebiscitos regionales, y que cuando la gente sienta que un parlamentario no representa sus intereses o no cumple sus promesas de campaña, le pueda enrostrar ese incumplimiento. Debe ser posible que la gente pueda manifestarse pidiendo cambios, independiente de cómo vota su representante. Se nos quiere instalar una condición restringida de la democracia, donde tengamos una elite que toma todas las decisiones, donde la ciudadanía sea un mero espectador, con un rol pasivo. Eso es contrario a lo que se entiende debe ser la vida política, social, en una sociedad democrática. Es absurdo que ahora nos quieran decir que en democracia la gente no puede manifestarse, que en democracia la ciudadanía activa sería casi un factor de inestabilidad, y de que pone en peligro la institucionalidad, cuando es todo lo contrario, porque la democracia se fortalece cuando la gente participa de múltiples maneras.

“Este Gobierno logró una estabilización y logró objetivos económicos”

Sigue siendo recurrente decir que las cosas no andan bien, al tiempo que desde el Gobierno se entregan incluso cifras de progresos, ¿en el fondo qué está pasando con las miradas hacia el país y los rumbos que se toman?

Es que hay que establecer y reconocer que este Gobierno logró una estabilización y logró objetivos económicos. Se controló la inflación, se retomó una senda de crecimiento de la economía, se proyecta un 2,5 de crecimiento para este año, en los últimos días supimos que el precio del cobre está sobre los cuatro dólares la libra con una tendencia para los próximos dos o tres años. El problema más complejo del Gobierno en materia económica ya pasó, y hay mejores condiciones para, por ejemplo, responder a demandas sociales legítimas, algunas de las cuales se ha respondido, como llegar al salario mínimo de 500 mil pesos, la jornada de las 40 horas semanas, el royalty minero que permitió recientemente entregar aportes a los municipios y gobiernos regionales. En este tiempo hay que actuar con mucha responsabilidad para seguir teniendo logros en economía, en crecimiento, en respuesta a demandas sociales. Creo, además, que para las fuerzas democráticas y los partidos oficialistas es fundamental la unidad para seguir avanzando y encontrando soluciones a problemas y demandas, y evitar hacerse autogoles. Eso incluye la futura elección presidencial del 2025 que está absolutamente abierta, no es una carrera ganada para la derecha, entonces dependerá en mucho lo que hagan las fuerzas democráticas, los movimientos sociales, las organizaciones ciudadanas. También tener la postura de no retroceder en conquistas sociales logradas, eso es muy importante, y no retroceder en condiciones democráticas, y todo eso puede ocurrir si gana la derecha.

Hablabas de lo positivo del acuerdo municipal de las fuerzas democráticas. ¿Crees que eso se debe lograr para la presidencial y las parlamentarias, una unidad desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista?

La forma específica que vaya a adquirir el 2025 la unidad de las fuerzas democráticas es algo que habrá que discutir más adelante. No me adelantaría, no me pondría ansioso. Hoy, la clave es poner toda la energía en obtener un real triunfo en la elección municipal, en la elección de gobernadores regionales, porque si logramos detener la arremetida de la derecha en el plano municipal y regional, por supuesto que tenemos mejores condiciones para ganar la presidencial.