El Gobierno de Gustavo Petro consiguió otro gran paso en el objetivo de la paz. Las órdenes de ceses de operaciones ofensivas por las partes se harán vigentes el 6 de julio de 2023. Se dio fin a la mesa de diálogo en La Habana, con un importante papel de Cuba.
La Habana. “Cubadebate”. 12/6/2023. Con la presencia del presidente colombiano, Gustavo Petro, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cerró este viernes en La Habana el tercer ciclo de la mesa de diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el que se anunció un acuerdo de cese al fuego bilateral, nacional y temporal.
Este cese al fuego, como parte de los Acuerdos de Cuba, fue firmado por el jefe de la delegación del Gobierno colombiano, Otty Patiño, y el segundo comandante y jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán.
Esta importante tregua busca desescalar la violencia que se ha extendido por más de medio siglo en el territorio colombiano, y está llamado a poner fin al fuego cruzado, las hostilidades y las acciones ofensivas entre la Fuerza Armada colombiana y los comandos guerrilleros.
El presidente Petro acompañó por primera vez el cierre formal de una ronda de diálogos con el ELN, la cual se desarrolló durante 35 días en la capital cubana, desde el pasado 2 de mayo, después de dos rondas precedentes en Ciudad de México y Caracas.
También participaron en la ceremonia el primer comandante del ELN Antonio García y otros altos jefes de la guerrilla.
En la ceremonia efectuada este 9 de junio, en el salón de Protocolo de Cubanacán “El Laguito”, estuvieron presentes igualmente los cancilleres de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, y de Colombia, Álvaro Leyva Durán, así como otros representantes de los países garantes y acompañantes permanentes del proceso de conversaciones para la anhelada paz en la nación suramericana.
El canciller cubano dio lectura de los acuerdos firmados y anunció que el cuarto ciclo de conversaciones se realizará en Venezuela, entre el 14 de agosto y el 4 de septiembre, donde las partes harán un balance sobre el cumplimiento de lo que han pactado.
Rodríguez Parrilla comentó que “las partes han decidido dar inmediato cumplimento a los Acuerdos de Cuba”.
Además, informó que la mesa de diálogo de paz “entra en una actividad permanente que conjuga distintas modalidades de trabajo, en diversos escenarios y tiempos, manteniéndose los ciclos de conversaciones”.
Las delegaciones del Gobierno de Colombia y el ELN suscribieron dos pactos en Cuba: el primero relacionado con “el proceso de participación de la sociedad en la construcción de la paz”; y el segundo, sobre “el cese al fuego bilateral, nacional y temporal”.
Sobre la entrada en vigor del cese al fuego, el canciller cubano detalló que el acuerdo establece tres momentos para su aplicación.
Comentó que del 9 de junio al 5 de julio de 2023 tendrá lugar un proceso de alistamiento de la sociedad colombiana que incluye, entre otros, la activación de un canal de comunicación entre las partes, a través del representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas en Colombia.
En ese periodo también se efectuará la redacción de protocolos pendientes, el inicio de las actividades de pedagogía y la preparación para la puesta en marcha del mecanismo de monitoreo y verificación.
Las órdenes de ceses de operaciones ofensivas por las partes se harán vigentes el 6 de julio de 2023.
El 10 de julio de 2023 se realizará una reunión plenaria y presencial de la mesa de diálogos de paz para aprobar los protocolos elaborados, y durante ese periodo, se continuarán desarrollando las actividades de pedagogía.
De acuerdo con el ministro de Exteriores de Cuba, a partir del 3 de agosto de 2023 se iniciará la implementación plena del proceso de alistamiento del cese al fuego bilateral nacional y temporal. Este, dijo, se efectuará “con la aplicación en su totalidad de los protocolos y el completo funcionamiento del mecanismo de monitoreo y verificación en todas sus instancias”.
Desde esa misma fecha, las partes empiezan a contar los 180 días o seis meses que tendrá vigencia el periodo efectivo del cese al fuego bilateral nacional y temporal, “el cual tendrá vocación de continuidad, previa evaluación de las partes”.
Valoración desde el ELN
Al intervenir en la ceremonia, el jefe de la delegación del ELN, segundo comandante Pablo Beltrán, expresó su deseo de que la sociedad colombiana respalde los acuerdos firmados.
Dijo que la aplicación del cese al fuego procura que Colombia cambie y, con ello, el régimen existente, y que ha de ser cambiado políticamente para que haya canales democráticos, respeto a la protesta social y no haya un régimen represivo.
Valoró que este tipo de acuerdo es una luz de esperanza, de ahí -dijo- la importancia de pasar de su escritura a concretarlo.
Aspiramos a que no se repita la interpretación de la paz como pacificación, sino como análisis de las causas profundas del conflicto armado y de transformación para la paz, solicitó.
También hizo énfasis en la necesidad de dar más participación a sectores que hasta el momento han sido históricamente marginados, como los jóvenes, las mujeres, los indígenas, los trabajadores y las comunidades afrodescendientes.
Agradeció a Cuba el apoyo brindado a la paz en Colombia y calificó de injusticia que se haya incluido al país caribeño en la lista de naciones que supuestamente patrocinan el terrorismo.
el primer comandante del ELN, Antonio García, agradeció a la comunidad internacional y a Cuba por no haber dejado naufragar el proceso de paz en los últimos cuatro años. También a los países garantes, en particular aquellos que brindaron su territorio para celebrar conversaciones.
Asimismo, agradeció a Petro y a ambas delegaciones por la labor desplegada, y manifestó que el proceso de paz navegaba en la incertidumbre hasta que el clamor del país con sus protestas abrió la posibilidad de una transformación.
Apreció que históricamente la violencia robó el corazón y las palabras en Colombia. Hay que ir al encuentro de las palabras, que la sociedad se exprese y sea escuchada, dijo.
Aseguró que este proceso de paz va al encuentro del corazón y las palabras, que quiere decir vida digna para la gente, así como la construcción de un acuerdo nacional que marque la agenda del cambio en el país.
El reto de la paz
El jefe negociador del Gobierno de Colombia, Otty Patiño, agradeció al presidente Petro por la confianza en el pueblo colombiano y por creer posibles los cambios; así como a artífices de la paz total, entre los cuales mencionó integrantes de la delegación gubernamental y también del ELN.
Aseguró que estos cambios enfrentarán resistencias de grupos de poder y privilegios, así como otros vinculados a la violencia histórica.
Los retos serán innumerables pero vale la pena arrostrarlos. La paz es un derecho de todos, expresó.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, agradeció a Cuba por su histórica hospitalidad a la paz en Colombia y recordó que durante su reciente visita a Washington le dijo al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que incluir a Cuba en la lista de países terroristas fue un acto de profunda injusticia.
Petro instó a Biden a enmendar esa injusticia, causante de sanciones unilaterales y de vulneraciones a la vida y los derechos del pueblo cubano.
Expresó que de cierta forma aquí termina una fase de la insurgencia en América Latina, región que ahora se transforma de otra manera.
Manifestó que se abren tiempos de llevar esperanza a los jóvenes y los Acuerdos de Cuba llevan al ELN a un cese al fuego inédito, que sigue con el compromiso de que en mayo de 2025 cese definitivamente la guerra entre el grupo armado y el Estado de Colombia.
Recordó, además, que para poner fin a la violencia hay que reconstruir a Colombia, pacto que demanda justicia y garantizar una vida digna a los sectores más humildes.
De ahí, recalcó, la importancia de debatir a nivel social las reformas que su Gobierno promueve para que se garanticen derechos sociales básicos y haya estabilidad laboral, reparto de la tierra, respeto a la protesta social y otros cambios que permitirán que el país no continúe siendo el más desigual de la región.
El papel de Cuba
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó de intensos los trabajos del tercer ciclo de diálogos y señaló que sus resultados son promisorios.
Afirmó que es un honor para Cuba que en estas pláticas se hayan alcanzado acuerdos de gran importancia para la paz en Colombia, como llevar alivios humanitarios a poblaciones, el cese al fuego bilateral, nacional y temporal, y las bases para construir la paz, todo lo cual es el resultado de esfuerzos durante muchos años.
Recordó que Cuba siempre ha cumplido sus compromisos políticos y ningún país puede exigirle que viole la palabra empeñada.
El precio que se pagó por cumplir lo acordado ha sido alto, pero no nos arrepentimos, recalcó.
Por último, solicitó a los colombianos avanzar lo más posible y aprovechar la actual coyuntura histórica. Colombianos, no se detengan. Pónganle el corazón a la paz en Colombia, finalizó Díaz-Canel.
Un itinerario intenso
Los diálogos entre el ELN y el Gobierno de Colombia arrancaron en febrero de 2017 en Quito, Ecuador, durante la administración del presidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018). El presidente ecuatoriano Rafael Correa aún gobernaba el país vecino.
En abril de 2018, el entonces mandatario Lenín Moreno anunció que Ecuador dejaría de ser sede, por lo que las negociaciones se trasladaron a Cuba.
Luego de varios años de estar suspendidas las conversaciones por el Gobierno de Iván Duque (2018-2022), el diálogo se reanudó con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia en Colombia.
El 21 de noviembre de 2022 se reinició el diálogo en la capital venezolana, en un primer ciclo que se extendió hasta el 12 de diciembre y que culminó con un acuerdo para promover alivios humanitarios en algunas de las regiones más golpeadas por el conflicto armado.
Al cierre del segundo ciclo de los diálogos efectuado entre el 13 de febrero y el 10 de marzo en Ciudad de México, el presidente Petro firmó una resolución reconociendo al ELN como una “organización armada rebelde” e indicó que las conversaciones estaban encaminadas a “obtener soluciones al conflicto armado”.
En esa ocasión, las partes acordaron avanzar en una “nueva agenda de diálogos para la paz”, mediante seis puntos transversales que serían abordados en adelante: participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado y plan general de ejecución de los acuerdos.
Las conversaciones cuentan con Brasil, Cuba, Chile, México, Noruega y Venezuela como países garantes; mientras que como acompañantes están España, Alemania, Suecia, Suiza.
También están como acompañantes permanentes el Representante Especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Colombia.