Enfrentan una doble opresión, tanto en el contexto del genocidio que sufre el pueblo palestino por parte de Israel, como la sociedad patriarcal que enfrenta Palestina, que limita sus derechos y oportunidades en todos los niveles.
“El Siglo”. Santiago. 8/3/2024. Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tiene el sello de la mujer palestina. De sus resistencia, de su dignidad, de su valentía, de su sufrimiento.
Las mujeres palestinas enfrentan una doble opresión, tanto en el contexto del genocidio que sufre el pueblo palestino por parte de Israel, como la sociedad patriarcal que enfrenta Palestina, que limita sus derechos y oportunidades en todos los niveles.
Las mujeres palestinas, de todas las edades, son las primeras víctimas de los bombardeos y ataques israelíes, al tiempo que hay un continuo en la vulneración de sus derechos humanos, sociales, culturales.
La cifra es dramática y sigue en ascenso. El 70% de los muertos por los ataques de Israel son niñas, niños y mujeres. Y van 30.800, más 72.298 heridos y cerca de 7.000 desaparecidos.
Las mujeres ven morir a sus hijas e hijos, ven cómo quedan heridos y sometidos a amputaciones, están viendo cómo sus niñas y niños sufren la hambruna y falta de medicinas para enfermedades como diarreas y bronquitis. Aumentan los abortos espontáneos, el fallecimiento de cientos de recién nacidos, los partos en condiciones precarias y peligrosas, cesáreas sin anestesia, ausencia de insumos de higiene y la destrucción de sus hogares.
Llegan a casi dos millones los refugiados en Palestina y un gran número de ellos son mujeres, madres, trabajadoras, hijas.
Pese a la tragedia que se vive, no se pude olvidar que las mujeres palestinas viven en un contexto de limitación de derechos, sometidas a limitaciones impuestas por una sociedad patriarcal, expuestas a formas sutiles o evidentes de violencia y marginación.
Por eso este es un 8M sellado por la imagen y la realidad de las mujeres palestinas y sus batallas en distintos frentes. Exigen el alto al fuego, quieren la paz, aspiran a su tierra y sus hogares, quieren ver crecer a sus hijas e hijos, buscan la igualdad y el respeto a sus derechos, luchan contra el genocidio.
