1° de Mayo en el mundo: aumentar los sueldos ante alza de la inflación

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Un denominador común en las marchas fue exigir consistencia salarial ante la subida del costo de la vida que afecta a cientos de millones de trabajadoras y trabajadores. En Francia se produjo una masiva expresión en contra de la impuesta reforma laboral y en varios países se rechazaron recetas neoliberales para atender problemas del mundo del trabajo.

Agencias. 2/5/2023. En Cuba se había decidido no efectuar la tradicional y multitudinaria marcha del Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución, con cientos de miles de trabajadoras y trabajadores provenientes de todo el país, por los problemas que hay con el combustible. Sólo se realizarían manifestaciones en cada ciudad y localidades. Pero eso también hubo que suspenderlo por las fuertes lluvias caídas el fin de semana en el territorio cubano y la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores se trasladó para este 5 de mayo.

En Francia es donde la fecha se conmemoró con más intensidad en cuanto a disturbios y protestas, sobre todo por la reiteración de la reforma previsional impuesta por decreto por el Presidente Emmanuel Macron, la que fue rechazada por la totalidad de federaciones y sindicatos en todo el país. Este 1º de Mayo salieron a las calles más de 2 millones 300 mil personas, según los sindicatos, y 782 mil, según el Ministerio del Interior francés, y una consigna recurrente fue la de oponerse a la política neoliberal de Macron y su plan de reforma del sistema público de pensiones. Se indicó que es una de las manifestaciones de Primero de Mayo más grandes en Francia en varios años.

Hubo más 300 actos de protesta en las principales ciudades francesas, como París, donde hubo más de 550 mil, según la Confederación General del Trabajo (CGT), y 117 mil, según la prefectura de policía de la capital francesa. Las movilizaciones se repitieron en Lyon, Nantes, Rennes, Marsella, Burdeos, Montpelier, Toulouse, Lille y Dijon.

También hubo marchas en contra de políticas neoliberales, expresión del descontento social y por los efectos de la inflación en la masa de trabajadoras y trabajadores, en Alemania, Reino Unido, Italia y España, donde se escuchó un mismo clamor: que la inflación no siga ahogando a la clase trabajadora por la pérdida de poder adquisitivo constante desde el año pasado.

Pese a todo, se reportó que el Gobierno de Italia, de la ultraderechista Giorgia Meloni, anunció un plan con el que pretende aprobar por decreto una reforma laboral parcial sin el consenso de las partes implicadas y liquidar la renta ciudadana que instauró el Gobierno del Movimiento 5 Estrellas. El plan acometerá grandes reformas del mercado laboral y de los tipos de contrato. La iniciativa activó aún más las alertas de los sindicatos italianos, que aprovecharon para movilizarse de forma masiva en Roma y el resto de ciudades principales.

En Alemania unos 300 mil trabajadores reclamaron en las principales ciudades del país que se compense a la clase trabajadora con un aumento salarial acorde con la espiral de la inflación, para lo que hicieron un llamado a la patronal con la finalidad de que se siente a negociar los contratos colectivos de forma justa y acorde a la situación actual. “Hay que luchar por el progreso social. Por sí solos y de manera claramente racional, en el mundo de los ejecutivos no ocurrirá nada por el bien común, o por un buen mundo laboral o contra el cambio climático”, aseguró Yasmin Fahimi, presidenta de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB).

En España se calculó en 10 mil las personas que se manifestaron para exigir a las agrupaciones patronales un nuevo contrato colectivo que mitigue la pérdida de poder adquisitivo.

En Reino Unido siguieron las movilizaciones de los trabajadores del sector público, entre ellos las de Salud, que también reclamaron ajustar sus sueldos en función del incremento del costo de la vida.

Hubo marchas y actos en Argentina, México, Colombia y Brasil donde las demandas apuntaron a la necesidad de elevar salarios por el encarecimiento del costo de la vida producto de una desatada inflación al alza. Fue reiterativa la reivindicación de mejoras salariales, empleos en condiciones más dignas y seguras y garantizar derechos como una adecuada jubilación, ante planes como reducir la edad para el retiro laboral.