“Vamos a tomar posición en mérito” de lo que se proponga como nueva Constitución

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Así lo indicó Lautaro Carmona, secretario general del PC, respecto al proceso constitucional que se está viviendo para dar con una nueva propuesta de Carta Magna. Dijo que “no tiene que ser el último día del cierre, porque las cosas se van a ir advirtiendo con anticipación”. Respecto a la idea desde el Frente Amplio de confluir en un solo partido, el dirigente comunista sostuvo que “vamos a mirar esto con la sana expectativa que sea contribuyente a fortalecer aún más la unidad del sector”. En entrevista advirtió que “estamos en una posibilidad que la derecha controle la situación del país” y frente a eso “lo aconsejable es construir la más amplia unidad que incluye a los partidos que somos parte del Gobierno, también a la Democracia Cristiana y a los partidos que no son parte del Gobierno”.

Natalia González. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 23/6/2023. Sobre el proceso constitucional en curso y sus dificultades, la incidencia y coordinación de los partidos en la instancia y la necesidad de profundizar la democracia, así como de temas contingentes en los que la reflexión y la acción decantan en la “más amplia unidad”, y en la valoración del proyecto de la Unidad Popular a 50 años del golpe de Estado, el secretario general del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona, conversó en extenso con ElSiglo.cl.

Pese a la correlación adversa al interior del Consejo Constitucional y las consiguientes limitaciones para incidir, el PC sostiene que se pronunciará con el texto terminado. ¿Cómo visualiza el resultado en estas condiciones?

Este nuevo intento de una nueva Constitución que supere la del año ‘80 es una misión que tiene de suyo mucha adversidad dada la correlación que hay dentro del Consejo y los acuerdos de quórum calificado que hay tanto para vetar como para aprobar y que ambos están en manos de la derecha. Hay 17 consejeros y consejeras que van a dar la batalla por una nueva Constitución que supere la Constitución neoliberal, que habilite derechos para toda la sociedad, por ejemplo. Vamos a dar batalla, vamos a ir evaluando punto a punto cómo avanza este debate y vamos a tomar posición en mérito de lo que se va a proponer como nueva Constitución y no tiene que ser el último día del cierre, porque las cosas se van a ir advirtiendo con anticipación. Tenemos plena conciencia que es una lucha muy difícil, sin embargo, tenemos plena conciencia que una nueva Constitución es una necesidad para la profundización democrática, es una necesidad de nuestro Estado y de nuestra sociedad.

¿Qué rol espera que cumplan los dos consejeros constitucionales del PC,  Karen Araya y Fernando Viveros?

Ellos van actuar en consecuencia, primero buscando ser parte de la opinión de los 17 consejeros y consejeras del sector, esto incluyendo -porque he escuchado sus declaraciones y porque lo conozco también en su historia-, al representante de los pueblos originaros, Alihuen Antileo, que va a compartir con los otros 17 que ha elegido Unidad para Chile, y hacer público las miradas que tenemos de una nueva Constitución. Cómo en ese marco nuestra consejera y nuestro consejero van a hacer un aporte, una contribución y demostrar por qué es necesario resolver el tema constitucional de acuerdo a la expectativa de la sociedad y no sólo la mirada que tenga una derecha que va a intentar defender lo establecido y, quizás, incluso hacer retroceder mucho más de lo que la actual Constitución tiene en lo que se refiere particularmente a posibilidad de la profundización democrática, de justicia social, y del rol en todo eso del Estado, que ellos defienden como Estado subsidiario y que nosotros hablamos de un Estado social y democrático de derechos. 

En este marco, y a diferencia de lo que ocurrió en el proceso constitucional anterior, se ha planteado una coordinación de los distintos partidos de Unidad para Chile. ¿Cómo se hace operativo este enlace y cuáles son las expectativas?

Lo primero es el explícito aprendizaje de corregir lo que no se hizo en la Convención, que teniendo números mayores para nuestro sector, no hubo una coordinación de los mismos sectores que hoy día tenemos esa obligación. Lo segundo, esa coordinación que ya está funcionando debe ser en el respeto irrestricto de la diversidad de aportes, de las miradas de los distintos partidos que constituimos Unidad para Chile y que tenemos representación dentro de este Consejo. Nadie va a tener una expectativa de pedir más de lo que es su incidencia, pero sí claridad de que tampoco vamos a pedir que alguien pida menos, de acuerdo al número de aportes que le hacen a una bancada de transformaciones y de cambios en la perspectiva de una nueva Constitución. Hay una relación muy respetuosa, hay tres bancadas constituidas, cada una tiene un número de cinco. Nosotros compartimos bancada con Convergencia Social. Hemos dicho que si somos dos de seis, somos un tercio y queremos incidir en la representación y en las tareas que hubieran en ese preciso tercio, sin tomar en cuenta incluso que dada la altísima votación que obtuvimos en la Región Metropolitana somos el factor que garantizó la integración de otra consejería en la misma región a favor de nuestra lista. Entonces, con esas claridades y con una buena disposición a dar razones y a producir demostraciones y empatía con la expectativa que tiene el mundo social organizado, esperamos que surja un producto del trabajo constitucional de las consejerías que sea un aporte evidente a la perspectiva de una nueva Constitución.

Partido único del FA y unidad de las fuerzas políticas contra la derecha

En otro tema de la contingencia, en el marco de un nuevo aniversario de Convergencia Social, el Presidente Gabriel Boric llamó a los partidos del Frente Amplio a constituir un solo partido.  ¿Qué opinión le merece y cómo cree que esta posible conformación puede fortalecer el proyecto común de Apruebo Dignidad y del oficialismo? 

La opinión que uno tiene que escuchar es la opinión que tienen esos partidos y si esos partidos tienen disposición de un acuerdo, nada puede hacer un tercer partido que sea ajeno a ese proceso como sería el caso nuestro. Yo espero que todos los mensajes, todas las indicaciones, todas las propuestas de construcción vayan no solo en la perspectiva de unidad entre los frenteamplistas, sino que se esté imaginando que esa propuesta de unidad del Frente Amplio como único partido sea claramente una contribución también a la unidad mayor con los otros partidos que no somos parte del Frente Amplio. Entonces, quiero imaginarme que eso va a facilitar las bilaterales, que va a hacer que funcione con mayor eficacia y en una velocidad de tiempo mejor tales o cuales acuerdos. No puedo imaginarme que esto vaya a ser un proceso que no contribuya a la unidad de todo el sector de los que son Frente Amplio y de los que nos somos Frente Amplio, pero que somos parte del proyecto. No voy a intervenir en algo que he escuchado a los dirigentes, están en un proceso entre ellos, partido a partido, están discutiendo dentro de sus partidos. Esto es como, dijo el Presidente, un adelantamiento de un proceso que seguramente tenían previsto hacerlo, pero son esos partidos los que tienen que vivir el proceso y llegar a las conclusiones de si comparten el propósito que se hizo público. Nosotros vamos a mirar esto siempre con la sana expectativa que sea contribuyente a fortalecer aún más la unidad del sector y particularmente la unidad con quienes tenemos el origen político, de trabajo, la coalición, en su momento, Apruebo Dignidad, y con la otra integración de los sectores del llamado Socialismo Democrático y que se va a medir en una coherencia, en un mensaje de profundidad, de vínculo, en una manifestación de expresiones unitarias, en el plano particular o territorial, recién ahí vamos a evaluar cómo avanza este proceso.

En este mismo sentido, ante el avance de los sectores de la derecha y de la ultraderecha, y de cara a los próximos procesos electorales, desde el PC se ha llamado no sólo a afianzar la unidad del sector sino a generar una unidad más amplia, que incluya a otros partidos políticos. ¿Qué expectativa tiene de que este llamado genere adhesión?

Estamos frente al peligro que la derecha, incluyendo las expresiones más extremas de la derecha, sean demasiado incidentes y hegemónicas en las políticas públicas y de Estado. Desde esa perspectiva, lo aconsejable es construir la más amplia unidad que incluye a los partidos que somos parte del Gobierno, pero que también incluya como convocatoria a la Democracia Cristiana y también a los partidos que no tienen representación parlamentaria, que no son parte del Gobierno y, sin embargo, son sectores, tanto partidos como movimientos, que tiene una posición muy clara frente a las propuesta neoliberales y de la derecha más reaccionaria. Todos esos sectores, salvo definición de cada partido, todos deben tener espacio en esta gran convergencia unitaria, respetando la diversidad y la identidad de cada fuerza política. No sentir que la diversidad es un problema, sino que es una cualidad que permite llegar a una anchura mucho mayor de incidencia en la sociedad chilena, y puede permitirnos construir esa gran mayoría que hace falta para revertir y reponer el proceso transformador. El primer esfuerzo es convenir la misma conducta todos y todas de estos sectores el 17 de diciembre cuando sea el plebiscito de salida, eso mismo abordarlo en las elecciones regionales y municipales del próximo año con la perspectiva de la parlamentaria y la presidencial del año subsiguiente.

Si bien esta es una manifestación de opinión que  no solo tiene el Partido Comunista, hay otros partidos que también lo han hecho saber, y creo que todos los partidos después del remezón que significaron las duras derrotas tanto el 4 de septiembre como el 7 de mayo, nos obligan a mirar frente a qué situación estamos. No creo que alguien vaya a imaginar que es un invento, una ilusión que estamos en una posibilidad que la derecha controle la situación del país, con las políticas de la derecha que son un retroceso muy duro. Yo creo que todos vamos a considerar en primer lugar el interés del país, el interés de la profundización democrática, de la calidad de vida de la gente, de un nuevo modelo de desarrollo y de un mejor país al fin y al cabo. 

En el contexto de los 50 años del Golpe de Estado, el ex Presidente Sebastián Piñera, se refirió a la Unidad Popular, sosteniendo que el gobierno de Salvador Allende no respetó los principios de la democracia. ¿Cómo interpreta esta aseveración? 

Me parece primero de una tremenda ignorancia política, y es triste toda vez que él fue Presidente de Chile en dos oportunidades. Segundo, me parece que es de un acomodo oportunista, que es un poco la condición política que tiene Piñera. Le quiero recordar que antes que asumiera la Unidad Popular, antes que fuera electo y ratificado Salvador Allende como Presidente de Chile, hubo una operación de sectores de la derecha más reaccionaria y la CIA en nuestro país para asesinar a René Schneider, comandante en jefe del Ejército. Ese dato no puede olvidarlo. Respecto a si era una tragedia democrática o no, le quiero recordar que hubo un elemento que hoy día es muy vilipendiado por suponer que el Estado de Chile es inoperante y que fue la nacionalización del cobre, que permitió la creación de Codelco (Corporación del Cobre), por una votación unánime en el Congreso Nacional. Lo mismo en lo que fue la profundización de la reforma agraria que venía desde el tiempo de (Eduardo) Frei Montalva. Creo que no es faltar a la democracia cumplir con los compromisos del medio litro de leche, de políticas hacia la mujer, el cruzarse contra cualquier manifestación de corrupción e impedir que se abuse de las tareas de poder y alguien se haga millonario a costa de tareas de Estado. Ahí está la famosa frase de “El Estado no va a producir nuevos ricos”, porque tiene que estar aquel que quiere servir y no servirse. Hay muchos ejemplos que muestran la potencia, la instalación, el respeto que a nivel mundial logró el proyecto encabezado por Salvador Allende. Y llegamos a la demostración máxima que elimina cualquier otra prueba: en una conspiración de grupos ultrarreaccionarios con la traición y la cobardía de un sector de las Fuerzas Armadas, con la instigación de políticos de la derecha chilena y en contubernio y el auspicio financiero del imperialismo norteamericano, incluyendo el poder de la CIA -como lo describen los archivos desclasificados-, tuvieron que recurrir a ese nivel de fuerza y terrorismo para tratar de abortar el proceso que llevara adelante el Gobierno Popular. Es una negación de Piñera, en su condición de estadista, mostrar tamaña ignorancia y verse tan cerrado y sectario para reconocer la valoración y validación mundial que tiene Salvador Allende más allá incluso de los sectores estrictamente de izquierda. Debiera tener más grandeza e indicar que no ha habido otro Presidente en Chile que se haya inmolado por cumplir con la palabra comprometida con el pueblo.