Así lo señaló el senador Daniel Núñez, quien planteó la necesidad de “combatir la delincuencia con las herramientas de la democracia” y eso paso por el respeto irrestricto de los derechos humanos. El legislador del Partido Comunista, en entrevista con ElSiglo.cl, explicó por qué finalmente no llevaron la nueva ley al Tribunal Constitucional. Anotó que “hay que dejar en claro que los mayores peligros que contenía esta Ley, quedaron eliminados con el debate que dimos en el Congreso” y precisó que “no es real que pueda ser usada para reprimir protestas sociales”. Núñez sostuvo que la primera vulneración que sufre la población en sectores populares es la acción del narco y el crimen organizado. Insistió en que “la reforma de Carabineros y el mejoramiento o modernización de Carabineros es una necesidad”. Dijo que desde la derecha, aprovechándose de la situación que se vive, nuevamente quieren atacar y excluir al PC.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 8/4/2023. Fue una semana activa y vertiginosa para el senador Daniel Núñez (Partido Comunista), metiéndose de lleno a la discusión y votación de la polémica Ley Nain-Retamal, planteando objeciones y contra-propuestas.
Junto a eso, asumiendo posiciones y entregando argumentos frente a la tormentosa agenda de seguridad pública, los debates legislativos, las campañas mediáticas y hasta críticas al Partido Comunista.
¿Por qué, finalmente, los legisladores del Partido Comunista decidieron no ir al Tribunal Constitucional por la Ley Nain-Retamal?
En primer lugar, la Ley fue promulgada el jueves y eso hacía imposible ir al Tribunal Constitucional, además, había que reunir 39 firmas de diputados y diputadas y 13 firmas de senadores y senadoras. Por tanto, por cuestión de tiempo y de reunir las firmas necesarias, no contábamos con esa posibilidad de ir al TC. Pero, además, el Gobierno comprometió, en el debate legislativo, que el aspecto más polémico de esta norma, sobre el uso privilegiado de la fuerza, iba a ser mejor precisado en las reglas del uso de la fuerza, que es un proyecto de ley que el Ejecutivo enviará al Congreso. Considerando ese conjunto de situaciones, no era posible ir al Tribunal Constitucional y esa fue la realidad a la que nos enfrentamos.
¿Consideras que igual habrá que tener cuidado con la aplicación de esta Ley?
Por supuesto. Vamos a estar extremadamente vigilantes con una Ley que surge por aprovecharse del dolor de un país y que cuando se comenzó a discutir tenía aberraciones jurídicas y en materia de derechos humanos brutales como, por ejemplo, la impunidad total a los altos mandos, o hacer un uso indiscriminado de las armas letales con un criterio totalmente subjetivo de la policía, y eso logramos que se eliminara. No obstante tenemos reparos en algunos puntos y nos parece que ante esta situación vamos a estar muy vigilantes en cuanto a que siempre, ante algo tan necesario como es el combate a la delincuencia, se haga con las herramientas de la democracia, y una de las herramientas de la democracia es el respeto a los derechos humanos. Si surge cualquier situación de violación a los derechos humanos, un exceso policial, lo vamos a denunciar y si es necesario lo llevaremos a los organismos internacionales. Y no renunciamos a hacer adecuaciones necesarias.
El Gobierno le dio un contundente respaldo a Carabineros. Junto con eso, ¿no debería trabajar con la policía uniformada, preventivamente, para evitar que haya violación a los derechos humanos, abusos o excesos?
Hay que dejar en claro que los mayores peligros que contenía esta Ley, quedaron eliminados con el debate que dimos en el Congreso, y una Ley que contenía aberraciones como la impunidad para los altos mandos y el uso indiscriminado de armas de fuego, ya no están presentes. Eso es muy importante, porque cuestiones que fueron impugnadas por organismos de derechos humanos internacionales y nacionales se lograron sacar de la Ley.
Sobre esa base, siempre hay situaciones de imprecisiones, de dobles lecturas, que están preocupando, y que deben quedar solucionadas y precisadas en el proyecto de ley que el Gobierno debe enviar al Congreso sobre las reglas del uso de la fuerza policial. Eso puede ayudar a que las policías tengan criterios más claros -incluso las fuerzas militares- de uso racional y proporcional de las armas.
Quiero enfatizar que el combate a la delincuencia, al narcotráfico y al crimen organizado debe hacerse con las herramientas y los recursos de la democracia y uno de esos recursos es el respeto irrestricto a los derechos humanos. Ninguna política de seguridad ciudadana puede sustentarse sobre la base de un actuar autoritario, discrecional, represivo y con uso excesivo de la fuerza. Eso es contrario a la democracia, es contrario a legitimar a las policías.
La Ley no es para manifestaciones sociales
Hay inquietud de que esta nueva Ley y las medidas en esta “batalla a la delincuencia”, puedan afectar a la ciudadanía, a la vida cotidiana de la gente, sobre todo en zonas populares. Se piensa que estas nuevas atribuciones de Carabineros se pueden usar para ir en contra de manifestantes sociales.
Eso no es verdad. No es real que la Ley Nain-Retamal, como fue promulgada, pueda ser usada para disolver, contener o reprimir protestas sociales. La Ley sólo estipula que Carabineros podrá hacer uso de armas de fuego o armas letales sólo cuando esté en riesgo su vida, la de terceros o él quedar gravemente herido. En ninguna protesta social, o en ninguna manifestación, jamás está en riesgo la vida de un policía, quien se va a manifestar no va a amenazar la vida de un carabinero, no lleva armas de fuego para dispararle. Además, frente a la protesta social hay protocolos, los carabineros van con su equipamiento de protección, con vehículos que también les permite resguardar su vida…
¿Es exagerado decir que si un manifestante se acerca con un palo a golpear a un carabinero, el carabinero podrá dispararle?
Si un manifestante se acerca con un palo a un carabinero y ese carabinero está con su escudo, con su casco, con sus implementos de seguridad, su vida no corre riegos y no puede, por tanto, responder con un arma de fuego. La Ley Nain-Retamal no lo permite. En eso hay que ser claro y tajante. A diferencia del texto original que salió de la Cámara Baja que sí lo permitía. Ese texto, que no quedó, estipulaba que si dos o más personas podían causarle lesiones, el carabinero podía usar su arma de fuego. Eso sí, aunque le moleste a algunos, era un “gatillo fácil” y sí podía ocurrir que en protestas sociales usaran el arma de fuego, eso se eliminó de Ley, por tanto, no existe la posibilidad de que un manifestante agreda a un policía y que éste responda haciendo uso de su arma de fuego.
Es constatable que en poblaciones, comunas populares, localidades de regiones, hay inquietud de que puedan estar más vulnerables a un accionar policial represivo.
Mira, la primera vulneración que vive la gente en esas zonas que me señalas, es de parte de la delincuencia, del narcotráfico, del crimen organizado, de bandas delictivas, ese es el mayor temor que tiene la gente en la actualidad. Que una “bala loca” mate a un familiar, que lo asalten llegando a la casa, que un altercado con un narco termine en que le disparen, que le entren a robar al comercio o a la casa, ese es el temor que hoy está presente en los sectores populares.
Ahora, terminar con ese temor debe hacerse en el marco del Estado de Derecho, sin afectar a personas inocentes, sin molestar a las ciudadanas y ciudadanos, y por eso insistimos en aquello del uso indiscriminado de las armas por parte de las policías. Un arma de fuego mal usado por un policía, puede provocar la muerte de un inocente, y eso sería contradictorio con el objetivo de resguardar la seguridad de la población. Otro factor es el uso proporcional de la fuerza, que debe ser ratificado en las reglas que existen.
Sabemos que hay una situación compleja, por eso debemos estar atentos a las situaciones que se puedan provocar y cuando haya violaciones a los derechos humanos y excesos policiales, habrá que denunciarlo, como lo hicimos en otros momentos. Las denuncias que hicimos de violaciones a los derechos humanos durante el estallido social o de los casos de corrupción brutal como el famoso “pacogate” donde los altos mandos se gastaron las platas que debían ir a mejorar las condiciones de Carabineros, son denuncias que no dañan a la policía, la fortalecen, porque le permiten corregir errores, combatir la corrupción, separar de las filas a quienes cometan violaciones a los derechos humanos. Esas denuncias las hicimos desde nuestro rol como parlamentarios del Partido Comunista y eso se va a mantener, independientemente de quien sea el Presidente que esté en La Moneda, independientemente del Gobierno que haya y si somos o no somos parte de un Gobierno, porque esto es parte natural de nuestra esencia y compromiso democrático.
Reforma a Carabineros, Estado de Excepción
¿Hay que insistir en la reforma a la institución de Carabineros? Porque parece que eso se olvidó.
La reforma de Carabineros y el mejoramiento o modernización de Carabineros es una necesidad. Entre otras cosas, porque estamos enfrentando un enemigo delictual nuevo, que tiene prácticas que no conocíamos, vinculadas a carteles de drogas y crimen organizado, y debemos ponernos al día. También ir a las malas prácticas policiales en la represión a la gente, que provocaron daños terribles y no queremos que se repitan, como 400 personas mutiladas en sus ojos. Hay que insistir en que es una necesidad la reforma a las policías, nadie debe ver eso como una amenaza y habrá que hacerlo en conjunto con las instituciones policiales.
¿Estás de acuerdo en establecer el Estado de Excepción en la Región Metropolitana u otras regiones?
Hoy la exigencia que nos instala la derecha de Estado de Excepción es absolutamente ineficiente, poco eficaz y busca respuestas populistas que no solucionan el problema. Si sacas a los militares a la calle será difícil que encuentren esos puntos críticos, a todos los narcos y delincuentes, sin metodología investigativa. Además, tenemos al contingente militar estresado desplegado en La Araucanía y la frontera norte. Detrás de eso no hay una propuesta seria, no hay una preocupación efectiva y sincera por combatir la delincuencia, sino ir a medidas populistas e ineficaces. No soy partidario de ninguna forma de un Estado de Excepción en el país.
¿Y el plan de intervención en muchas comunas para atacar la delincuencia?
Tendríamos que conocer esos planes, más en detalle, lo analizaremos, pero no me quiero pronunciar porque no conozco esos planes.
¿Qué frase te sinterizaría lo que hay que hacer en este momento con el tema de la seguridad pública?
La frase es combatir la delincuencia con las herramientas de la democracia.
Durante la semana, legisladores y dirigentes de la derecha, incluso algunos de Socialismo Democrático, dijeron que el Partido Comunista no quería aprobar leyes para ayudar a la labor de Carabineros.
Eso no es real. Lo que pasa es que lo que entendemos, comprendemos y asumimos es que fortalecer la labor policial es darle todas las herramientas que sean necesarias para combatir el crimen, pero junto con eso, denunciar y terminar todas las malas prácticas que puedan deslegitimar el accionar de la policía y debilitar a la institución policial. Plantear que debemos inhibirnos cuando hay un mal procedimiento de Carabineros, que debemos inhibirnos cuando hay un caso de corrupción, es dañar a la policía y a la democracia.
Las exigencias de renuncias y deshacerse del PC
En todo este escenario, hubo declaraciones de presidentes y secretarios generales de partidos de la derecha, de legisladores de oposición, exigiendo la renuncia de ministros y subsecretarios, de jefes de servicio, y se habló de sacar de escena al Partido Comunista, le exigieron al Presidente Gabriel Boric que se desprendiera del PC.
Hay un intento, dada la angustia, la conmoción que hay en el país, la sensación de dolor con lo que está pasando con la muerte de los carabineros, de aprovechamiento político. Se quieren aprovechar del dolor y la preocupación que hay en el país para atacar al Partido Comunista y volver a generar el escenario de la exclusión e incluso de la ilegalización del Partido Comunista.
Nosotros somos un actor validado y reconocido en la democracia, siempre hemos defendido la democracia, tenemos credenciales de respeto a la institucionalidad que son intachables, a diferencia de la derecha que -ahora que estamos en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado-, respaldó el derrocamiento de un Gobierno y defendió y justificó una represión que dejó miles de ejecutados, desaparecidos, torturados y exiliados. Imagínate, se cumplen 50 años del golpe de Estado y la derecha está planteando la exclusión, el deshacerse del Partido Comunista.
No creo que esas exigencias descabelladas de hacer renunciar ministros o de sacar al PC del camino vayan a ser escuchadas y menos implementadas. Por el contrario, hemos estado en diálogo permanente con el Presidente Boric, nuestros dirigentes han estado en La Moneda, y siempre será bueno que nadie en la centroizquierda, como se dice en el lenguaje popular, “agarre papa” y se suba a la campaña anticomunista.
Pero de Socialismo Democrático se habló de “traición”, de “darle la espalda” al Presidente, se criticó a la alcaldesa de Santiago, se dijo que el PC actuaba de manera irresponsable.
No es el minuto de echarle más leña al fuego con declaraciones, respuestas o dimes y diretes. Es claro que debemos tener un sentido de responsabilidad para en minutos de crisis, de mucha tensión política, manejarnos con la mente fría y con templanza.
Se constata un remezón en la agenda del oficialismo, al menos coyunturalmente.
Lo primero es que en este momento debemos actuar con más unidad que nunca para apoyar al Presidente Gabriel Boric y no perder de vista el rumbo transformador del Gobierno, con una agenda sólida y que está caminando, y que es lo esencial, lo que nos da sentido como un Gobierno transformador, de beneficio para la gente, y que nos llevó a ganar las elecciones.