REPORTAJE. ¿Quién es realmente Zelenski, que le hablará este martes al Congreso?

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A iniciativa de senadores de extrema derecha y de derecha, a la que se sumaron legisladores socialdemócratas y demócratacristianos, se tendrá un contacto telemático con el Presidente de Ucrania, en otra demostración de una institución del Estado chileno de respaldo a ese país en la guerra con Rusia. A Volodímir Zelensky se la presenta con un “líder de occidente”, un hombre que “no es derecha ni de izquierda”, como “un hombre valiente” y “defensor de la libertad” y ha recibido la solidaridad, entre otros, del Presidente Gabriel Boric que se sumó a los apoyados de Joe Biden y Jair Bolsonario, en el reforzamiento de vínculos con Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN. Muy poco se habla de que el mandatario ucraniano prescribió a 11 partidos políticos opositores, cerró una decena de medios de comunicación, permitió que grupos paramilitares de corte nazi y ultranacionalistas fueran parte de la policía y el Ejército, que está indagado por negocios ilegales en paraísos fiscales, que sus políticas fueron objetadas por la Oficina de DDHH de la ONU, y atacó con fiereza a la población pro-rusa de la región del Donbás. Este encuentro con el Senado chileno es parte de una estrategia diseñada por la administración ucraniana, apoyada por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Equipo “El Siglo”. Valparaíso. 4/4/2023. El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, que será recibido telemáticamente este martes a las 14:00 horas en el Congreso chileno, ilegalizó partidos políticos opositores, cerró medios de comunicación críticos, se vinculó con grupos paramilitares neonazis y ultranacionalistas, atacó con fiereza a la población pro-rusa del Donbás y fue investigado por negocios ilegales en paraísos fiscales.

La invitación e insistencia de tener el contacto con Zelenski, la promovieron desde el ultraderechista Partido Republicano y por gestiones específicas del senador Rojo Edwards, quien visitó Ucrania para dar su apoyo en la confrontación con Rusia. Las senadoras y senadores de los partidos de derecha, más varias y varios socialdemócratas y democratacristianos dieron el beneplácito para que el mandatario ucraniano dirija unas palabras en la Cámara Alta chilena, donde seguramente defenderá la postura de su Gobierno, condenará a Rusia y agradecerá el apoyo de Chile.

Este encuentro con el Senado chileno es parte de una estrategia diseñada por la administración ucraniana, apoyada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, y que le ha permitido a Zelenski hablar en el Congreso de Estados Unidos, la Cámara de los Comunes del Reino Unido, el Bundestag de Alemania, la Asamblea Nacional de Francia y parlamentos de Israel y Polonia, entre otros.

Ahora, con el patrocinio del ultraderechista Edwards y senadores de derecha, socialdemócratas y democratacristianos, Chile se suma a esa órbita establecida en la estrategia ucraniana que, por cierto, prácticamente ha sido omitida por Congresos en América Latina.

Para darle realce a la ocasión, hablarán los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputadas y Diputados y están invitados integrantes del cuerpo diplomático acreditado en Chile que constituyen los países que están apoyando a Ucrania y condenando a Rusia.

Está claro que se podrá escuchar la postura de defensa de Ucrania y crítica a Rusia, y al parecer en la Cámara Alta chilena se pasarán por alto datos sobre Volodímir Zelensky, en la idea de ayudar a la idea de que el mandatario ucraniano es un “líder de occidente”, un hombre que “no es derecha ni de izquierda”, “un hombre valiente” y “defensor de la libertad”.

Pero hay datos que quizá pudieron ser considerados por los parlamentarios chilenos antes de darle tribuna a un personaje que, cuando menos, es cuestionado y se le atribuyen varias acciones antidemocráticas, represivas y autoritarias sobre todo en medios de prensa europeos y latinoamericanos.

Algunos antecedentes

Cuando Zelenski asumió, decretó la prohibición de 11 partidos políticos opositores. Entre ellos, Partido por la Vida, Oposición de Izquierda, Unión de Fuerzas de Izquierda, Partido Socialista de Ucrania, Partido Comunista de Ucrania, Partido Progresista y Socialista de Ucrania. Sus dirigentes y militantes han sido asesinados, arrestados y torturados y en la actualidad deben vivir y actuar en la clandestinidad.

El Presidente de Ucrania cerró alrededor de una decena de medios de comunicación que tenían una línea editorial e informativa contraria a su Gobierno, que no adhirieron a la línea oficial impuesta desde el palacio presidencial, que tenían posturas de izquierda y unos pocos pro-rusos. 

Además, ilegalizó organizaciones sociales, sindicales, de mujeres y estudiantes, de derechos humanos y estableció un control político y policial sobre entidades de la sociedad civil. 

En una nota del medio alemán DW se indició que Zelenski “gobierna hoy Ucrania con los mismos métodos que decía querer abolir”. Desde la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en 2021, se indicó que de parte del Gobierno ucraniano había un corte de las libertades principalmente por el cierre de medios de comunicación y restricciones a sectores políticos.

En diversidad de prensa mundial se han publicado reportajes y notas informativas sobre los vínculos de la administración de Zelenski con grupos paramilitares nazis, fascistas, ultranacionalistas y de extrema derecha, como el Batallón Azov, Batallón Donbas, Batallón Aidar y Sector Derecho o Pravi Sektor. Hay innumerables denuncias de que militantes de esos grupos participaron en la policía y el Ejército de Ucrania, desarrollando tareas represivas contra opositores al Gobierno, sobre todo de organizaciones de izquierda, simpatizantes de Rusia y de colectivos sociales y de derechos humanos.

Cuando asumió, este mandatario decidió por una vía autoritaria destituir a muchos gobernadores, cerró el Parlamento y lo abrió cuando había maniobrado para que su partido obtuviera la mayoría (puso de presidente a un multimillonario amigo), y echó al Fiscal General para colocar ahí a alguien de su entera confianza.

En 2021 se confirmó, a través del caso Panama Papers, que el mandatario ucraniano era investigado por operaciones financieras ilegales y como propietario de sumas multimillonarias y situaciones como propiedades en Londres, Reino Unido, sin poder responder legalmente a todo ello. 

Zelenski fue vinculado a una red de empresas irregulares y a otros que pagaron sobornos por operar en Ucrania, donde operaban amigos del mandatario, lo que incluyó detectarse que la esposa de éste recibió millonarios depósitos. 

No fue el único caso de bochorno escándalo. También se reportó en la prensa internacional el caso conspirativo en que también estuvo involucrado el ex presidente estadounidense, Donald Trump, en torno de Hunter Biden, hijo del actual jefe de la Casa Blanca, Joe Biden, al cual se le quiso ligar a situaciones de corrupción en la empresa ucraniana de gas natural, Burisma Holdings.

El respaldo de Presidente Boric y el Senado

Lógicamente que las comunicaciones telemáticas establecidas entre el Presidente Gabriel Boric y el mandatario Volodímir Zelensky y ahora la invitación a este encuentro telemático con el Senado, son señales claras del respaldo del Gobierno chileno y de senadoras y senadores al jefe de la administración ucraniana. Dadas las realidades, lo que implica una toma de postura en esa guerra que pasa, entonces, por la condena a Rusia y una crítica al actuar del Gobierno de esa nación.

Ese coloca a Chile, al menos a su Gobierno y al Senado, en la órbita de la postura de Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de involucramiento directo en el conflicto con Rusia y de conformación de una fuerza “pro occidental”.

Volodímir Zelensky desde que asumió la presidencia de Ucrania se planteó como prioridades de su política exterior, tres líneas paralelas: distanciarse y entrar en confrontación con Rusia; reforzar su apertura y relacionamiento con la Unión Europea y lograr la incorporación a la OTAN; y fortalecer el vinculo político, diplomático y militar con Estados Unidos.

Eso puso a Ucrania en un campo bien definido en la geometría política y diplomática mundial. Más cuando para contribuir al ingreso a la OTAN, Zelensky y sus mandos militares, abrieron la posibilidad de la instalación de misiles estadounidenses y europeos, al amparo de la OTAN, en territorio ucraniano.

Con todas las criticas y desmentidos que se le hacen a los rusos, eso gatilló que el presidente Vladimir Putin invadiera Ucrania y se iniciara la guerra.

Desatado el conflicto bélico, de manera explícita, financiera, militar y diplomática, la OTAN, la UE y EU apoyaron a Ucrania y particularmente reconocieron y respaldaron al presidente Zelenski , y alentaron una suerte de liderazgo del mandatario.

Potencias como China, India e Irán, junto a países asiáticos, latinoamericanos y africanos mantuvieron una postura de distancia y, sobre todo, rechazaron sumarse a las posiciones de la OTAN, la UE y EU.

En ese cuadro, los gobiernos de países como Brasil, Argentina y México, no realizaron acciones de respaldo a ninguno de los dos países, ni a Zelenski ni a Vladimir Putin, y más buen insistieron en llegar a un diálogo y una solución pacífica y pronta del conflicto. 

Chile no entró en esa lista y está apoyando a una de las partes, a Ucrania, empezando por el Presidente Zelensky.

Después de uno de los contactos telefónicos entre Boric y Zelenski, este último dijo “sostuve una llamada con el presidente de Chile. Agradecí la cooperación en los foros internacionales. Discutimos una mayor consolidación del apoyo de América Latina. Elogiamos la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) y mencionamos la creación de un Tribunal Especial”. Boric expresó en un diálogo el año pasado que “he mantenido una conversación telefónica con Volodimir Zelenski, en la cual le he manifestado mi apoyo a todas las negociaciones que permitan cesar las hostilidades y alcanzar la paz definitiva”.