En una cumbre presidencial se reiteró la necesidad de proteger los 7 millones de kilómetros cuadrados de una zona considerada un “pulmón del Planeta”, con potencial forestal, fluvial, de flora y fauna. “Deberíamos crear una OTAN amazónica, un tratado de cooperación militar”, dijo el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, planteó la propuesta de lanzar al espacio un satélite dedicado exclusivamente a vigilar la región. En la reunión se habló de movilizar 100 mil millones de dólares anuales en financiamiento climático.
“Telesur”. “Cubadebate”. “El Siglo”. 9/8/2023. Dar pasos concretos y efectivos en la protección del Amazona fue un compromiso base establecido por jefes de Estado y altos funcionarios de los países que participaron en la Cumbre Amazónica del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), en Belem do Pará, Brasil.
Hace años que existe preocupación por este territorio de 7 millones de kilómetros cuadrados, definido como un “pulmón del Planeta”, con una rica fauna, flora y recursos forestales y fluviales y que contribuye a equilibrios ecológicos, regular el ciclo de carbono y el cambio climático. En esa extensa área viven 50 millones de personas, muchas indígenas.
Algunos de los serios problemas que encara el Amazonas en la explotación indiscriminada e ilegal de madera y caucho, y la deforestación que llega a más de 800 mil hectáreas de bosques. Además se suman situaciones como la ampliación de la frontera agrícola para que haya más actividad ganadera, no siempre regulada, la proliferación de áreas de cultivo de hoja de coca, la minería ilegal, el tráfico de fauna y flora, el contrabando en las zonas de frontera y hasta el tráfico de seres humanos.
En la Cumbre de esta semana, participaron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, de Bolivia, Luis Arce, y Perú, Dina Boluarte, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el primer ministro de Guyana, Mark Anthony Phillips, y los cancilleres de Ecuador, Juan Carlos Holguín, y Surinam, Albert Ramdin, entre otras autoridades e invitados como el Presidente del Congo, Denis Sassou Nguesso y el Sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria y Tecnología Avanzada, de Emiratos Árabes Unidos.
La cumbre se enfocó en impulsar una visión de desarrollo sostenible en la región, combatiendo el crimen organizado y fortaleciendo la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). Se suscribió el documento “Unidos por nuestros bosques: Comunicado conjunto de los países forestales en desarrollo en Belém” donde se señalaron conclusiones clave como:
- “Combinar los esfuerzos, al más alto nivel, de sus Gobiernos para avanzar en una nueva agenda común de cooperación en la Amazonía que sea implementada bajo el objetivo del desarrollo sostenible, de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, de los bosques y del agua, la acción urgente para evitar el punto de no retorno en la Amazonía, el combate a la deforestación y a los ilícitos en la región, el desarrollo económico con inclusión social y generación de ingresos y empleo, a partir de mecanismos de participación social, en particular de los pueblos indígenas y de las comunidades locales y tradicionales”.
- “Establecer un diálogo entre los Estados Parte sobre el tratamiento adecuado que debe darse a la Amazonía en el contexto del cambio climático, con miras a trabajar para construir posiciones comunes de los países amazónicos sobre el tema en declaraciones y otras acciones en foros internacionales e instituciones financieras multilaterales”.
- “Urgir a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos de provisión y movilización de recursos, incluyendo la meta de movilizar 100 mil millones de dólares anuales en financiamiento climático, para apoyar las necesidades de los países en desarrollo y reconocer la necesidad de realizar progresos substanciales en las deliberaciones sobre el nuevo objetivo colectivo cuantificado de financiación para el clima, a concluir en 2024 ante la urgente necesidad de aumentar la acción climática, teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países en desarrollo”.
- “Impulsar acciones coordinadas para garantizar el derecho humano al agua potable y el saneamiento, el equilibrio y armonía con los ecosistemas vinculados al agua y su sano balance con las necesidades alimentarias y energéticas en la Amazonía”.
El territorio de la Amazonía abarca a Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Guyana Francesa, aunque todo lo que ocurre en esa vasta zona incide en el medioambiente de todo el mundo.
Los países participantes reconocieron la necesidad de abordar los desafíos que enfrenta la selva amazónica, considerada un ecosistema vital para la Humanidad.
Los jefes de Estado y la zona amazónica
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró la IV Cumbre Amazónica en Belem do Pará. En su discurso de apertura, Lula destacó la urgencia de retomar la cooperación entre los países amazónicos para enfrentar los desafíos actuales, especialmente en el contexto del agravamiento de la crisis climática.
El mandatario sostuvo la idea de una Amazonia al alcance de todos, con migrantes acogibles, indígenas respetados y jóvenes con más esperanza. Una Amazonia que se despierta y se conoce a sí misma.
Bolivia expresó su rechazo al modelo capitalista y ha planteado la necesidad de tomar medidas para proteger a la Humanidad de los riesgos que implica este sistema económico. El país busca promover alternativas que respeten la naturaleza y garanticen el bienestar de las comunidades indígenas y la biodiversidad en la región amazónica. Así lo dejó saber su presidente Luis Arce.
Mientras tanto, Colombia ha propuesto la creación de un tribunal de justicia ambiental para proteger la Amazonía y garantizar la sostenibilidad de este importante ecosistema. El país reconoce la necesidad de tomar acciones concretas y fortalecer la cooperación regional para enfrentar los desafíos ambientales.
“Deberíamos crear una OTAN amazónica, un tratado de cooperación militar”, fue la propuesta del mandatario colombiano Gustavo Petro.
El jefe de Estado colombiana y su homólogo boliviano, Luis Arce, plantearon la idea de crear un centro de investigación del Amazonas.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, destacó la importancia de la cooperación internacional y la adopción de medidas efectivas para preservar la Amazonía. Venezuela ha resaltado la necesidad de proteger la biodiversidad y los derechos de las comunidades indígenas que habitan en la región.
Además, hizo ver la propuesta de lanzar al espacio un satélite dedicado exclusivamente a vigilar la región y hacer seguimiento al ambicioso plan de reforestación con el que los países del área pretender revertir el daño causado por años de tala y quema de bosques.
Sobre la deforestación, Dina Boluarte llamó a una “alianza firme y clara para enfrentar la tala, la minería ilegal y el narco”.
En la cumbre se planteó negociar con los países desarrollados el canje de deuda externa por acciones climáticas.