Hay progresos con la propuesta del Gobierno de Brasil ante el G-20 de aumentar la tributación de los multimillonarios, idea respaldada por gobiernos como los de Estados Unidos y Francia y hasta el FMI. Eso incluye reformas fiscales y mecanismos precisos de tributacion. “Nuestra petición es simple: les pedimos que nos cobren impuestos a nosotros, los más ricos de la sociedad”, se dijo en una carta firmada por 260 millonarios del mundo. Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, indicó que lo que hace el Gobierno brasileño es representar “el tema más fundamental que enfrenta nuestra sociedad global hoy día”. De acuerdo al reporte de este año de la revista Forbes, “hay más multimillonarios que nunca: 2.781 en total, 141 más que el año pasado y 26 más que el récord establecido en 2021”. En tanto, un informe del Banco Mundial señaló que casi 700 millones de personas en todo el mundo viven en situación de pobreza extrema y subsisten con menos de 2 dólares diarios de ingreso. Chile es uno de los países donde los súper ricos se oponen a pagar más impuesto, y los gremios empresariales más los partidos de la derecha están en contra del aumento de tributación y rechazan cualquier reforma fiscal.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 22/4/2024. Desde el año pasado que el Gobierno de Brasil, principalmente a través de su Ministerio de Hacienda, viene planteando que se arme una estructura internacional de impuesto a los súper ricos del mundo, con el objetivo de recaudar recursos para planes sociales ante una extendida situación de crecimiento de la pobreza, el desempleo, la ausencia de inversiones en áreas sociales y migración por motivos económicos.
De acuerdo con las autoridades brasileñas, apoyadas por destacados economistas a nivel internacional, una vía para avanzar en ese mecanismo es que el tributo de los multimillonarios se haga en el marco del poderoso Grupo de los 20 (G20), donde están las principales economías del mundo y desde el cual hay vínculos con poderosos grupos financieros trasnacionales y privados.
Varios gobiernos, entre ellos el de Estados Unidos y Francia, y varios Parlamentos en el mundo, así como representantes del Fondo Monetaria Internacional y otros estamentos financieros, están de acuerdo en implementar un impuesto a los súper ricos, sobre todo considerando que actualmente hay multimillonarios que pagan cero impuesto sobre su riqueza o, en datos generales, no pagan más de 2% en tributación. La directora del FMI, Kristalina Georgieva, se mostró a favor de avanzar en un mayor impuesto para los súper ricos.
Pero no sólo son gobiernos u organismos financieros los que plantean esta posibilidad. También los propios ultra ricos están de acuerdo. En febrero pasado, 260 de ellos firmaron una declaración a favor de pagar más impuestos y hablaron de lo grave de la creciente desigualdad social en el mundo, sobre todo regiones de África, Asia y América Latina.
“Nuestra petición es simple: les pedimos que nos cobren impuestos a nosotros, los más ricos de la sociedad”, se planteó en la declaración dada a conocer en Davos y se resaltó que pagar más tributo “no alterará fundamentalmente nuestro nivel de vida, ni privará a nuestros niños, ni dañará el crecimiento económico de nuestras naciones. Pero convertirá la riqueza privada extrema e improductiva en una inversión para nuestro futuro democrático común” apuntado al efecto del apoyo en recursos para la estabilidad de los países.
“Nos sorprende que no logren respondernos una simple pregunta que llevamos haciéndoles desde hace tres años: ¿cuándo gravarán la riqueza extrema?”. La pregunta viene de los participantes de la campaña online “Proud to pay more” (“Orgullosos de pagar más”).
En este marco, el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, anunció hace unos días que el G20 podría llegar a un acuerdo para implementar un impuesto a los individuos extremadamente ricos. Junto al jefe de las finanzas del Gobierno de Francia, Bruno Le Maire, señaló que en los próximos meses podría producirse una declaración respaldando la propuesta del pago de más impuestos por los súper ricos y viendo los mecanismos para concretarlo.
Para materializar la idea, se plantea la necesidad de avanzar en reformas fiscales en todos los países destinadas a mayor recaudación en base a impuestos de los multimillonarios, respaldo técnico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), establecimiento de mecanismos para el cobro de impuestos y el trazado de apoyo a políticas de corte social, sobre todo en relación a inversión productiva, generación de empleos, aumentos de ingresos, acceso a salud, educación y vivienda, en el combate a la pobreza y la pobreza extrema.
Un análisis de Oxfam apuntó que “con la aplicación de un impuesto a la riqueza de hasta el 5% a los multimillonarios y milmillonarios podrían recaudarse 1,7 billones de dólares anualmente, lo que permitiría que 2000 millones de personas salieran de la pobreza”.
El contraste riqueza-pobreza.
De acuerdo al reporte de este año de la revista Forbes, “ahora hay más multimillonarios que nunca: 2.781 en total, 141 más que el año pasado y 26 más que el récord establecido en 2021”. “Son más ricos que nunca, con un valor agregado de 14,2 billones de dólares, 2 billones de dólares más que en 2023 y 1,1 billones de dólares más que en 2023, el récord anterior, también establecido en 2021”, se indicó en la publicación.
En tanto, un informe del Banco Mundial señaló que casi 700 millones de personas en todo el mundo viven en situación de pobreza extrema y subsisten con menos de 2 dólares diarios de ingreso. “Los países de ingreso bajo, que experimentaron un aumento de la pobreza durante este período, aún no se han recuperado y no están eliminando esas diferencias”, se anotó. Y se apuntó que la mitad de los 75 países más pobres del mundo están experimentando un aumento de la diferencia de ingresos con las economías más ricas por primera vez en este siglo, en un retroceso histórico del desarrollo. La diferencia entre el crecimiento de la renta per cápita de los países más pobres y los más ricos ha aumentado en los últimos cinco años, según el informe. Se precisó que con la pandemia mundial del Covid-19 creció la pobreza en muchas naciones, sobre todo de África, Asia y América Latina.
Se mantiene vigente un estudio de Oxfam que indicó que “el 1 % más rico (del mundo) ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde 2020 a nivel global (valorada en 42 billones de dólares), casi el doble que el 99% restante de la humanidad”. El análisis apuntó a que el 1% de ultra millonarios capta el 50% de la riqueza mundial.
“El tema más fundamental que enfrenta nuestra sociedad global hoy día”.
Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, declaró hace unos días que “lo que está haciendo Brasil es muy importante. En los últimos 40 años, la agenda neoliberal decía que no era razonable gravar a nadie y que si sólo se bajara la tasa de tributación el crecimiento económico desatado sería tan grande que beneficiaría a todos”. Resaltó que “eso no ocurrió”.
Al participar en un foro de la Comisión Independiente para la Reforma del Tributo Empresarial Internacional (ICRICT), el destacado economista sostuvo que “necesitamos dinero. ¿Dónde está el dinero? Una fracción cada vez más grande de ese dinero está en manos de los superricos”. Y añadió que “Lo que el Presidente (Luiz Inácio) Lula (da Silva) está haciendo en el G-20 presentando el tema de la desigualdad es abordar el tema más fundamental que enfrenta nuestra sociedad global hoy día”.
Gabriel Zucman, integrante de ICRICT, señaló que los súper ricos tienen “una tasa efectiva de tributación mucho más baja que todos los otros grupos socioeconómicos” y comentó que “aunque algunos multimillonarios ya pagan el equivalente de 2 por ciento de su riqueza cada año en impuestos, algunos pagan cero”.
El experto no dejó de señala que 140 naciones apoyaron, en 2021, un impuesto mínimo de 15 por ciento a las empresas trasnacionales. Hoy hay 35 países que están aplicando el impuesto global mínimo.
Algo que también señalan economistas y expertos a nivel mundial, es que la “teoría del chorreo”, es decir, que grandes empresas, trasnacionales y grupos financieros con mayor riqueza, trasladarían un porcentaje de sus utilidades en beneficio de la población pobre o de menos recursos, aportando a políticos sociales públicas, simplemente no ha funcionado y nadie puede demostrar que eso es así. Lo que crece es la diferencia abismal de ingresos entre ricos y pobreza en naciones africanas y latinoamericanas, por ejemplo.
“Desde 2020, con la pandemia y la crisis del coste de la vida, el 1 % más rico acaparó 26 billones de dólares (el 63 % de la nueva riqueza generada), mientras que tan solo 16 billones de dólares (el 37 %) llegaban al resto de la población mundial” indicó un estudio de Oxfam.
Según el informe de Credit Suisse, el 1,1% de la población tiene más de un millón de dólares (unos 915.800 euros) de riqueza. En su mano están 208,3 billones de dólares o el 45,8% de la riqueza de las familias de todo el mundo. En contrapunto, el 52,5% de la población (unos 2.800 millones de personas), cuya riqueza es inferior a los 10.000 dólares (unos 9.150 euros). El Informe sobre la Desigualdad en el Mundo 2022 reportó que los más ricos del mundo poseen más del 75% de la riqueza mundial y los más pobres poseen el 2%.
En cuanto a la posibilidad de aumento de impuesto a los súper ricos, Chile es uno de los países donde los multimillonarios se oponen, y los gremios empresariales más los partidos de la derecha están en contra del aumento de tributación y rechazan cualquier reforma fiscal que apunte a generar ingresos para políticas públicas y sociales.