REPORTAJE. Catar, el peor escenario

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32 selecciones nacionales disputarán en el país árabe la Copa Jules Rimet, en el encuentro mundialista más caro de la historia: 220 mil millones de dólares. Un evento rodeado de denuncias de violaciones laborales -con más de 6 mil trabajadores migrantes muertos en la construcción de los siete estadios-, de violaciones a los derechos de las mujeres, vulneraciones a la comunidad LGTBI+”, irrespeto al derecho a la información y prohibiciones como beber bebidas alcohólicas en torno de los estadios y realizar manifestaciones de júbilo por triunfos deportivos. Un lugar donde existen las penas de flagelación, lapidación y la condena a muerte. En medio de investigaciones y denuncias de corrupción financiera donde aparecen altas autoridades de la FIFA y hasta un ex Presidente de Francia, junto a los jeques catarís. Autoridades catarís dicen que todas las acusaciones son por racismo hacia ellos. La “fiesta del fútbol” parecería opacarse en medio de tanta tragedia e inhumanidad, aunque quizá todo pase desapercibido para los 5 mil millones de receptores que verán el juego en televisión, lejos de la realidad de las y los cataríes.

Equipo “El Siglo”. Agencias. Paris. Ciudad de México. Santiago. Doha. 11/2022. “En Catar la gente no es libre de amar a la persona que elija”, se expresó en un comunicado de la selección de fútbol de Australia. El mediocampista del equipo, Denis Genreau, subrayó que apoyan “plenamente los derechos de las personas LGTBI+” y el colectivo futbolero llamó al país monárquico a implementar reformas en favor de los derechos humanos, incluyendo la despenalización de las relaciones entre personas del mismo sexo.

Una investigación del diario británico The Guardian, apuntó que alrededor de 6 mil 500 trabajadores migrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladés y Sri Lanka murieron en labores arduas, sin derechos laborales, desde que en 2010 Catar se adjudicó la organización del Mundial de Fútbol 2022. Se estima que un porcentaje de esas muertes ocurrió en la construcción de los siete estadios donde se jugarán los partidos.

En esa nación árabe están prohibidos los sindicatos, los partidos políticos y movimientos como el feminismo. Un informe del año pasado de Amnistía Internacional, indicó que “las mujeres son víctimas de discriminación y violencia. Los trabajadores inmigrantes son explotados, maltratados y están insuficientemente protegidos por la ley. Hay centenares de personas que siguen siendo arbitrariamente privadas de su nacionalidad. Se decretaron penas de flagelación. Las condenas a muerte siguen decretándose…” Se agrega la sanción de lapidación. La “sodomía o disipación” o  “acciones inmorales” están penalizadas.

La homosexualidad es ilegal, lo mismo que otras expresiones de diversidad sexual, que se castiga de cinco a siete años de cárcel. Con motivo de la gesta deportiva internacional, las autoridades de Catar dijeron que no hay problema en recibir a personas LGTBI+, pero se les instó a no expresar públicamente su orientación sexual.

El presidente del Comité Organizador de la Copa del Mundo, Nasser Al-Khater, dijo que los seguidores LGTBIQ+ tendrán derecho a viajar al país y asistir a los partidos, pero que “las demostraciones públicas de afecto están mal vistas y esto se aplica a todos”. “Catar y los países vecinos son mucho más conservadores y pedimos a los aficionados que respeten. Estamos seguros de que lo harán, así como nosotros respetamos las diferentes culturas, esperamos que la nuestra también lo sea”, señaló Al-Khater.

 

La “kafala”

En el país árabe hay un millón 700 mil trabajadores migrantes, que constituyen el 90% de la mano de obra y se practica la “kafala”, una forma de explotación laboral con rasgos esclavistas.

“Todos los días, los trabajadores de todo el país están a merced de personas sin escrúpulos. Empleadores que orquestan el robo de salarios, condiciones de trabajo inseguras. Los empleadores pueden explotar a sus trabajadores con impunidad”, denunció Katja Müller-Fahlbusch, experta en Oriente Medio de Amnistía Internacional.

El Centro del Golfo de Derechos Humanos (CGDH) comprobó maltrato laboral masivo contra asalariados, sobre todo migrantes, y constató la vulnerabilidad de ellos, como las trabajadoras del hogar que quedan expuestas “a graves violaciones sin que se les brinde ningún apoyo legal o de salud, ni la oportunidad de obtener sus derechos y llevar a los perpetradores ante la justicia”. Se reportó que “muchas de ellas viven en condiciones equivalentes a la esclavitud y algunas denunciaron haber sido agredidas sexualmente”.

En un reportaje de Rachida el Azzouzi, se habló de uno de los dramas en el país árabe; la existencia de  “un sistema feudal de ‘apadrinamiento’ en el que el empresario tiene pleno poder sobre su empleado”. En el trabajo periodístico se apuntó que “más de 170.000 trabajadores domésticos, la inmensa mayoría de los cuales son mujeres…son maltratados en las casas de sus patrones, en la intimidad de los hogares de los que rara vez pueden salir”.

En cuanto a derecho a la información, en estas semanas se reiteró que si el emirato estima que se dio a conocer una información tendenciosa, falsa o contraria al régimen, el castigo es de cinco años de cárcel y una multa de hasta 25.000 dólares.

 

“La monarquía del gas” y la realización del Mundial

Todos esos datos y antecedentes dan cuenta de un pésimo escenario para la realización del Mundial de Fútbol 2022. Un país caracterizado por una monarquía autoritaria, por la violación de derechos humanos y laborales, por la vulneración de derechos básicos de las mujeres, por declarar ilegal la diversidad sexual y tener penas de cárcel para quienes violencia las normas del país árabe.

Es en ese cuadro que organizaciones de derechos humanos y civiles de todo el mundo, llamaron a boicotear el Mundial, como se hizo en 1978 cuando la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), organizó el Mundial en Argentina, bajo la dictadura militar.

Las asociaciones de fútbol de Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Alemania, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza y Gales, enviaron una carta a la FIFA, para solicitar que tome medidas para proteger los derechos humanos de los trabajadores (sobre todo inmigrantes) en Catar. En tanto, Francia anunció que no dispondrá de pantallas gigantes para ver los partidos en las calles, y Dinamarca tapará los escudos de su camiseta durante la cita deportiva.

Muchas delegaciones extranjeras y embajadas están implementando protocolos para encarar posibles actos discriminatorios y sancionatorios de parte de las autoridades catarís, y resulta una incógnita el cómo actuará el régimen ante la prevista llegada de más de un millón de turistas.

El ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, afirmó que “la elección de Catar fue un error” y añadió: “Asumo mi responsabilidad, porque yo era el presidente de la FIFA en aquel momento”, diciembre de 210.

En tanto, Theo Zwanziger, presidente de la Federación Alemana de Fútbol entre 2006 y 2012, declaró que Catar es el “cáncer del fútbol mundial”.

Este será el mundial más caro de la historia, con una inversión superior a los 220 mil millones de dólares, donde el emirato invirtió mucho y espera recuperar más.

Catar es regido por un emirato absolutista, en el que manda el emir Tamim bin Hamad Al Thani. Tiene alrededor de 2 millones 600 mil habitantes, pero sólo 250 mil de ellos tienen formalmente la nacionalidad catarí. Ocupa el tercer lugar mundial en reserva de gas natural, por eso se le denomina “la monarquía del gas”, y es donde reside su poderío financiero.

Para el Mundial, Catar construyó nuevos estadios, un aeropuerto, un sistema de Metro y varias carreteras para recibir a turistas de todo el mundo. En las obras empleó a miles de trabajadores migrantes, sobre todo en las tareas más duras, y en obras como el Estadio Jalifa y el ajardinado de las instalaciones deportivas y zonas verdes circundantes, la denominada “Aspire Zone”.

Hay críticas por los siete estadios climatizados para la Copa Mundial, con productos que contaminan, sin que hubiera consideraciones medioambientalistas. Se sumarán a las miles de toneladas de hidrofluorocarburos que emanan de centrales de climatización que operan en el país árabe.

Mucha modernidad, luces, infraestructura, brillo, música, fiesta, con un fondo de violaciones a derechos civiles y humanos, discriminación, abusos, pobreza, represión y agresiones a migrantes y mujeres.

¿Hubo corrupción a favor de Catar?

Hasta este mes continúa la sospecha de que hubo actos de corrupción en la sesión de diciembre del 2010 donde Catar recibió la mayoría de votos dentro de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), desplazando a Estados Unidos. Se dijo y se dice que “hubo compra de votos” desde el emirato que, por lo demás, tenía y tiene los millones de dólares para efectuar una operación de ese tipo.

La designación de Catar generó acusaciones de que miembros de la FIFA habían sido sobornados. Claro que las investigaciones desarrolladas, sobre todo por los estadunidenses y algunas federaciones europeas de fútbol, arrojaron pocas conclusiones.

Pero se habló extendidamente durante estos años de prevaricación de autoridades del fútbol mundial, de corrupción, compra de votos y presiones. Siempre pareció extraño que el principal torneo futbolístico se realizara en Catar, que tiene poco que ver con el fútbol.

En estos días, por ejemplo, salieron comentarios de que el actual jefe de la UEFA (Unión de Federaciones Europeas de Fútbol​), el francés Michel Platini, se la jugó para que Catar fuese la sede del Mundial, y a los meses de que eso se concretara, el emirato le compró a Francia aviones caza de combate con un valor de 14 mil 600 millones de dólares.

Las cosas andan tan oscuras para el emir Tamim bin Hamad Al Thani, y para la jerarquía catarí, que de acuerdo a reportes de la prensa europea y latinoamericana, los últimos actos irregulares tienen que ver con campañas financiadas “para lavar la imagen de Catar” y esconder las violaciones a los derechos humanos, las arremetidas contra migrantes y mujeres, y casos de corrupción. El jeque Mohammed bin Abdulrahman al Thani, declaró que “hace unos días leí que Catar no está listo intelectual y culturalmente para organizar el Mundial. ¿Acaso semejante racismo es aceptable…?

El medio suizo SRF (Schweitzer Radio und Fernsehen), informó que la empresa privada estadounidense, donde trabajan ex oficiales de Inteligencia de varios países, Global Risk Advisors, puso a trabajar a unos 60 agentes privados para espiar a altos funcionarios de la FIFA, representantes de varios países, para recabar información comprometedora sobre ellos y tenerla a mano si alguno finalmente se oponía a Catar como sede del Mundial.

 

Una competencia fuerte

Parece repetirse la historia. Al menos de los pronósticos. Italia, un equipo favorito en los campeonatos mundiales, quedó eliminada y no llega a Catar. Pero arriban Brasil, Alemania, Argentina y Francia. Las principales potencias futboleras de América Latina y Europa, en choques deportivos que pueden ser tan intensos como complejos. Entre ellos estaría el nuevo Campeón del Mundo y lo mejor del fútbol internacional.

Claro que entre los analistas deportivos se apareció Bélgica, que terminó invicto en las eliminatorias y que muestra un equipo de alto rendimiento y excelente técnica.

A España se le ve debilitada después de la disputa en su grupo eliminatorio, no aparece como favorita en todos los sondeos. En Inglaterra no se ponen muchas esperanzas, con un conocido comentario de que tiene una liga de fútbol muy poderosa, pero donde un alto porcentaje de jugadores son extranjeros, es decir, que no habría una docena inglesa tan hábil ni fuerte como la que se ve en la competencia local. De repente, en algunas menciones, se aparecen los seleccionados de Países Bajos (Holanda) y Portugal.

De América Latina, quedan atrás de Brasil y Argentina casi todos los demás calificados, aunque siempre hay una esperanza con Uruguay de que se acerque a las mejores ubicaciones. No mucho se espera de Ecuador, México, Costa Rica y Estados Unidos.

Como sea, será una oportunidad para los cinco mil millones de auditores que, se espera, sigan los partidos de las 32 selecciones de fútbol en disputa, donde se verán las nuevas estrategias, los estilos consolidados, las nuevas metodologías y las habilidades individuales y colectivas en este Mundial 2022 que por primera vez se efectúa en un país árabe.