¿Qué molestó tanto a la oposición y los conservadores de lo que pasó en Madrid?

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Enojo en la derecha por tres situaciones protagonizadas por el Presidente Gabriel Boric en su participación en una actividad en la Casa de América en la capital española, y declaraciones a la cadena informativa SER. Entre otras cosas, el mandatario dijo que “hoy, hay quienes proponen como solución a los problemas del presente limitar las libertades, arrebatar los derechos de otros, censurar, negar; arrebatar los derechos de mujeres, disidencias, migrantes, personas mayores o trabajadores, y eso es una amenaza cada vez más presente tanto en Europa, como en América Latina”.

Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 16/7/2023. Básicamente tres situaciones generaron enorme molestia en la oposición chilena y en sectores conservadores por lo ocurrido este fin de semana en Madrid, España, durante la visita del Presidente Gabriel Boric.

Que se le entregara una medalla de reconocimiento por su labor en derechos humanos al jurista español Baltasar Garzón, quien, entre otras cosas, logró iniciar un proceso judicial en contra del dictador Augusto Pinochet.

Que el mandatario chileno planteara la posibilidad de que todos los partidos políticos institucionales firmaran una carta de compromiso irrestricto con la democracia y de rechazo a la posibilidad de echar abajo un Gobierno legalmente constituido. 

Que Gabriel Boric tuviera un diálogo con Joan Manuel Serrat, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, la escritora Gioconda Belli, la ministra de la Igualdad, Irene Montero, los ministros de Relaciones Exteriores y Energía, Alberto van Klaveren y Diego Pardow, el embajador de Chile en España, Javier Velasco, el director de Casa de América, Enrique Ojeda,  la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, donde se habló en tono condenatorio de la asonada golpista de 1973 y se cuestionara fuertemente a la dictadura civil-militar. Situaciones que las fuerzas de derecha y conservadoras respaldaron e, incluso, fueron parte, promoviendo el golpe y asumiendo cargos importantes en el régimen dictatorial.

De acuerdo a declaraciones y editoriales de medios afines a la oposición, no estuvo bien que el mandatario abordar los temas de los 50 años del golpe de Estado y menos que condecorara a Garzón y planteara la posibilidad de la firma de un compromiso con el sistema democrático.

Sobre Garzón hay una particular odiosidad desde la oposición por el papel que jugó en la detención en Londres, Reino Unido, de Pinochet, por causas de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Enojó a la derecha, “la familia militar” y los defensores del golpe y la dictadura, que el Presidente Boric le dijera al juez español que “no hemos encontrado todavía toda la justicia, pero lo que hizo usted le dio una esperanza no solo a los chilenos, sino que a todo el mundo”.

También generó enojo en el mundo conservador que artistas de la calidad y alcance como Serrat y Belli, expresaran tajantemente su condena a episodios golpistas y violentos promovidos por la derecha y sus aliados, sobre todo con la constatación de la repugnancia que hubo en el mundo intelectual y cultural a nivel internacional con el sangriento derrocamiento del Gobierno del Presidente Salvador Allende.

A horas de lo ocurrido en Madrid, el historiador conservador, Joaquín Fermandois, dijo en una entrevista que “se produjo un golpe porque había un objetivo no democrático”, en alusión al Gobierno de Allende y equiparó la actuación “desde nazis hasta comunistas” para justificar que “muchas veces sea necesario que surja una persuasión contraria”…En esa línea, un editorial de El Mercurio, 24 horas después de la actividad en Madrid, indicó que “el acto en España es una buena muestra de que fue la línea comunista, ausente de cualquier matiz y menos de autocrítica, la que se impuso”. Dirigentes de la derecha cerraron toda posibilidad a firmar una carta de compromiso que rechace la opción de golpe de Estado, especulando con que “no estamos disponibles para formar ningún acuerdo que escriba con la mano izquierda”, que “no se caiga en una verdad oficial”, que “el Gobierno no ha mostrado la flexibilidad necesaria para ‘un consenso mínimo’”, entre otros dichos. 

Palabras del Presidente 

Como sea, el Presidente Gabriel Boric, en la entrevista con la Cadena SER, puntualizó que en Chile “hay una herida abierta sobre la cual es necesario conversar. Hay algunos que han llamado a cerrar el duelo ¿cómo uno le puede pedir a una víctima de tal violencia que cierre el duelo si es que en tu país no ha habido justicia?”. Enfatizó que “todavía tenemos gente que no sabemos dónde está y que dejó de estar por pensar distinto a la dictadura”. 

El mandatario, en la actividad en la Casa de América, expresó que “la dictadura es una herida muy fuerte porque seguimos buscando a nuestros desaparecidos. Lumi Videla fue ultimada brutalmente, arrojada como un trapo a la embajada de Italia en Chile, militante de un mundo distinto. Pero también uno escucha las palabras de Gioconda, de Zapatero, y remueven lo más profundo y hace que digamos con mucha fuerza que no olvidamos y que tiene sentido seguir luchando”.

Como en otras oportunidades, Gabriel Boric habló de Salvador Allende y manifestó que fue ante todo “un demócrata que luchó por la profundización de la democracia e insistió en la convicción chilena de la revolución con sabor a empanada y vino tinto, en la vía pacífica. Porque hay que recordar las palabras de Miguel Hernández: ‘para la libertad, sangramos, luchamos, pervivimos’ y la de la dictadura es una herida muy fuerte porque seguimos buscando a nuestros desaparecidos”.

El jefe del Ejecutivo reflexionó también que “hoy, hay quienes proponen como solución a los problemas del presente limitar las libertades, arrebatar los derechos de otros, censurar, negar; arrebatar los derechos de mujeres, disidencias, migrantes, personas mayores o trabajadores, y eso es una amenaza cada vez más presente tanto en Europa, como en América Latina”.