HABLEMOS DE LA TELE. Desinformar, omitir y mentir

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Canal 13 y Mega lideran estas campañas de desinformación, omisión o mentiras para que, por presiones de la derecha, el actual Gobierno no pueda siquiera analizar desde el punto de vista académico los fenómenos comunicacionales. Y suman los casos de desinformación y alteración en la prensa.

José Luis Córdova. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 17/7/2023. Canal 13, Mega y Radio Biobío siguen las directrices editoriales de El Mercurio y La Tercera para entrabar y torpedear -por ejemplo- el accionar de la Comisión asesora para la desinformación, convocada por el Gobierno a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el estudio del fenómeno, circunscrito exclusivamente a las plataformas digitales.

Que el nivel académico haya decidido excluir del análisis a los medios de comunicación masivos es una muestra del nivel de presión protectora sobre el sistema medial que tienen los propietarios de los principales diarios, radios y canales de televisión. Estos medios fueron apartados del estudio pese a que constituyen fuentes principales de la desinformación.

Así las cosas, fue complejo enfrentar la odiosa campaña contra el ministro de Educación que incluyó declaraciones de la directora del Observatorio Legislativo “cristiano”, Marcela Aranda quien declaró que “la condición de homosexual del ministro ha superado el límite de lo privado” y la diputada María Luisa Cordero (independiente RN) quien lo definió como “pervertido”, “gordito” y “asqueroso”.

Estos calificativos hicieron recordar titulares de los diarios La Segunda y Tribuna durante el Gobierno de Salvador Allende a quien motejaban de “borracho”, “homosexual” y convocaban sistemáticamente: “¡Junten rabia, chilenos!”. A 50 años de este maligno recurso para destruir nuestro sistema democrático, los grandes clanes periodísticos, una vez más colaboran con los intereses del gran empresariado y las transnacionales contra un Gobierno democrático y transformador.

La revelación de oscuros manejos de platas fiscales por parte de fundaciones privadas ha servido para enlodar al oficialismo sin considerar que -en el fondo- este sistema de externalización de servicios públicos en manos de particulares corresponde a la esencia misma del neoliberalismo que reduce y limita el rol del Estado, caracterizado como “subsidiario” por la Constitución de Jaime Guzmán.

Para contribuir a la desinformación y el desprestigio del cual hablamos, ex colaboradores de los gobiernos de Piñera recuperaron espacios en los canales para mostrarse como “santas palomas”, olvidando el fraudulento financiamiento ilegal de la política, la ley de pesca, Penta y otros escándalos de los que fueron parte y hoy dictan cátedra, entre otros, Karla Rubilar, Jaime Bellolio, Iván Moreira.

Un caso especial es el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien despliega sus mejores esfuerzos para que los matinales y noticieros de los canales oculten informaciones sobre su padre, en prisión preventiva acusado de abuso sexual infantil sobre sus nietos y sobrinos. Los detalles de la investigación judicial no han sido objeto de las habituales filtraciones a los que nos tienen acostumbrados los canales en programas como “Informe Especial”, “Enigma” y las secciones de denuncias ciudadanas en los matinales.

La colega Constanza Santa María se permite tratar de “presidente” al dictador Pinochet y nada dice sobre la gestión del gobernador Luciano Rivas y la entrega de recursos fiscales de la región de La Araucanía a la fundación Local, cuyo representante legal es cercano a la única autoridad regional de derecha electa democráticamente. Irregularidades que, al parecer, se practicaron también en Antofagasta, Atacama y Maule. Las investigaciones judiciales podrían llegar hasta los ministros Carlos Montes y George Jackson, pero la televisión ya lo da por hecho y sin mayores indagaciones periodísticas, según el mandato de CIPER (del grupo Saieh), El Mercurio de los Edwards y la radio Biobío de los Mosciatti.

Respecto al actual proceso constitucional -que se mantiene a puertas cerradas- hasta el rector de la Universidad Diego Portales, factótum de la derecha ha señalado: “Las televisoras y las radios inventarán programas de debate que no son de debate ni de diálogo, ni de conversación ni de información, sino shows de opiniones previsibles, formas de entretención donde cada partícipe actuará un personaje que envolverá el texto constitucional con promesas, si arguye a favor de su aprobación o lo acusará de traición a los mejores ideales, si empuja por su rechazo”. El destacado académico concluye: “Todo esto, claro está, auspiciado por alguna propaganda de este o aquel otro producto. Y el resultado será entonces no más información ciudadana, sino propaganda que auspicia propaganda”.

Canal 13 y Mega lideran estas campañas de desinformación, omisión o mentiras para que, por presiones de la derecha, el actual Gobierno no pueda siquiera analizar desde el punto de vista académico los fenómenos comunicacionales.