“Dina asesina, el pueblo te repudia” corearon miles de peruanos en contra de la presidenta impuesta. Las víctimas fatales producto de la represión superaban el medio centenar. Sólo en Lima se desplegaron 10 mil uniformados para reprimir. Activistas bautizaron la manifestación del jueves como la “Marcha de los cuatro suyos” en referencia a los cuatro puntos cardinales del imperio inca. Se exigen elecciones presidenciales y del Congreso, el fin de la represión, respeto a los derechos humanos y sociales sobre todo de la población indígena y la libertad del mandatario Pedro Castillo.
Agencias. Lima. 20/01/2023. Miles de peruanas y peruanos se movilizaron en varias provincias del país y llegaron a la capital, Lima, para denunciar las decisiones represivas de la presidenta impuesta, Dina Boluarte, exigir el cierre del Congreso y una elección democrática, repudiar las acciones represivas y criminales de la policía y el Ejército, y demandar el respeto de derechos humanos y sociales, sobre todo de la población indígena.
Miles de personas llegaron a la capital desde el sur durante los últimos días para exigir la dimisión de la presidenta Dina Boluarte, elecciones anticipadas y cambios constitucionales en el país sudamericano.
En estos días quedó claro que la destitución del Presidente Pedro Castillo y su encarcelamiento, promovido por la derecha y otros sectores políticos, y apoyado por algunos presidentes latinoamericanos, trajo violencia, desestabilización y violaciones a los derechos humanos, junto a la incapacidad de gobernar y superar la crisis por parte de Boluarte y el gabinete ministerial.
La cifra oficial de muertos por la represión, a este viernes, era de 55 personas, y dada la actividad policial y militar, esa cifra podría aumentar durante el fin de semana.
Según reportes de agencias, la marcha estaba convocada a partir de las cuatro de la tarde hora local de este jueves y comenzó de forma pacífica, aunque terminaron produciéndose enfrentamientos con los agentes de seguridad, que previamente habían blindado las calles.
Miles de personas llegadas de todas partes del país reclamaron por medio de cánticos y consignas la renuncia de la mandataria. Entre los manifestantes abundaban las banderas de Perú y la wiphala, usada por comunidades indígenas. Se gritó y se llevó en carteles frases como “afuera presidenta”, “Dina asesina, el pueblo te repudia”, “la dictadura va a caer”.
En autobuses y a pie, miles han viajado durante dos días hasta la capital, portando banderas y pancartas que critican al Gobierno y a la policía por uso excesivo de la fuerza, tras los enfrentamientos fatídicos en ciudades sureñas como Ayacucho y Juliaca. En otras regiones del país, como Cusco y Arequipa, también se registraron manifestaciones y algunos intentos de tomar los aeropuertos locales, según las autoridades. Hasta ahora, las protestas se habían registrado principalmente en el sur de los Andes, y aunque esta semana hubo algunas en Lima, la de este jueves fue la mayor desde el inicio de las manifestaciones.
“Nosotros reclamamos que se vaya este Gobierno de facto. Usurpadora (referido a Boluarte), no queremos que sigan muriendo más de nuestros compatriotas. No estamos en una guerra civil y aún así está asesinando a nuestros hermanos. No queremos una guerra civil”, declaró a la agencia EFE el manifestante Víctor Pérez. El campesino Samuel Acero, presidente del comité de lucha regional de Cusco, dijo a The Associated Press mientras caminaba por el centro histórico de Lima que el pueblo “ahora sale a las luchas, sale a reclamar los justos derechos”.
Las autoridades han desplegado un significativo dispositivo de seguridad. Solo en Lima el Gobierno ordenó la presencia en las calles de más de 10.000 agentes.
Las protestas comenzaron después de que Boluarte, quien era vicepresidenta de Castillo, juró el 7 de diciembre como nueva mandataria, pese a haber prometido exactamente un año antes que si el Presidente era cesado ella renunciaría al cargo.
Activistas bautizaron la manifestación del jueves como la “Marcha de los cuatro suyos” en referencia a los cuatro puntos cardinales del imperio inca. Es el mismo nombre que recibió otra movilización masiva en el año 2000, cuando miles de peruanos salieron a las calles para protestar contra el Gobierno autocrático de Alberto Fujimori, quien dimitió meses después.
Algunos grupos, principalmente de campesinos e indígenas, se han alojado en los campus de las universidades de San Marcos e Ingeniería, apoyados por los estudiantes para participar en las movilizaciones.
Ante la escalada, la presidenta Boluarte dio un mensaje televisivo a la nación en el que acusó a los manifestantes de ser “violentos”, “quebrar el Estado de derecho” y generar “caos y desorden” para “tomar el poder de la nación”, señalando que “en sus protestas no hay ninguna agenda social que el país necesita”.
Los manifestantes rechazan la propuesta del Congreso de convocar a elecciones generales para abril de 2024 y exigen que el cambio de Administración sea completo e inmediato. Por ende, piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Según el calendario oficial, el proceso estaba pautado para 2026, cuando concluía el periodo para el que fue elegido el derrocado mandatario, quien permanece en prisión preventiva.
El miércoles, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López, aseguró que si no se cumplen estas demandas no habrá “ni democracia ni paz” en el país.
Si Boluarte renuncia, al no tener nadie ocupando la vicepresidencia, el mando del país pasaría al presidente del Congreso, el conservador José Williams Zapata. Es en parte por eso que los manifestantes piden un cambio total de los poderes en Perú.
La Defensoría del Pueblo informó este mismo jueves que un hombre falleció en enfrentamientos con la policía en la región de Arequipa, en el sur del país, con lo cual el número de muertos durante las protestas se elevó a 55.
Más temprano, un herido grave en otra protesta del miércoles en la ciudad sureña de Macusani, en la región Puno, falleció. El organismo señaló en su cuenta de Twitter que durante el choque 10 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a centros de salud.
Ante las protestas y cortes vividos en todo el país, especialmente en la región sur, el Gobierno anunció la declaración del estado de emergencia en otras tres regiones, con lo que el total llegó a siete. Los últimos tres territorios afectados por la norma son los de Amazonas, La Libertad y Tacna. Antes, el Ejecutivo había renovado los 30 días de vigencia de la emergencia en Puno, Cuzco, Lima y Callao.
El estado de emergencia consiste en la autorización a las Fuerzas Armadas de velar por la tranquilidad ciudadana junto con la policía nacional. También quedan suspendidos los derechos constitucionales como la libertad de tránsito y la inviolabilidad de la vivienda.
En medio de las protestas, en la noche del jueves se desató un gran incendio en un viejo inmueble del Centro Histórico, cerca de la Plaza San Martín, nudo de la movilización.
Muchos manifestantes aymaras llegados desde la altiplánica región de Puno agitaban la bandera wipala de los pueblos originarios, levantaban carteles y coreaban consignas exigiendo la renuncia a la presidencia de Dina Boluarte, además de elecciones para este año, repudio al Congreso controlado por la derecha, la exigencia de integrar una Asamblea Constituyente.
También se exige la libertad del destituido presidente Pedro Castillo.