La llegada de Elizalde, las 40 horas, el salario mínimo, la estrategia frente al litio.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 21/4/2023. 1.-La designación del socialista Álvaro Elizalde en la Segpres, desencadenó una serie de notas periodísticas y comentarios en diarios, Portales, espacios de radio y televisión, en cuanto a que se reforzaba más la presencia de Socialismo Democrático en el Gobierno y se seguía recurriendo a antiguos personeros políticos. Sin embargo, aquello parece redundante/sobredimensionado si se tiene en cuenta que el ahora exsenador reemplazó a Ana Lya Uriarte, también socialista, también antigua personera política, y también representante de Socialismo Democrático. No concurrió, en realidad, ninguna modificación en la correlación de fuerzas políticas en el gabinete ministerial ni en las características del equipo político de La Moneda. Eso sí, hubo una variación en la paridad de género del equipo presidencial, ahora con menos mujeres al salir Uriarte y entrar Elizalde. Otro elemento de variante es que podría producirse un diálogo/acuerdo más fructífero de la Segpres con las parlamentarias y los parlamentarios, sobre todo de oposición.
2.-En las últimas semanas, a pesar del copamiento político/comunicacional de la agenda de seguridad pública, el Gobierno dio algunos pasos importantes inclusive con carácter estratégico para el país, y que tienen que ver con iniciativas de largo alcance y de beneficio social, laboral y fiscal. El acuerdo con la CUT para que el próximo año, y no en 2026 como estaba previsto, se fije en 500 mil pesos el salario mínimo, la promulgación de la Ley de las 40 horas y la puesta en marcha de la Estrategia Nacional del Litio. De paso, esos proyectos vinieron a mover la agenda nacional y situaron de nueva cuenta al Gobierno de Gabriel Boric en el rumbo propio. Pero nada está del todo dicho, ni del todo terminado.
3.-El cónclave en Cerro Castillo de esta semana del Presidente Boric con ministras y ministros, legisladores, y presidentes y presidentas de colectividades del oficialismo, volvió a girar, de acuerdo a versiones de asistentes, en la necesidad de ordenar/disciplinar (se habló de “disciplina consciente”) a las fuerzas oficialistas, sobre todo en el ámbito de la labor legislativa, y en el llamado de unidad de los dos conglomerados del Gobierno. Hubo un tono retórico que no alcanzó a bajar la intensidad de debates como la existencia de “dos almas” del Gobierno, lo que quizá vuelva a posicionarse en estos días y en la lectura duopólica de la prensa. Quizá lo realmente nuevo estuvo en la no sorprendente fijación de priorización de la agenda de seguridad en la gestión de la actual administración, en torno de la cual se están moviendo varios ministerios y subsecretarías.