NOTAS DEL REPORTEO. Las instalaciones de la extrema derecha

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Lo de esta semana con Milei en Argentina y el Partido por la Libertad en los Países Bajos, es algo más que situaciones episódicas. Pueden obedecer a situaciones procesales.

Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 24/11/2023. 1.-En la semana que termina, la extrema derecha tuvo dos logros importantes. El movimiento La Libertad Avanza logró que su líder Javier Milei fuera elegido presidente de Argentina, y el Partido por la Libertad (PVV) ganó las parlamentarias y posicionó a su dirigente Geert Wilders en Países Bajos. Se suma al reforzamiento de Donald Trump en su candidatura presidencial en Estados Unidos, el desempeño de Giorgia Meloni en Italia con su organización Hermanos de Italia y de Katalin Novák, del ultraconservador Fidesz-Unión Cívica Húngara, que se suman a administraciones europeas y latinoamericanas de derecha y ultraderecha. Este sector político tiene representación al menos en medio centenar de Parlamentos en Europa y América Latina. Están activas varias organizaciones de extrema derecha a nivel internacional, como la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC),  la Unión Conservadora Estadounidense,  Foro de Madrid, Unión Internacional Demócrata, Partido Popular Europeo, entre otras.

2.-Es un hecho de la causa que la ultraderecha se convirtió en una fuerza que disputa presidencias, jefaturas gubernamentales, Parlamentos, gobiernos municipales y regionales, instancias legislativas regionales, lo cual considera varios millones de electores repartidos en varios continentes. Hay que añadir la existencia de centros de estudios e investigación, universidades, fundaciones y medios de prensa vinculados a las orgánicas ultraconservadoras, que van tejiendo redes sociales, electorales, académicas, políticas, culturales, religiosas, en la idea de conformar una base social de apoyo. Es constatable un desarrollo e instalación en esos ámbitos institucionales y de la sociedad civil en países como Argentina, Chile, Hungría, Polonia, Italia, Estados Unidos, México, Francia, Paraguay, El Salvador, Colombia, España, Japón, Austria, entre otros.

3.-Se sabe que las tesis que sustentan a estas organizaciones y sus avances electorales, políticos, sociales, institucionales y mediáticos, se concentran en rechazo a la migración, mano dura con la delincuencia, xenofobia, homofobia, nacionalismo, anarco capitalismo, anticomunismo, reducción y acotamiento del Estado, privatizaciones, antiabortistas, contrafeminista, y que hoy se expresan en políticas como expulsiones y erradicaciones de migrantes ilegales, cierres de fronteras, limitaciones a la libertad religiosa, freno a derechos sexuales y reproductivos, privatización de la economía, “libertad de enseñanza” que va contra la educación pública, medidas policiales y militares represivas y autoritarias, muro a transformaciones sociales, populismo neoliberal frente a crisis financieras, etcétera.

4.-El asunto, como lo han expresado diversidad de académicos, analistas, políticos e investigadores, es que en las sociedades actuales se les abrieron espacios a las orgánicas/idearios de la extrema derecha. En decenas de países no son grupos aislados/marginados, sino que están convertidos en movimientos masivos, de alcance social y con resultados exitosos en elecciones estratégicas, como las presidenciales. Se apuntan a tres elementos que posibilitan esos espacios: las necesidades y demandas sociales no resueltas, paradójicamente los enojos con el sistema y las elites, y las deficiencias/errores de las fuerzas progresistas y de izquierda en dar respuestas eficaces a problemas que están cruzando a las sociedades y países. Como sea, lo de esta semana con Milei en Argentina y el Partido por la Libertad en los Países Bajos, es algo más que situaciones episódicas. Pueden obedecer a situaciones procesales.