“Muchas veces a los periodistas los ponen en el mismo grupo que a los blogueros y youtuberos, y la gente descalifica el trabajo, a todos los mete en el mismo saco”. “Queremos que los periodistas sigan su misión periodística al margen de las redes”.
Hugo Guzmán. Periodista. Santiago. 17/06/2022. Son persistentes los debates/reflexiones sobre el uso de las redes sociales y el impacto de la “era digital” en el ejercicio del periodismo.
Desde prenderles velitas a las plataformas digitales por encima de todo, hasta plantear la ponderación/complementación con otras herramientas, incluyendo la adaptación/renovación de formatos narrativos y de diseño de medios, con el objetivo de impedir que las nuevas tecnologías, paradójicamente, atenten/debiliten la labor periodística sobre todo en su dimensión analítica, investigativa y descriptiva.
A algunas/algunos les causarán escozor la fuente de los comentarios, pero contribuye al debate/reflexión lo expresado hace pocos días por periodistas de larga experiencia reporteril (que es esencial cuando se habla de periodismo) y que trabajan en el The Washington Post y el The New York Times.
En una entrevista del corresponsal en Estados Unidos de la revista mexicana Proceso, Jesús Esquivel, la reportera del Post y profesora de periodismo en la Universidad de Maryland, Dana Priest, a propósito de cumplirse 50 años de la investigación conocida como “Watergate”, que echó de la Casa Blanca al entonces presidente, Richard Nixon, partió estableciendo que “no sabemos hasta qué punto el gobierno le sigue mintiendo a la gente, por eso se requiere al periodismo de investigación”. Algo no sólo válido para Estados Unidos (EU).
Entonces, Priest se metió en el efecto que tiene hoy el uso de RRSS en la práctica reporteril y específicamente en los trabajos de indagación. “Los periodistas tiene ahora mejores habilidades y herramientas, gracias a la tecnología con que contamos…pero al mismo tiempo la prensa mediática sufre homeóstasis”.
Eso va en la línea de confundir lo esencial, la condición de la labor de la prensa, con elementos externos que la distorsionan y la llevan a otros límites. A tal punto, que la periodista del Post indicó: “Es una era muy triste porque los periodistas que hacen el mejor trabajo con regularidad son comparados y compiten con blogueros o youtuberos que no tienen experiencia reporteando al gobierno y no tiene idea de cómo funciona el sistema político”.
Abundó: “Muchas veces a los periodistas los ponen en el mismo grupos que a los blogueros y youtuberos, y la gente descalifica el trabajo, a todos los mete en el mismo saco; eso provoca que de todos digan que difunden noticias falsas, lo cual es resultado también del fenómeno Donald Trump”.
En ese marco, Dana Priest sostuvo que “las redes sociales están fuera de control, no están reguladas” e indicó que “los ejércitos secretos, los bots y robots en las redes sociales son cuentas que hacen creer a la gente que muchas personas comparten sus ideas. Esa una estructura -dijo- que existe en todos los países, compradas, y que son miles de personas falsas utilizadas para usar a las redes sociales y amplificar una mentira”.
La periodista y académica insistió en la necesidad de desarrollar y no abandonar el periodismo de investigación, no caer en una limitación de las RRSS y opinó que “el poder del periodismo para cambiar el mundo ahora es tan importante como siempre, aunque el mundo ha cambiado mucho y por ello requerimos de una prensa agresiva, contestataria, inconforme con los discursos de los poderosos, a quienes debe obligar a rendir cuentas a la población de cualquier país”.
Labor periodística “al margen de las redes”
En una entrevista de Fernando Belzunce del diario ABC de España, el nuevo director de The New York Times, Joe Kahn, fue enfático al declarar que “queremos que los periodistas sigan su misión periodística al margen de las redes” y precisar que “no queremos que la gente se tome Twitter como si representara a la audiencia. Deberíamos estar siempre dispuestos a escuchar las críticas, pero en las redes sociales no son tan útiles y tampoco son representativas”.
Luego, en términos generales, el periodista expresó que “Twitter genera debates muy tóxicos y no deberíamos utilizarlo como una especie de barómetro de lo que es bueno y lo que no”.
Y no es que Kahn esté en contra de las RRSS o de los beneficios de la era digital, sino por el contrario, cree que es un mundo a asumir y potenciar, pero con ciertas advertencias y sin dejar de lado lo esencial del periodismo, como la investigación. Así las cosas, recalcó que algo vital en el trabajo periodístico es “enfatizar continuamente la importancia y el papel indispensable de la calidad de la información”.
En una entrevista para Vanity Fair, realizada por Joe Pompeo, el nuevo director de The New York Times, precisó que “puedes obtener ideas, puedes desarrollar fuentes, los jóvenes periodistas pueden empezar a ganar seguidores, puedes ayudar a impulsar algo de audiencia y conversación en torno al buen periodismo que haces. Creo que hay algunos usos razonables de Twitter para, por ejemplo, los reporteros de actualidad como parte de su trabajo”.
Y advirtió sobre usar “la plataforma para lo que es bueno, pero que se alejen de las formas en que la plataforma puede llevarte a algunas situaciones difíciles que son realmente malas para tu reputación periodística”.
En todo caso, Joe Kahn, se refirió también a la evidencia de “las formas de nuestro periodismo, la manera en que nos relacionamos con los lectores, la manera en que nuestra escritura, la narración visual, la narración de audio se unen, cómo crear diferentes experiencias que presenten uno u otro medio en nuestra plataforma”.
En definitiva, es el desafío de hacer periodismo contando con las redes sociales, sin que las redes sociales impidan hacer periodismo.