La diputada lanzó por YouTube un programa que, dijo, “surge desde nuestra inquietud y nuestra necesidad de hacer contrahegemonía ante el debate y el rol de los medios de comunicación en nuestro país”. La periodista Alejandra Matus sostuvo que “los medios de comunicación democráticos no están para darle micrófono a las figuras políticas. Están para poner en discusión los temas que El Mercurio omite, como la participación democrática, los derechos del pueblo y de la mujer, la salud o el abandono del Estado hacia grandes sectores de la población”. En tanto el dirigente político español y conunicador, Pablo Iglesias, apuntó que “es una tarea central de la izquierda construir sus propios medios de comunicación y pedir a la militancia, a las organizaciones populares y a los simpatizantes que hagan posible con aportes la existencia de medios de comunicación”.
Úrsula Fuentes. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 20/12/2023. “¿Y Ahora Qué?” es el nombre del nuevo programa de conversación conducido por la diputada Karol Cariola, que fue estrenado el jueves último a través de su cuenta de YouTube. Durante la primera edición, el programa tuvo como invitados a la periodista y escritora chilena, Alejandra Matus, al director del Canal Red, exvicepresidente de España y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y contó con la presencia como panelista del exdirigente estudiantil Juan Urra.
Respecto de su nuevo programa, la legisladora comunista señaló que “¿Y Ahora Qué?” es un espacio de reflexión colectiva en torno a la coyuntura nacional e internacional, desde la mirada de los medios de comunicación, el poder y la democracia. “Este es un programa que surge desde nuestra inquietud y nuestra necesidad de hacer contrahegemonía ante el debate y el rol de los medios de comunicación en nuestro país”, precisó Cariola, afirmando además que “desde este programa gritamos contra la corrupción, contra los sobres de dinero que recibía el alcalde de Vitacura, pero también contra los que desde la izquierda y desde el poder traicionan a su pueblo y se aprovechan de los recursos públicos para fines personales. No estamos de su lado y sobre aquellos que caiga todo el peso de la ley”.
En cuanto a los temas tratados en el programa y a los que se refirieron los invitados, la conversación giro en torno a la desinformación, la falta de pluralismo informativo y las disputas mediáticas.
Llegada de la democracia y el fin del pluralismo mediático
En ese sentido, la periodista Alejandra Matus hizo un análisis histórico del periodismo en Chile, señalando que en nuestro país históricamente los medios de comunicación han sido medios doctrinarios.
“Cada partido, cada agrupación, tenía un medio y el debate se producía en el quiosco. No había tanta obsesión por la verdad. De hecho, muchas de las cosas se publicaban eran falsas y había una gran zona de fake news en las noticias policiales. De manera que no es un fenómeno tan nuevo y exclusivo de las redes sociales. Con el golpe de Estado se impuso que sólo iban a circular dos medios doctrinarios favorables al régimen, El Mercurio y La Tercera. En la década de los ochenta apareció recién el periodismo de investigación en Chile, con las revistas Cauce, Análisis y Apsi, con reportajes donde la verdad era un instrumento de lucha política, que contribuyeron o coadyuvaron a la derrota de Pinochet en el área política. Pero llegó 1990 y como si Chile fuera un país normal, como si tuviera una amplia tradición democrática, se establece como pacto de la transición, que los medios tienen que funcionar en el área económica. Pero en Chile los medios siempre se han financiado doctrinariamente y las empresas actúan doctrinariamente, no ponen avisos en los medios con mayor circulación y mejor audiencia, sino que ponen los avisos en aquellos que piensan como ellos o en medios que no tengan conflictos, y la política y la investigación periodística es conflicto por definición”, aseguró Matus.
“El análisis reduccionista de cierta gente apuntaba a decir que eran malos gestores; broma que todos esos medios eran malos gestores. Te puedo creer que puedan decir que no funcionaba el departamento de ventas o avisos, o que es culpa de un mal gerente, pero cuando ves la extinción masiva de una especie, tienes que preguntar cuáles son las condicionantes. Y por supuesto que hubo una acción orientada y lo ha referido el director de la extinta revista Análisis, Juan Pablo Cárdenas. El Gobierno de Suecia quería seguir financiando Análisis y el gobierno de Patricio Aylwin le dijo que no, que si continuaba lo iba a considerar un acto de intervención en las políticas internas”, reveló la periodista de “32 Minutos”.
La izquierda y la derecha en torno al poder mediático
En tanto, y en relación con la disputa mediática, Pablo Iglesias afirmó que “la derecha a entendido mucho mejor que la izquierda a Antonio Gramsci (sociólogo, filósofo y teórico marxista italiano). Los grandes actores políticos no son los partidos políticos, sino que lo son los medios de comunicación y esto no es algo novedoso, porque los partidos obreros nacieron entorno a los periódicos. Hay una frase atribuida al ‘renegado’ Karl Kautsky (teórico marxista checo del Partido Socialdemócrata de Alemania), en la que decía que las tabernas eran el último bastión del proletariado alemán, básicamente porque en las tabernas se leían periódicos obreros en alto, cuando había un número de obrero analfabetos muy alto”, recordó el exministro y exeurodiputado español.
“Esta conciencia respecto de lo que significaba lo mediático, es algo que por desgracia la izquierda ha ido perdiendo históricamente y que ha ganado la derecha. En Chile, en España y en cualquier país, ser director de un telediario tiene mucho más poder que cualquier ministro y cualquier diputado. El poder mediático es capaz de dirigir la voluntad popular en una dirección contraria a la que podría tener en un momento determinado”, explicó Iglesias.
Asimismo, indicó que “la izquierda puede recoger el descontento en períodos muy concretos de agitación social ante situaciones de violencia económica muy grande. Pero cuando la partida se estabiliza, son los actores mediáticos los que definen la agenda y los que definen incluso las condiciones de posibilidad de la política. Muchas veces la izquierda piensa que la gente va a definir su orientación en el voto o su comportamiento electoral en función de que las políticas públicas le hayan beneficiado o no. Y hay que ver lo que ha ocurrido en Argentina con el fenómeno mediático de Milei. Es algo que nos debería servir para reflexionar sobre que la ideología sigue siendo el terreno fundamental de política y ese terreno es mediático”, enfatizó.
El mito de la neutralidad
La periodista Alejandra Matus señaló en referencia a los medios hegemónicos nacionales, que “El Mercurio no es neutral, pero no hace la torpeza de poner todos los días a Piñera, sino que construye un ecosistema comunicacional donde se válida lo que a El Mercurio le interesa validar y entonces lo demás no existe. No hace esa obviedad. Es un poder mayor. Lo que El Mercurio defiende es al sistema, no a las personas. Defiende a un sistema de ver la democracia, donde unos valen más que otros. Va a publicar libros de Neruda, va a entrevistar personas de la cultura transversalmente porque eso no les daña. Por eso es la Catedral y la gran parroquia a la que todos van para ser entrevistados. Pero lo que les daña es que se discuta los pilares el neoliberalismo y del sistema económico”, recalcó.
“En mi opinión, los medios de comunicación democráticos no están para darle micrófono a las figuras políticas. Están para poner en discusión los temas que El Mercurio omite, como por ejemplo la participación democrática, los derechos del pueblo y de la mujer, la salud o el abandono del Estado hacia grandes sectores de la población; no para poner tu cara en la portada”, aseveró.
Otro aspecto que considerar según Alejandra Matus es que “si haces un medio escrito y la gente no sabe leer, rebota. Un medio de comunicación es nada si no hay una población o una audiencia educada en pensamiento crítico. La gente va a creer que los marcianos están aterrizando en Plaza de Armas si no tienen los elementos suficientes para analizar la información que le llega por WhatsApp y para preguntarse cuál es la fuente de esa información. Lamentablemente el sistema democrático chileno ha fallado tanto en el sistema de medios como en la educación”.
Al respecto, Pablo Iglesias dijo que “es una tarea central de la izquierda construir sus propios medios de comunicación y pedir a la militancia, a las organizaciones populares y a los simpatizantes que hagan posible con aportes la existencia de medios de comunicación alternativos, en un contexto tecnológico en el que es mucho más barato que en el pasado hacer televisión, hacer radio o tener un periódico digital”.