Le Monde Diplomatique-Chile, El Ciudadano y El Siglo están circulando, con contenidos diferenciados, con pauta temática propia y de calidad. Un esfuerzo para que la gente tenga otra opción informativa y se garantice la diversidad comunicacional.
Gonzalo Magueda. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 17/06/2022. En este mes de junio comenzaron a venderse en quioscos las ediciones impresas de los periódicos Le Monde Diplomatique-Chile, El Ciudadano y El Siglo.
Una oportunidad para la gente de tener un acceso informativo diferenciado, alternativo, con una pauta temática propia.
El precio de los tres impresos es módico y solo hay que salir a buscarlo en su barrio o comuna. Si el quiosquero no lo tiene, dígale que comience a tener esos periódicos para la venta.
En Chile hay una sola empresa distribuidora de periódicos, es un monopolio. Y hace un par de años esa empresa decidió distribuir sólo en las regiones Metropolitana y Valparaíso, así que los ejemplares están sólo en quioscos de esas regiones. De otras, deben contactar con cada medio para venta y envío de sus impresos.
A la fecha, se han vendido varios miles de ejemplares de Le Monde Diplomatique-Chile, El Ciudadano y El Siglo. Esto comprueba que hay nichos importantes de lectorías de periódicos impresos y que nada empieza ni termina en lo digital. Es la complementación de los formatos de medios. Se está comprobando que los impresos se leen, que la gente sí lee y no hay que casarse con ideas de mercado, que se compra y se espera el papel. Junto a la potencialidad de las redes sociales y los Portales Web.
Hay, por cierto, un esfuerzo enorme, en ocasiones titánico, para que los impresos circulen y lleguen a las manos de las y los lectores. Son equipos periodísticos y administrativos en marcha, junto a la búsqueda de recursos financieros y avisaje para financiar las ediciones. Por eso, en la compra de cada ejemplar en quioscos se contribuye a mantener los impresos de Le Monde Diplomatique-Chile, El Ciudadano y El Siglo.
Claro que nada es gratis. Por eso, entre otras cosas, esos periódicos ofrecen un periodismo de alta calidad, contenidos útiles y bien desarrollados, abordando temáticas no presentes en los medios grandes o tradicionales, y con enfoques diferenciados. Nadie puede conocer y opinar de la realidad chilena, sin consultar los contenidos de estos medios alternativos.
Que estos impresos estén en la calle a la mano de la gente, es otro esfuerzo por cambiar el sistema medial chileno, hacerlo más diverso y atractivo, más elocuente y plural, y es otro esfuerzo por garantizar el derecho a la información de las chilenas y los chilenos.