En una casa derruida, unos militares grabaron un Tiktok con la canción israelí This Was My Home, donde se burlan de lo que fue, en algún momento, la casa de una familia palestina. Usan un sillón destruido, la televisión inutilizable. Hay fotos en que militares sionistas aparecen con el sostén de una mujer palestina o arriba de triciclos de niñas o niños palestinos que no se sabe si fueron asesinados, desaparecidos o desplazados.
Agencias. 15/03/2024. El alto nivel de maldad y humillación del Ejército de Israel sobre civiles palestinos quedó al descubierto luego de la publicación de la investigación de la cadena británica, BBC, que reveló como el personal médico palestino del Hospital Nasser, en Gaza, fue insultado, desnudado, golpeado, forzado a permanecer de rodillas durante horas y empapado con agua fría por las tropas israelíes, durante la ocupación de la instalación de salud el pasado mes de febrero.
La recopilación de antecedentes evidenció que al menos 49 de los trabajadores sanitarios fueron detenidos por una semana, entre ellos el doctor Ahmed Abu Shabha, quien relató a la BBC que un soldado israelí le quebró sus manos a base de golpes, además, le arrojaron perros amordazados sobre su cuerpo. “Pensé que iba a ser ejecutado”, comentó.
El Comité Internacional de la Cruz Roja informó que recibió decenas de llamadas de familiares de personas que estaban en el momento de la ocupación del Hospital Nasser y se encuentran actualmente desaparecidos.
Desde que se inició el ataque sionista sobre Palestina se ha reportado el asesinato de más de 31 mil palestinos, donde más de la mitad son mujeres y menores. Al mismo tiempo se han publicado en redes sociales decenas de videos de los uniformados burlándose y humillando a población civil y jactándose de la destrucción.
Pese a que el uso de redes sociales durante la ofensiva militar está prohibida por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estos no parecen ser hechos aislados, e incluso han encontrado eco y el respaldo de ciertos grupos políticos israelíes, quienes comparten estos videos con orgullo.
Estos registros suelen ser compartidos por Tik Tok, o Telegram, los cuales se viralizan por otras redes sociales, como X, Facebook o Instagram.
En un video, un oficial dedica una explosión controlada de casas palestinas a su hija que está de cumpleaños. En otro, un soldado israelí levanta el pulgar ante la cámara mientras maneja una excavadora por una calle de Beit Lahia, en el norte de Gaza, empujando un auto maltrecho hacia un edificio destruido. “He dejado de contar cuántos barrios he borrado”, reza el pie de foto del video publicado en su TikTok personal, acompañado de un himno militarista.
En una casa derruida, unos militares grabaron un Tiktok con la canción israelí This Was My Home, donde se burlan de lo que fue, en algún momento, la casa de una familia palestina. Usan un sillón destruido, la televisión inutilizable. Hay fotos en que militares sionistas aparecen con el sostén de una mujer palestina o arriba de triciclos de niñas o niños palestinos que no se sabe si fueron asesinados, desaparecidos o desplazados.
Otro de los soldados, que también es DJ, usó su mesa de mezclas para hacer sonar el remix de la canción Shtayim, Shalosh, Sha-ger, (Dos, tres, lanzamiento) mientras muestra imágenes de bombardeos a distintos puntos de Gaza. En el video, ampliamente compartido, los soldados bailan frente a la cámara y, cuando se oye la palabra “lanzamiento”, el video pasa a una toma de un edificio siendo detonado.
Otros registros muestran a palestinos prisioneros que fueron amarrados de manos y vendados que deben sostener banderas de Israel y recibir la burla de los soldados. También se han publicado videos que muestran torturas y ejecuciones.
Muchos de estos posts incluyen referencias supremacistas en los que los soldados hablan de “volver a casa” -hasta 2005 Israel mantuvo colonias en Gaza-, “purificar” la Franja o “salir de caza”. La canción de rap que suele acompañar estos vídeos es Harbu Darbu, el exitazo post-guerra del dúo israelí Ness & Stilla, que increpa al oyente con un “¿Quién te crees que eres gritando ‘Palestina libre’?” y que clama venganza contra la “plaga de ratas” y los “hijos de Amalek”.
Un informe del Monitor Euro Mediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med), con sede en Ginebra (Suiza), ha citado testimonios de ciudadanos palestinos agraviados por las acciones vandálicas de las fuerzas de ocupación de la entidad sionista.
Thabet Salim, de 40 años, narró que tras su arresto, junto a sus dos hijos, los uniformados le robaron todo el oro y dinero que tenía en su vivienda en el barrio de Zaytoun, en el sur de la ciudad de Gaza. “La cantidad de dinero que los soldados se llevaron de mi casa vale más de 10 mil dólares y casi la misma cantidad de oro de mi esposa y de la esposa de mi hijo mayor”, señaló.
Al abordar este fenómeno, los medios israelíes justifican que no lo hacen para satisfacer necesidades físicas o por codicia, sino como “expresión de la pulsión de venganza y simboliza el significado de la victoria absoluta”.
Una “victoria” que simbolizan con la destrucción o incendio de propiedades palestinas sin motivo.
“El hecho de que se filmen alardeando de sus crímenes de guerra riéndose y pensando que es totalmente normal es el paroxismo de la deshumanizacion de los palestinos”, denunció a El Independiente Inès Abdel Razek, directora del Palestine Institute for Public Diplomacy (PIPD). “Esto es solo la punta del iceberg del genocidio. Imagínense todo lo que no está filmado”, remarcó.