La derecha negó posibilidad de aumentar los recursos con fines sociales

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El rechazo de todos los legisladores conservadores a la reforma tributaria. El Presidente Gabriel Boric afirmó: “No es principalmente al Gobierno a quien golpean o le propinan una derrota, sino a millones de chilenos y chilenas que llevan años esperando un país más justo”. La ministra Ana Lya Uriarte indicó que “se rechazó la idea de que exista una reforma cuyos recursos fueran a financiar el aumento de la PGU, la reducción de las listas de espera en los hospitales o el aumento para la salud primaria”. El comité parlamentario PC, FRVS y AC estableció que “quienes rechazaron o se negaron a asistir a votar, lo hicieron cuidándole el bolsillo al gran empresariado y a las grandes riquezas de este país”. Desde los gremios empresariales se planteó que la votación de la derecha y la extrema derecha “constituye una oportunidad para que las cosas se hagan bien y buscando los consensos con todos los sectores”. En un comunicado, desde la CUT se aseveró que no dar curso a la reforma tributaria “es de máxima gravedad, pues condena a la pobreza a millones de trabajadores y trabajadoras jubilados del país”.

Equipo “El Siglo”. Valparaíso. Santiago. 9/3/2023. Hubo una coincidencia en fuerzas políticas oficialistas y el mundo social y sindical: el logro de los partidos de derecha y extrema derecha de que se rechazara la reforma tributaria no fue prioritariamente un golpe al Gobierno, sino a millones de chilena y chilenos ya que no se podrá contar con más recursos para planes y medidas sociales en beneficio de la población.

“Cuando el país comienza a mostrar señales de recuperación, cuando empezamos a salir adelante de una crisis larga, nuevamente hay un sector que intenta hacer que las cosas no cambien, dejar las cosas tal cual como están”, afirmó el Presidente Gabriel Boric, quien añadió que “a veces parece que el objetivo de algunos es golpear al Gobierno e impedir los cambios” en alusión tácita a la oposición conservadora.

Entonces, el mandatario puso el acento en la real consecuencia del rechazo a la reforma tributaria. “Quiero decirles que se equivocan, porque no es principalmente al Gobierno a quien golpean o le propinan una derrota, sino a millones de chilenos y chilenas que llevan años esperando un país más justo, un sistema de salud que los proteja, un país con pensiones dignas”.

El jefe del Ejecutivo enfatizó: “La Cámara de Diputados ha rechazado la idea de legislar el proyecto de ley de reforma tributaria de nuestro Gobierno. ¿Qué significa rechazar la idea de legislar? Se negaron a discutir la posibilidad de dar un debate en donde se supone debiera ser el templo de la democracia, donde se deben debatir estas cosas por el bien común, que yo espero compartamos”.

“En estos episodios salen a relucir las diferencias más duras entre sectores políticos, que terminan en el peor de los sinsentidos y que le hacen mal a chilenos y chilenas, más allá de las legítimas diferencias que tengamos”, sostuvo el Presidente Boric.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, también en una crítica a la derecha y la extrema derecha, dijo que “la ideología se impuso sobre el diálogo y el pragmatismo”.  Planteó que “el Ejecutivo presentó cerca de 90 indicaciones a este proyecto, participó en la tramitación de este proyecto durante 8 meses y antecedió a eso un proceso de diálogo con la ciudadanía. Por lo tanto, quienes simplemente se ampararon en eslogan e ideologías son los que hoy desgraciadamente se han impuesto”. Y sentenció: “es una mala noticia para la ciudadanía que aspiraba a un sistema tributario más justo”.

Advirtió que “la implicancia directa que tiene (el voto en contra de la reforma) es que no puede volver a legislarse en esta materia hasta un año más”. En el contexto de que sacar adelante la iniciativa en el Senado es muy difícil, porque se requieren 2/3 y la derecha tiene la mitad de los votos.

La ministra Secretaria General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte, dijo que “se rechazó la idea de que exista una reforma cuyos recursos fueran a financiar el aumento de la PGU, la reducción de las listas de espera en los hospitales o el aumento para la salud primaria. Eso es lo que se votó en contra, eso es lo que se rechazó y junto con eso se rechazó cada uno de los componentes del proyecto. Por lo tanto, esta votación es una mala noticia para los pensionados, para la inversión y la productividad”.

En la Cámara de Diputadas y Diputados, el proyecto de reforma tributaria contó con 73 votos a favor, 71 en contra y 3 abstenciones. Las diputadas Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde), Pamela Jiles (Partido Humanista), y Mónica Arce (ligada a Ecologista Verde) se retiraron de la sesión y contribuyeron al objetivo de la derecha. Posibilitaron el logro de la oposición las abstenciones de Andrés Jouannet (Demócratas), Gaspar Rivas (ex Partido de la Gente) y Enrique Lee.

La iniciativa incluía proyecto la recaudación del 0,6% del PIB (Producto Interno Bruto) para 2023; pero se ajustaba en cinco décimas el 2024, el 1,4% del PIB; en la misma magnitud en 2025, a 2,7% del PIB; y luego en seis puntos porcentuales a 3,5% en 2026. Además permitía contar con más presupuesto para pensiones, salud, seguridad pública, trabajo y otros planes sociales.

 

“Negar la opción de mejorar la calidad de vida”

Desde el Comité Parlamentario del Partido Comunista, Federacion Regionalista Verde y Acción Democrática, se indicó en un comunicado que “el hecho de negarse siquiera a discutir la posibilidad de una redistribución de los recursos tributarios, que en concreto afectaba a personas de altos patrimonios, es negar la opción de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”. 

Se planteó que “es urgente y necesario recaudar más recursos para tener mayor y mejor cobertura estatal para financiar políticas sociales que van en ayuda de nuestro pueblo. El anhelo de mejores pensiones, mejor salud, vivienda y calidad de vida, se pueden conseguir solamente con una nueva redistribución de los recursos”. 

“Quienes rechazaron o se negaron a asistir a votar, lo hicieron cuidándole el bolsillo al gran empresariado y a las grandes riquezas de este país, quiénes podrán seguir pagando porcentualmente menos impuestos que un ciudadano común y corriente.  La evasión y la elusión han triunfado nuevamente”, se indicó en el comunicado de las bancadas PC, FRVS y AH.

Se expresó: “A quiénes se abstuvieron, les señalamos claramente que le dieron la espalda al pueblo y sus demandas, y jugaron alineados con la derecha. Quiénes pierden son el pueblo de chile, sus mujeres, los usuarios de los servicios públicos y los pequeños y medianos empresarios”. 

Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se manifestó que “este triunfo momentáneo de la derecha, ratifica la idea de que este sector de la sociedad sólo busca defender los privilegios de los grandes capitales y mantener el estatus quo neoliberal en materia tributaria, donde proporcionalmente los trabajadores pagan más que los grandes empresarios”.

Se dijo que “este rechazo además compromete gran parte de la agenda de Seguridad Social que el Gobierno ha prometido en su programa, como la propuesta de una pensión básica universal garantizada, entre otras”.

En un comunicado de la multisindical se aseveró que no dar curso a la reforma tributaria “es de máxima gravedad, pues condena a la pobreza a millones de trabajadores y trabajadoras jubilados del país”.

“Este rechazo ratifica la relación inmoral entre partidos políticos de derecha y centro y los grandes capitales de Chile, quienes han financiado la actividad política de los últimos 30 años, con el objetivo que los parlamentarios legislen para sus intereses en lugar de los intereses de las mayorías ciudadanas”.

Apuntando a que frente a estas situaciones exista movilización popular, en el comunicado de la CUT se indicó: “Hacemos un llamado a todo el movimiento sindical, a las organizaciones sociales territoriales y a las diversas organizaciones sociales que componen la sociedad chilena a manifestarse en contra de esta acción que busca sellar o ponerle candado a los privilegios de los grandes empresarios de Chile”.

 

“Era octubrista”

La derecha y la extrema derecha apostaron por vocerías políticas y de golpeteo al Gobierno, estableciendo que el proyecto de reforma tributaria “era octubrista” (en relación a las demandas de la revuelta social de 2019). Agustín Romero, diputado del Partido Republicano, sostuvo que se votó en contra para “dejar de pagarle plata a operadores políticos o a institutos de derechos humanos que no dan plata para los chilenos”, sin hacer alusión a financiamiento a pensiones, trabajadores y seguridad pública.

En la explicitación de una acción política más que técnica respecto a la reforma, el diputado de Renovación Nacional (RN), Frank Sauerbaum, dijo que “esta es una señal clara que se ha conformado un nuevo bloque opositor que se une si se amenaza a Chile. Esta reforma amenazaba a las pymes con una reforma octubrista y refundacional”.

Guillermo Ramírez, legislador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), hace días había llamado a rechazar las reformas tributaria y de pensiones, y ahora puso el foco en la defensa del sector del gran empresariado y grupos financieros a indicar que al botar el cambio tributario se protege a esos sectores y “Chile vuelva a ser un lugar confiable para invertir”.

En tono despectivo, el diputado Gaspar Rivas declaró ante la prensa que “el Gobierno acompañó su bistec (la reforma tributaria) con arroz mal cocido y mal hecho, como aquellas normas que lo que decían era perjudicar a los emprendedores del país. Y desgraciadamente fue ese arroz, ese acompañamiento el que terminó echándole a perder el gusto a la carne”.

 

El aplauso del gran empresariado

Al gran empresariado y a los grupos financieros no les gustaba la reforma tributaria y menos que se aplicaran impuestos a los súper ricos y se buscara que los segmentos de ingresos y ganancias multimillonarias aportaran al gasto social.

El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes,  dijo que “entendemos el objetivo de recaudar más recursos para cubrir necesidades sociales, pero eso no se puede hacer a costa de gravar el ahorro y la inversión, perjudicando el crecimiento y la generación de empleos”, en la línea de que aportar desde el mundo del gran empresariado, les afecta y se restan de invertir y generar empleo.

Cristián Allendes, Presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), opinó que “en esta votación primó el convencimiento transversal de que Chile necesita una reforma tributaria que promueva la inversión, el crecimiento y el desarrollo del país y su gente”.

El presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Juan Armando Vicuña, indicó que “se rechazó un proyecto que partía de un supuesto a nuestro juicio equivocado, como es que los recursos para mejorar la calidad de vida de las personas pueden obtenerse a partir de una reforma tributaria enfocada en gravar el ahorro y la inversión”.

Christian Aste, presidente de la Comisión Tributaria de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) planteó que la votación de la derecha y la extrema derecha “constituye una oportunidad para que las cosas se hagan bien y buscando los consensos con todos los sectores”. Rafael Cumsille, dirigente de medianos empresarios vinculado a la derecha, le agradeció a los legisladores de la oposición el haber rechazado la reforma tributaria.