Giorgio Jackson. Terminó la cacería

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El diseño de la oposición para provocar la salida del Ministro de Desarrollo Social y Familia. Vino “la celebración” y desde la derecha y la extrema derecha se anunció que van por más. Gloria Hutt, presidenta de Evópoli, advirtió que “siguen pendientes las explicaciones respecto a los casos fundaciones”, el jefe de Republicanos, Arturo Squella, apuntó que “en ningún caso las malas ideas para Chile se transforman en buenas por la salida de un ministro” y la diputada Chiara Barchesi, puntualizó que “vamos hacerle frente al Gobierno cada vez que avance en su ideología dañina”. La vicepresidenta de la Cámara Baja, Carmen Hertz, manifestó que “se desató una campaña infame de odio, injurias y ensañamientos feroz” e interrogó: “¿Qué excusa inventará ahora la derecha para seguir bloqueando la reforma de las pensiones y el pacto fiscal?”. El ministro de Justicia y DDHH, Luis Cordero, expresó que frente al cuadro actual “tienen que haber explicaciones y las explicaciones corresponde pedírselas al senador (Javier) Macaya y no al Gobierno”.

Gonzalo Magueda. Patricia Ryan. Periodistas. “El Siglo”. Santiago. 12/8/2023. La oposición y algunos legisladores del oficialismo estaban a la caza. Tenían en la mira al ahora exministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, ingeniero civil de 36 años, dirigente de Revolución Democrática (RD). Este viernes 11 de agosto terminó la cacería. Jackson renunció, en consideraciones como que “la oposición ha definido utilizar políticamente mi presencia en el gabinete como una excusa para no responder a las urgencias de las personas y no avanzar en las reformas que Chile necesita”.

En efecto, los partidos y legisladores de Chile Vamos junto al Partido Republicano, habían decidido congelar diálogos con el Gobierno y cerrar las puertas en materias como la sensible reforma de pensiones y un pacto fiscal, si continuaba en el cargo Jackson. En eso llevó la batuta el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya, quien el 21 de julio declaró que “no existe interlocución posible con la oposición, si el ministro Giorgio Jackson permanece en el Gobierno”. Fue, literal, “un chantaje” como se denunció desde el oficialismo. Semanas antes y posteriores, en los círculos de la derecha y la extrema derecha se promovió un diseño comunicacional y político destinado a responsabilizar al exministro de los casos de convenios irregulares entre entidades regionales con fundaciones e incluso se quiso establecer que en el extraño episodio de robos de computadores desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia habría tenido que ver Jackson. El martes 8 de agosto se sabía que el Partido Republicano (PR) haría una acusación constitucional contra el alto funcionario, y entre el miércoles y el jueves siguiente se confirmó que esa acción sería respaldada por la UDI, Renovación Nacional (RN), Evópoli e incluso por legisladores de la Democracia Cristiana y otros grupos. En medio de todo, se anunciaron y tramitaron querellas y oficios en contra del exministro, buscando investigaciones que lo involucraran con delitos fiscales o financieros. Durante las semanas recientes arreciaron las vocerías, columnas, entrevistas y alegatos planteando que en Jackson radicaba el nudo de conflicto con el Gobierno, que tenía “responsabilidad política” en el “Caso Convenios”, que con él en el gabinete no se podía dialogar o avanzar en temas como pensiones, pacto fiscal, iniciativas legislativas, entre otros.

La celebración de la oposición y su anuncio de que van por más

Así se puede entender mejor que Macaya haya declarado que “tenemos que celebrar” la renuncia de Giorgio Jackson. En RN también celebraron y el presidente de la colectividad, Francisco Chahuan, indicó que “se hacía insostenible la presencia” del funcionario. “Es una buena noticia para el país”, afirmó Arturo Squella, presidente del Partido Republicano. Se sumó un oficialista: el senador del Partido Socialista, Fidel Espinoza, expresó que la renuncia del militante de RD “es una buena noticia para los chilenos”.

Claro que ocurrió algo peculiar, porque los Republicanos anunciaron de inmediato que no harían la acusación constitucional porque Jackson estaba renunciado, lo que tendría un contrasentido si tenían antecedentes de una mala práctica del exministro e incluso de violaciones a normativas legales. Desde el Gobierno se había dicho en la semana que no se conocían los argumentos ni sustentos de esa acusación y había sostenidos rumores de la debilidad en ese paso. La diputada de Convergencia Social (CS), Emilia Schneider, dijo, citada por El Mercurio, que “se notan cuáles eran los verdaderos motivos detrás de la acusación constitucional. Si Republicanos hubiera tenido una verdadera convicción de que había una vulneración a la Constitución y las leyes, no hubiera desistido con la acusación constitucional”. Todo apunta que era parte de la cacería más que pretender establecer una falta institucional.

A las pocas horas de confirmada la renuncia del Ministro de Desarrollo Social y Familia, quedó claro que la derecha irá por más. “¿Qué necesitamos ahora”? preguntó la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, y se contestó: “Siguen pendientes las explicaciones respecto a los casos fundaciones y sigue muy pendiente que el Gobierno marque con claridad hacia dónde vamos”. Arturo Squella apuntó hacia el oficialismo indicando que “en ningún caso las malas ideas para Chile se transforman en buenas por la salida de un ministro”. El presidente de la UDI advirtió que “lo que corresponde no es solamente cambiar a las personas, sino también una forma de gobernar”. Chahuán insistió en que “tenemos un Gobierno paralizado. Necesitamos avanzar en política y gestión”, más allá de que salgan ministros. Hotuiti Teao, de Evópoli, manifestó que si bien celebraban la renuncia de Jackson, “creemos que debiera existir un cambio más sustancial en el manejo de este Gobierno”.

La frase en el diario La Tercera de que “en la derecha dicen que la arremetida contra el Ejecutivo continuará”, dice relación con informaciones de que en Chile Vamos y el Partido Republicano se planea desde este fin de semana otra ofensiva sobre todo en el potenciamiento del “Caso Convenios” apuntando a responsabilidades del Presidente Gabriel Boric, presionando ahora al ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, y estableciendo “la ineficacia” de gestión del Gobierno, cuestionando las propuestas en materia de pensiones, tributación, vivienda y manejo del presupuesto. La diputada del Partido Republicano, Chiara Barchesi, expresó que es equivocado sostener que “ya no vamos a tener excusa para oponernos a las propuestas ideológicas de la izquierda” y puntualizó que “vamos hacerle frente al Gobierno cada vez que avance en su ideología dañina”.

La derecha “saca el foco de su irresponsabilidad, de su insensibilidad”

Para el secretario general del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona, lo ocurrido con el exministro Giorgio Jackson se trató de “una verdadera campaña, una  verdadera operación política de la derecha que en forma sistemática, creciente y absolutamente arbitraria y discrecional, puso en el centro la gestión del ministro, pero a partir de materias que tienen que ver con otras carteras de Gobierno y otros ámbitos del Estado”. 

Enfatizó que “es una determinación de la derecha por sí y ante sí, para poner en el centro la figura de Jackson y lo usaron para no comprometerse ante reformas urgentes que necesita el país. Sacan el foco de su irresponsabilidad, de su insensibilidad, su inhumanidad para no tener posición respecto a las iniciativas de pensiones y pacto fiscal”.

Carmona hizo que ver que, además, la oposición “se propone alterar el funcionamiento del Estado, donde la potestad para definir el gabinete ministerial la tiene sólo el Presidente de la República y pasan sobre eso con una campaña que no tuvo ninguna consideración humana y menos de coherencia jurídica, porque la sostuvieron en base a mentiras, injurias, calumnias”.

En esa misma línea, Jackson, al hablar de los cuestionamientos de la derecha y la extrema derecha, sostuvo que “han incurrido en mentiras, injurias, calumnias, sin presentar -por cierto- absolutamente ninguna prueba que me vincule algún delito”. 

La vicepresidenta de la Cámara de Diputadas y Diputados, Carmen Hertz, declaró que en este caso “se desató una campaña infame de odio, injurias y ensañamientos feroz” e interrogó: “¿Qué excusa inventará ahora la derecha para seguir bloqueando la reforma de las pensiones y el pacto fiscal?”.

En ese tono de que este episodio contribuya a destrabar nudos colocados por la oposición, bajar las polémicas y avanzar, el Presidente Gabriel Boric, ante la salida del exministro, colocó en la red X, que “Chile y los habitantes de nuestra patria están primero. Acepto la renuncia de Giorgio Jackson como un gesto de generosidad que ayude a mejorar el clima político y avanzar en las reformas” y enfatizó que “como dijo el mismo Giorgio, la gente está cansada de peleas. Es hora de ponerse de acuerdo”. 

En tanto, el senador de RD, Juan Ignacio Latorre expresó que la de Jackson “es una decisión personal, política, noble. Él ofrece la renuncia de manera indeclinable para no ser obstáculo al proceso de reformas y de cambios que Chile necesita”.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, declaró ante esta situación que “yo creo que cada uno tiene que hacerse cargo de sus palabras y acciones. La oposición deberá explicarle al país por qué el principal argumento que sostenían para no mantener una conversación con el Ejecutivo en las reformas que son relevantes, hoy lo mantienen, y me parece que quienes participan de cargos públicos, tienen que pasar del relato a la acción y cuando la acción no ocurre, tienen que haber explicaciones y las explicaciones corresponde pedírselas al senador (Javier) Macaya y no al Gobierno. Lo demás me parece que entra el en ámbito de justificaciones adicionales. Basta mirar los datos para darse cuenta que el país reclama los acuerdos y conversaciones”.