En Lenin hay muchos Lenin, todos necesarios

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Lenin se repensó muchas veces, más de las que quieren admitir quienes quisieron reducirle el pensamiento a mandamientos, publicados en refritos que, usando sus palabras, lo negaban. En Lenin hay muchos Lenin, todos comunistas, todos necesarios.

Ernesto Estévez Rams. “Granma”. La Habana. 22/4/2024. Como mismo los saberes, también existen las ignorancias. Todo conocimiento debe ser validado, llamémosle ciencia o como queramos. Lo demás es engañarnos en un idealismo subjetivo, disfrazado como novedad, o como un arcano milenario recién redescubierto como piedra filosofal.

Quizá el pecado más recurrente del marxismo, después de Marx, fue asimilarlo dentro de la tradición cultural judeocristiana como una derivación histórica de esta, inconfesable, pero, no obstante, referente. Quizá era inevitable, pero en el proceso se le hizo sucumbir a la demasiada fuerte tentación del dogma. Hay, en la facilidad de negar, la necesidad del ejercicio de pensar, un instrumento demasiado efectivo desde el ejercicio de los poderes políticos para que, por estos, sea rechazado.

Lenin insistía en la necesidad de repensar el marxismo a cada paso. Su crítica recurrente a los otros compañeros del Partido era no entender esa cualidad dialéctica del marxismo, que era la única forma de asumirlo como ciencia. Ciencia, no en la infalibilidad de sus resultados, sino en la utilidad insustituible de sus métodos. Todo en Lenin era antidogmático y, por ello, marxista. No citaba al viejo como se citan a los dioses, o se pretende reducir el saber científico a aforismos más o menos afortunados.

Después de Lenin se repitió la falta. Para justificarla se inventó aquello de llamar revisionismo a todo acto de pensarlo. Lenin le hubiera llamado al mismo ejercicio, ciencia. Es que no hay revisionismos, hay contrarrevolución disfrazada de relectura pero contrarrevolución al fin; y hay, desde lo comunista, apropiación dialéctica de su pensamiento.

Lenin se repensó muchas veces, más de las que quieren admitir quienes quisieron reducirle el pensamiento a mandamientos, publicados en refritos que, usando sus palabras, lo negaban. En Lenin hay muchos Lenin, todos comunistas, todos necesarios.

El 22 de abril de 1870, Lenin nació en Simbirsk. Un mes después de su 17 cumpleaños, su hermano fue ejecutado por luchar contra el Zar. Lenin descubrió a Marx en Kazán, ese mismo año, y transformó el dolor por la pérdida del hermano en la convicción de que un mundo distinto era necesario. Para lograr ese mundo necesario para todos, hay que pensarlo, lucharlo y construirlo.

Foto: Obra de Miguel Ángel Nin.