Tiene que ver el cambio climático y la sequía. Pero también el uso indebido e indiscriminado del agua que hacen consorcios mineros e industriales, la contaminación por parte de empresas petroleras y químicas, grandes latifundios y empresas agrícolas, la extracción de hidrocarburos del subsuelo, siempre afectando zonas habitadas, contaminando y dejando sin líquido a los seres humanos.
Agencias. 12/01/2022. En el mundo hay 2 mil 400 millones de personas sin agua, y se convierten en potenciales compradores del líquido vital, en una situación irregular e injusta, sobre todo porque la mayoría de esa gente no tiene recursos para andar comprando agua, más en zonas donde es tan escasa como cara.
La privatización y comercialización del agua, al ser considerada un bien económico, convierte a los ciudadanos en clientes, sostuvo Pedro Arrojo, relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos humanos de agua potable y saneamiento.
En esto tiene que ver, por cierto, el cambio climático y la sequía. Pero también el uso indebido e indiscriminado del agua que hacen consorcios mineros e industriales, la contaminación por parte de empresas petroleras y químicas, grandes latifundios y empresas agrícolas, la extracción de hidrocarburos del subsuelo, siempre afectando zonas habitadas, contaminando y dejando sin líquido a los seres humanos.
Se agrega asimismo las malas prácticas de la población, en un mal uso del agua, sobre todo en áreas urbanas donde no escasea el producto.
Se requiere hacer las paces con los ecosistemas, con los ríos, acuíferos y desarrollar una gobernanza democrática del agua como un bien común, no como una mercancía, señaló el relator especial de la ONU.
Hay una crisis global del agua, desgarradora y paradójica en el planeta azul, advirtió Arrojo.
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