El exministro de Ciencias, Flavio Salazar, frente al caso Sinovac

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Para al académico y promotor de la producción nacional de vacunas, “no están tan claras las razones” por las cuales la empresa privada china canceló los proyectos en Antofagasta y Quilicura. Apuntó a que “lo primero que salta a la vista, que no existía un coordinador, una instancia coordinadora de la negociación con la empresa Sinovac”. Planteó que todo este tiene que ver con que “si realmente queremos recuperar las capacidades que tuvimos durante cien años de producir vacunas”. Cuestionó las acusaciones que promueve hoy la oposición y señaló que “de la derecha nunca hubo interés por proyectos de producción de vacunas” en Chile.

Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 27/10/2023. ¿Son claras las razones por las cuales Sinovac canceló los planes de plantas en Antofagasta y Quilicura para la producción de vacunas?

La impresión que hay a partir de lo que se escuchó de la Ministra de Ciencia, o el Ministro de Economía y lo que dijo Sinovac, creo que no están tan claras las razones. Específicamente lo que dijo Sinovac no es congruente con lo que se dijo desde el Gobierno. La ministra Aisén Etcheverry dijo que fue porque el mercado chileno era muy pequeño, después se dijo que había problemas con las condiciones para instalar la planta, se indicó que había un problema con condiciones que pedía Sinovac en contra de las formas de generar licitación desde el Estado, pero no está muy claro. Creo que las razones tendrían que ver con que no pudimos establecer realmente una contraparte desde el Estado que fuera capaz de negociar en forma activa esta inversión china que era importante.

Tampoco quedó muy claro el por qué trasladar el proyecto a Colombia.

En el fondo el interés de China es establecer capacidades de industria tecnológica en diferentes lugares de América Latina, eso lo sabemos desde el principio. Ahora, desconozco el proyecto colombiano pero claramente ahí tienen que haber condiciones ofrecidas por el Estado para que el aterrizaje de esas inversiones tenga mayor impacto. Eso es lo que todavía no está muy claro.

¿Usted diría que Chile no creó las condiciones para Sinovac instalara las plantas?

Sí, creo que es así. No se establecieron las prioridades necesarias para negociar y, de alguna forma, tratar de cumplir con los requerimientos mínimos que tiene una inversión de este tipo. Además, establecer una estrategia desde Chile de recuperar capacidades de producción, porque cuando uno este negocio lo ve aislado, lo ve sólo como una planta o una empresa, que pudiera ser un mall chino que se quiere instalar, no lo vamos a lograr. Cuando se establecen relaciones internacionales en estos temas, tiene que haber una estrategia de parte del Estado para negociar las mejores condiciones que beneficien al país. Eso tiene que ver con que si realmente queremos en Chile recuperar las capacidades que tuvimos durante cien años de producir vacunas. Y tiene que ver con abrir otras áreas, tiene que ver con proveedores, insumos, capital humano, financiamientos, todo lo que genera un ecosistema cuando hablamos de una industria nueva de este tipo. Nada de eso está considerado en ninguna de las conversaciones que he escuchado.

Usted fue Ministro de Ciencia al inicio de este Gobierno. Se habla de lo que se hizo o no se hizo durante la administración de Sebastián Piñera, de lo que se hizo o no se hizo durante esta administración, ¿cuál es su apreciación de eso?

Lo primero que salta a la vista, y que es una apreciación general, es que no existía un coordinador, una instancia coordinadora de la negociación con la empresa Sinovac. Están interpelando a la Ministra de Salud, a la Ministra de Ciencia, al Ministro de Economía, y entonces no se ve que hubiese una articulación. Eso es lo primero que se debe generar como una autocrítica, este tipo de negociaciones y de proyectos, debe estar articulado. Cuando estaba de Ministro de Ciencias, teníamos un comité interministerial y un equipo interministerial que trabajaban diferentes aspectos de dos proyectos, el proyecto público-privado de producción en Laguna Carén, liderado por la Universidad de Chile, y el proyecto de llegada de Sinovac a Chile. Eso estaba puesto en una mirada programática que se discutió durante la elaboración del programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric, apuntando a recuperar cierta autonomía y capacidad de respuesta en el país en el área de las vacunas y los biofármacos. 

¿Cuál es su opinión de los cuestionamientos de los parlamentarios de la oposición en todo esto, que están hablando de una acusación constitucional contra el ministro de Economía, Nicolás Grau, de culpar de esto al Gobierno?

En eso hay un oportunismo claro. Tampoco es que hubiera anteriormente por parte de la oposición una preocupación por el proyecto de Carén o de Sinovac. Eso fue informado en comisiones parlamentarias, en la Comisión Futuro, y de la derecha nunca hubo interés por proyectos de producción de vacunas y ahora aparece la posibilidad de generar estas acusaciones. Eso es otra cosa, de oportunismo político. Para mí el debate es si es necesario o no que Chile recupere capacidades tecnológicas para el modelo de desarrollo que queremos implementar en el futuro. Yo no me sumo a acusaciones constitucionales o de otro tipo porque no creo que solucionen algo. 

Hablando como proyectos país, ¿al final del día qué pasa con el tema de la producción de vacunas en Chile, el desarrollo en esa área? ¿Hay un asunto pendiente ahí? Se vuelve a decir que es más barato comprar e importar vacunas que producirlas.

Estamos al debe como país, el Gobierno está al debe, la ciencia y la tecnología al final  no fue una prioridad, no hay aumento presupuestario, no hay nuevos programas de desarrollo, hay un notorio estancamiento. En esto hay que ser muy claros, cuando se trata de defender ciertas posiciones, se tiene que pensar no sólo en la coyuntura, sino en el largo plazo. Si hoy el Gobierno dice que las plantas de vacunas no se pueden hacer porque no es un negocio, porque el mercado es muy chico, está cerrando la puerta a cualquier iniciativa actual o futura y a eso yo me opongo, porque estoy seguro, a partir de estudios, que es económicamente factible desarrollar industrias tecnológicas en Chile. Cuando se dice que es mejor importar que producir, son opiniones regresivas, porque nos ponen en que somos un país bueno para explotar y exportar recursos naturales y eso afecta nuestra posibilidad de negociación en otras áreas y el establecimiento de industrias como el hidrógeno verde, el litio, las vacunas.