EL EDITORIAL. Incendios forestales y fortalezas del Estado

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Los problemas no sólo son tangenciales, son sistémicos. Ahí radica lo de fondo. Por eso, no se trata de acostumbrarse y dar respuestas coyunturales y específicas. Se trata de instalar medidas permanentes y estructurales, financiadas, con una legislación adecuada y capacidad prioritariamente preventiva y de eficiente socorro.

“El Siglo”. El Editorial. Santiago. 6/2/2024. Nuevamente se devela la necesidad de tener un Estado más robusto en su estructura, financiamento, técnica y capacidades para la doble labor de prevención y combate de incendios forestales.

Puede parecer un planteamiento reiterativo. Sin embargo, la tremenda tragedia ocurrida en estos días en la Región de Valparaíso reitera la necesidad de que el Estado esté en condiciones de encarar causas, desarrollo y consecuencias de los siniestros forestales.

Algunos factores tienen que ver con recursos y técnica para Conaf y los Municipios comprometidos, Bomberos, mejoras en la legislación, atención a situación de los territorios (campamentos, “tomas”, villas, poblaciones) y planes reguladores, y trabajo preventivo e Inteligencia de las policías.

Hay que considerar seriamente la actuación delictiva de personas que pueden tener una actitud criminal y/o representar intereses para provocar los incendios, hay que colocar atención en ello. Pero sobre todo a las realidades de los terrenos, de los efectos del cambio climático en los niveles de temperatura y la naturaleza, planes de construcción de viviendas, sistemas de alarma y evacuación.

También hay que aumentar y materializar los recursos que debiera proveer el sector privado, las grandes empresas y consorcios financieros, sobre todo considerando que le exigen al Estado respuestas a las que ellos pueden contribuir dados sus excedentes, y con intereses económicos en zonas afectadas.

En todo caso, los problemas no sólo son tangenciales, son sistémicos. Ahí radica lo de fondo.

Por eso no son suficientes paliativos temporales y específicos. Se requieren medidas permanentes y estructurales.

Por desgracia, los incendios forestales continuarán siendo parte de una realidad dramática en Chile.

No se trata de acostumbrarse y dar respuestas coyunturales y específicas. Se trata de instalar medidas permanentes y estructurales, financiadas, con una legislación adecuada y capacidad prioritariamente preventiva y de eficiente socorro.