EL EDITORIAL. 18/O

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Las demandas continúan vigentes y la agenda del movimiento social y de la sociedad civil, en disposición a la organización y la movilización en distintos espacios y diferentes formas.

El Editorial de “El Siglo”. Santiago. 17/10/2022. Nadie niega a estas alturas que el 18 de octubre de 2019 (18/O) quedó grabado como el hito que instó a cambiar las cosas en Chile y abrió paso a un proceso destinado a avanzar hacia un país más equitativo y justo, más democrático, con una nueva Constitución paritaria y que consagrara un Estado democrático y social de derechos, donde prime la promoción y defensa de derechos humanos y cívicos.

El 18/O además, significó la importancia e incidencia de la soberanía popular, de la movilización social, de la demanda ciudadana, de las propuestas alternativas, de la participación del pueblo.

Ese mes se puso sobre la mesa la necesidad de transformaciones profundas, de cambios estructurales, de ir por un nuevo modelo de desarrollo en beneficio de las mayorías, y que se pudiera transitar a otra realidad, dejando atrás el abuso, la discriminación, la pobreza, las malas prácticas, la inequidad y tantas injusticias.

El 18/O marcó lo que significa un pueblo organizado y movilizado, aunque fuese con altas dosis de espontaneidad, un pueblo dispuesto a convocarse y participar, un pueblo capaz de instalar demandas y propuestas.

También volvió a quedar en evidencia el carácter de las policías y las Fuerzas Armadas que, de nueva cuenta, en un momento de revuelta social y crisis política, optaron por la represión y la violación de los derechos humanos. Avalados por un Gobierno de derecha.

Han transcurrido tres años y pese al proceso constituyente desarrollado y la llegada de un Gobierno progresista con un programa transformador, los síntomas de abusos perduran, los niveles de pobreza aumentan, la represión persiste, las inequidades e injusticias parecen no retroceder.

Es más, en esta fecha se quiso imponer una agenda policial y del orden, colocando a los Carabineros como protagonistas y al mundo social como presumibles autores de la violencia.

Nadie puede asegurar que vaya a ocurrir o no un nuevo estallido social dadas las condiciones de la gente. Lo que es seguro es que las demandas del 18/O continúan vigentes y la agenda del movimiento social y la sociedad civil, en disposición a la organización y la movilización en distintos espacios y diferentes formas.