El “decretazo” de Milei. Comenzó el bombardeo ultraconservador

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Mediante decreto, sin más, eliminó leyes, terminó con derechos y avanzó a privatizaciones. Además, inauguró “protocolo” represivo y desde una estación policial monitoreó el asedio de uniformados contra miles de manifestantes contrarios a sus medidas. Masivo cacerolazo ante la arremetida antipopular del mandatario argentino.

“El Siglo”. Buenos Aires. 20/12/2023. No parece haber otra forma de decirlo. El Presidente de Argentina, Javier Milei, firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y con eso pasó por encima del Congreso, de las confederaciones de trabajadores, avanzó en eliminar centenares de derechos sociales y laborales y privatizar empresas nacionales, inició el desmonte del Estado y abrió el camino al más duro ultraneoliberalismo.

El mismo día inauguró un “protocolo” represivo destinado a atacar manifestaciones contra sus medidas y contra su Gobierno, lo que sucedió este día ante decenas de miles de trabajadores, jubilados, jóvenes y empleados estatales que marcharon en la capital argentina contra los proyectos de la administración Milei.

Entre el bombardeo de medidas económicas ultraconservadoras y las acciones represivas, se produjo en distintas ciudades de Argentina un masivo cacerolazo de protesta.

El clima político y social en este país comenzó a caldearse mucho. Milei y su gabinete, en tanto, se atrincheraron en las decisiones de extrema derecha, las disposiciones autoritarias, la represión policial que podría llegar a ser militar, y la dureza de las medidas.

Con la DNU, Javier Milei echó abajo 30 leyes de contenido social, incluida la de alquiler que protegía a millones de personas, la de Compra Nacional y Abastecimiento. Terminó con la disposición que prohibía e inhibía la privatización de empresas públicas. Cesó el paquete accionario de Aerolíneas Argentinas, golpeó medidas de prepago en medicinas, golpeó el avance de obras sociales e implantó la llegada de Sociedades Anónimas de grupos financieros a los clubes profesionales del fútbol.

Axel Kicillof, Gobernador de la provincia de Buenos Aires, puso en la red X: “Hoy, a espaldas de la división de poderes, anuncia un decreto que sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo. Así, se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos. Todo esto, sin pasar por el Congreso que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir ‘democracia: ¡afuera!’”.
Se trata de avanzar en privatizaciones y desregulaciones económicas, se dijo desde la Casa Rosada.
Diputados de Unión por la Patria expresaron sobre las medidas de Milei: “Brutal avasallamiento de las facultades del Congreso. Avalar este DNU significa conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias, prohibidas en el art. 29 de la Constitución. Este DNU es de nulidad insanable. Las y los que lo aprueben serán infames traidores a la Patria”.

Algunas de las medidas de Milei son: Derogación de la Ley de Alquileres, para que el mercado inmobiliario “vuelva funcionar sin problemas”; derogación de la Ley de Abastecimiento para que el Estado “nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos”; derogación de la Ley de Góndolas para que el Estado “deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos”; derogación de la Ley del Compre Nacional que “solo beneficia a determinados actores del poder”; derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía, para “evitar la persecución de las empresas”; derogación de la Ley de Promoción Industrial; derogación de la Ley de Promoción Comercial; derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas; derogación del régimen de sociedades del Estado; transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización; modernización del régimen laboral para “facilitar el proceso de generación de empleo genuino”; Reforma del Código Aduanero para “facilitar el comercio internacional”; derogación de la Ley de Tierras para “promover las inversiones”; liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola; autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas; modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales; eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga; modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos; modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol “puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran”.
“Si me decís que eso no es apoyar a los grandes empresarios, a los grupos financieros, echarte en el bolsillo derechos sociales, patear a los trabajadores, ordenar las normas en beneficio del sector privado, no entendés nada de lo que está pasando”, dijo un empleado estatal a ElSiglo.cl. Se dijo por aquí que lo que está haciendo Javier Milei lo hizo el dictador Augusto Pinochet en Chile al imponer el neoliberalismo salvaje.
Mientras el mandatario argentino daba a conocer esas medidas, miles y miles de trabajadores, pensionados, empleados del Estado, jóvenes, marcharon por calles de Buenos Aires, enfrentaron a la policía y rechazaron las políticas de la administración ultraderechista.

Movimientos populares y organizaciones sociales de Unidad Piquetera (UP) llegaron a la Plaza de Mayo, después de romper un cordón represivo de varias corporaciones policiales. Una idea central fue protestar “contra el ajuste económico” impuesto por el Gobierno. También se marchó para rechazar las medidas represivas y “protocolos” antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Gendarmería Nacional y la Policía Federal realizaron la labor represiva, monitoreados por Milei y Bullrich desde una central del Departamento de Policía, algo nunca visto de un Presidente.

A pesar de que el Gobierno había prohibido que se marchara por la calles y se coparan avenidas, los miles de manifestantes encararon a los uniformados, rompieron vallas y cordones policiales y bajaron a las calles y avenidas.

El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, expresó que “el Gobierno de (Javier) Milei intenta censurar el derecho a la libertad de expresión con un protocolo que no permite manifestarnos. La voluntad del pueblo es mucho más importante que el temor que intentan generar con la represión”.

Por la noche, en decenas de barrios de Buenos Aires y en varias provincias, miles de personas realizaron cacerolazos en rechazo a los anuncios de Javier Milei.

Fotos. Télam. Bernardino Ávila Página12.