El propio desplazamiento de Occidente a Oriente lo hace diferente a periodos históricos anteriores. “Como podemos ver con China, hay una especie de disputa, una guerra comercial y tecnológica. Anteriormente, habíamos visto que la hegemonía estaba en disputa, pero entre países del mismo signo ideológico”. “La economía mundial está experimentando el peor desempeño en las últimas tres décadas y estamos al borde de un proceso de estanflación, un fenómeno en el que se combina la inflación, el desempleo y el estancamiento económico”. “La participación de los países subdesarrollados en esas cadenas ocurre en las fases de ensamblaje de productos o de fuerza de trabajo, pero el centro de poder y las grandes ganancias siguen estando en los tradicionales países desarrollados”.
“Mesa Redonda”. Televisión Cubana. La Habana. 2/2024. La crisis global del comercio, un fenómeno de creciente preocupación, se caracteriza por la disminución del intercambio comercial a nivel mundial. Esta situación se ve impulsada por múltiples factores, incluyendo las tensiones geopolíticas, las políticas proteccionistas, la inestabilidad económica y, más recientemente, los desafíos planteados por la pandemia de Covid-19.
La crisis no solo afecta a las economías nacionales, sino que también tiene implicaciones profundas para la cooperación internacional, el desarrollo sostenible y el bienestar global.
Sobre este tema, conversaron en la Mesa Redonda, expertos del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM).
Al respecto, Faustino Cobarrubia Gómez, jefe del Departamento de Comercio e Integración del CIEM, señaló que en la actualidad estamos presenciando una especie de transición geopolítica en términos de hegemonía. “Estamos viendo un desplazamiento de Occidente hacia Oriente, lo cual representa un terremoto en la economía mundial”.
El académico reconoció que aunque no es la primera vez que ocurren este tipo de movimientos, esta transición se produce en un contexto de crisis multidimensional del capitalismo. “Podríamos llamarlo un fallo orgánico múltiple, donde vemos fallas en lo económico, lo energético, la alimentación y el medio ambiente, por mencionar algunos ejemplos”.
Como segundo elemento, Cobarrubia mencionó que el propio desplazamiento de Occidente a Oriente lo hace diferente a periodos históricos anteriores. “Como podemos ver con China, hay una especie de disputa, una guerra comercial y tecnológica. Anteriormente, habíamos visto que la hegemonía estaba en disputa, pero entre países del mismo signo ideológico”.
Parafraseando a Gramsci, el jefe del Departamento de Comercio e Integración del CIPI sostuvo que podríamos decir que “estamos en un momento en el cual lo viejo muere, pero donde lo nuevo no puede nacer”. Es durante este período que surgen fenómenos más morbosos y variados, como el conflicto en Ucrania.
Subrayó que el comercio es un campo de batalla por la hegemonía, “donde todos luchan por controlar los actores tecnológicos y económicos del futuro. Por un lado, tenemos a China, mientras que por el otro está Estados Unidos con sus aliados”.
Más adelante, al mencionar las dinámicas de crecimiento económico, dijo que desde la década de 1950 hasta 2008, la economía creció a ritmo “bastante elevado”, con tasas de crecimiento del producto interno bruto global que a veces superaban las tres veces. A este período se le llamó globalización o hiper-globalización. “Lo cierto es que hubo un crecimiento del comercio mundial elevado, pero esto tuvo un punto de inflexión en 2008 y en 2023 el crecimiento fue de solo el 0.8%”.
“La economía mundial está experimentando el peor desempeño en las últimas tres décadas y estamos al borde de un proceso de estanflación, un fenómeno en el que se combina la inflación, el desempleo y el estancamiento económico. Este fenómeno fue evidente en la década de 1970, pero en este momento es novedoso y se combina con los resultados de la pandemia, el conflicto en Ucrania y la interrupción de las cadenas de suministro”.
También llamó la atención sobre el hecho de que se está produciendo un proceso de globalización más regionalizado, “con bloques como la Unión Europea, donde casi el 70% del comercio se realiza entre ellos. Otro caso es América del Norte, con Estados Unidos, Canadá y México, o el bloque asiático, con China a la cabeza”.
“Sin embargo, lo más preocupante es que se está produciendo una definición de bloques en términos de alineaciones ideológicas”.
Por otro lado, Jonathan Quirós Santos señaló que aunque se aprecia este fenómeno de “globalización más regionalizada” desde el punto de vista discursivo, el Fondo Monetario Internacional y la OMC siguen defendiendo el libre comercio.
“A pesar de las crisis actuales, lo deseable es volver a los cauces del neoliberalismo, del liberalismo comercial, y, por tanto, se están cuantificando las medidas que afectan al libre comercio”.
En este sentido, ejemplificó lo que ocurre en la guerra comercial entre Estados Unidos y China impuesta por Trump, la cual no ha sido modificada por Biden.
“Debemos tener en cuenta cuánto tiempo pasó para que China lograra integrarse a la OMC. El gigante asiático es el primer comerciante mundial de bienes. Desde 2010 es el principal productor mundial de productos manufacturados, que son los más dinámicos en el comercio. El año pasado, China registró la mayor cantidad de patentes de propiedad intelectual”.
Quirós Santos agregó que como muestra de la guerra comercial impuesta por Estados Unidos a China, todavía se mantienen aranceles del 19% sobre el país asiático. “Evidentemente, hay un sesgo político importante”.
El Lic. Faustino Cobarrubia Gómez, jefe del Departamento de Comercio e Integración, también explicó cuánto impactan las cadenas globales de suministros en la economía mundial. Al respecto, dijo que el 80 por ciento del comercio mundial se articulan alrededor de ellas. Controladas por las grandes trasnacionales, estas cadenas juegan un rol de subordinación a las políticas de esas grandes compañías.
“La participación de los países subdesarrollados en esas cadenas ocurre en las fases de ensamblaje de productos o de fuerza de trabajo, pero el centro de poder y las grandes ganancias siguen estando en los tradicionales países desarrollados”, explicó.
El investigador comentó que estas cadenas han sufrido un impacto a partir de los actuales conflictos bélicos a nivel mundial. “A partir de aquí se ha gestado un proceso de reconfiguración que pasa por elementos como la seguridad, una cuestión que pasa a tener un papel más importante en la actualidad”.
Al respecto, explicó cómo la estrategia económica de China ya no depende tanto de las exportaciones, sino al consumo interno. Aun así, valoró como muy difícil una desconexión del país asiático con la economía global, por el grado de interrelación que existe hoy en el comercio mundial.
“Es posible que esas cadenas de valor sean hoy mucho más largas, lo cual las hacen menos eficientes e impactan sobre todo en los países en desarrollo, porque encarece precios de las mercancías. Muchas de estas naciones están fuera de estas cadenas, o integran componentes básicos o primarios en las producciones”, apuntó.
En otro momento de la Mesa Redonda, el Dr.C Jonathán Quirós Santos se refirió a la interrelación del comercio en los distintos escenarios claves, como el Canal de Panamá. Al respecto, explicó cómo los actuales bajos niveles de agua en esa vía impactan en la economía mundial, toda vez que los grandes buques de contenedores tardan más en completar sus viajes.
“Algunas fábricas han parado en los últimos días por falta de componentes, provocado sobre todo por la situación en Panamá o por los sucesos del Oriente Medio, los cuales también impiden el normal funcionamiento de las vías comerciales en esa zona”, agregó.
Finalmente, respecto al comercio internacional de servicios, el Lic.Faustino Cobarrubia mencionó cómo este sector es el que más crece en la economía mundial, sobre todo a partir de la constante amplitud de las vías digitales. Sin embargo, este comercio está concentrado en los grandes países desarrollados, los cuales ocupan las diez primeras posiciones en esta área.
“De hecho, los países en vías de desarrollo, incluyendo a China, representan el 30 por ciento del sector. La brecha digital es lo que frena el avance de estas naciones respecto a los Estados desarrollados. Los diez primeros países en el desarrollo digital concentran el 90 por ciento de las patentes”, agregó.
En este sentido, dijo que existe una división entre el centro y la periferia, un gran reto de los países en desarrollo para insertarse en el comercio internacional de servicios.
“Existe un arsenal de medidas para sancionar e impedir el desarrollo. Por lo general, son unilaterales y afectan a los pueblos y violan los derechos más elementales esbozados por Naciones Unidas”, concluyó.