“Debemos impulsar el combate al bloqueo” a Cuba: JJCC

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Amanda Rozas, Encargada Internacional de las JJCC indicó que “debemos hacernos cargo en el quehacer y no dejar que estas instancias sean meramente testimoniales o sólo para reafirmar nuestra intención de solidaridad, sino que impulsen acciones concretas en apoyo al pueblo cubano”.

 “El Siglo”. Santiago. 1/2025. El siguiente es el texto íntegro del discurso de Amanda Rozas, Encargada Internacional de las Juventudes Comunistas de Chile (JJCC), en el acto de saludo a la Revolución Cubana:

“Compañeras, compañeros, compañeres, amigas y amigos de la solidaridad con Cuba, comenzamos otro año más abrazándonos y encontrándonos en torno a una de las grandes alegrías de nuestro continente, el faro de una luz esperanzadora que alumbra a toda Latinoamérica. El triunfo de la revolución encabezada por el comandante Fidel marca para los revolucionarios latinoamericanos el comienzo de otro año reafirmando nuestras convicciones transformadoras.

Durante el pasado 2024 se llevó a cabo el Encuentro Nacional del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Chile, en el cual participaron delegaciones de todo el país y como Juventudes Comunistas estuvimos presentes en todo su desarrollo. De la rica discusión vertida en ese espacio, emana una resolución contundente, con directrices y líneas claras en torno a la organización, la labor de las brigadas, las campañas solidarias que debemos impulsar y el combate al bloqueo. De dichas resoluciones debemos hacernos cargo en el quehacer y no dejar que estas instancias sean meramente testimoniales o sólo para reafirmar nuestra intención de solidaridad, sino que impulsen acciones concretas en apoyo al pueblo cubano.

Este hito marca un precedente importante para la juventud, uno que debe adoptar un rol mucho más activo en el movimiento y que los comunistas nos comprometemos a impulsar. Existe la necesidad de proyectar referentes juveniles en torno a la solidaridad, capaces de disputar conciencias en las masas juveniles y aportar al interés por estas preocupaciones urgentes como lo es la ayuda humanitaria a Cuba.

Desde aquel 1 de enero de 1959 el carácter internacionalista ha sido de los pilares políticos y morales de la revolución, nunca hubo escatimo alguno en enviar ayudas a distintos países de la región y el planeta, incluido Chile, a pesar de las condiciones precarias en las que la dictadura de Batista había dejado a la isla. Podemos encontrar diversos momentos en los cuales la solidaridad internacionalista fue intransable para Fidel y toda su herencia, incluso disponiendo de educación profesional para centenares de jóvenes que quisieran formarse allí. Este ejemplo de impecable consecuencia debe ser para nosotros motivador para concebir la ayuda entre los pueblos como una responsabilidad revolucionaria ineludible, desde la juventud debemos aceptar esta tarea con humildad y hacer real y concreta la ayuda hacia la tierra de Camilo, Martí y Vilma Espín.

Cuba ha sido ejemplo para toda Latinoamérica pero también para el mundo entero, hoy mismo en África, continente brutalmente usurpado y oprimido, han florecido semillas revolucionarias panafricanistas, que han desarrollado un proceso descolonizador sin precedentes en el siglo XXI. Los países del Sahel han expulsado a las tropas francesas, han nacionalizado sus recursos naturales, han combatido a los grupos terroristas financiados por occidente, recuperando territorios para la reapertura de escuelas rurales y se han generado medidas para hacer valer los derechos de las mujeres y su participación en los espacios de toma de decisiones.

Hoy en Burkina Faso se cambia el lema nacional y pasa a ser “Patria o Muerte, ¡venceremos!”. El legado de Cuba está más presente que nunca.

Bien sabemos los marxistas que el capitalismo siembra la semilla de su autodestrucción, pero esto no se dará por sí solo. Podemos ver como en la cuna del imperialismo, este modelo ha fracasado, con unos niveles de pobreza que aumentan año a año y un sistema de salud que ha condenado a muerte al pueblo norteamericano. Estas condiciones han acumulado un descontento que solo se ha expresado en acciones audaces individuales. Precisamos que este malestar adquiera un carácter colectivo que sea capaz de desestabilizar al modelo, y es esa, precisamente, nuestra tarea como revolucionarios, hacer germinar esta semilla, darle cauce y asegurar la superación total del capitalismo. Mientras en EEUU cientos de miles de personas mueren por no poder acceder a la salud, en Cuba no hay un solo niño que muera de hambre.

Hace 66 años y ante toda adversidad, un grupo de jóvenes guerrilleros abrieron paso a la liberación del pueblo cubano, el cual atravesó por un proceso de concientización, antes y durante la revolución. Bajo nuestras condiciones actuales, la labor revolucionaria que nos corresponde es la disputa de la conciencia de nuestro pueblo. Por muy titánica que parezca esta tarea, ningún obstáculo puede ser tan grande si una revolución persistió con tan solo 12 personas.

Desde Chile recordamos el heroísmo y la audacia del pueblo cubano. No puedo cerrar esta intervención sin citar a nuestro Comandante en Jefe:

“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.

La tarea es clara, con el legado de Fidel, con toda la alegre rebeldía y disciplina revolucionaria, a cumplir, a cumplir, a cumplir”.