Entrevista de la agencia internacional de noticias Pressenza con Niu Qingbao, embajador de China en Chile.
Pía Figueroa. “Pressenza”. Santiago 09/2022. Tuvimos el agrado de poder conversar en profundidad, con tranquilidad y tiempo suficiente, con Niu Qingbao, embajador de China en Chile. Por la extensión de nuestra conversación, recomendamos a nuestras audiencias darse la posibilidad de leer atentamente sus palabras y digerir sus contenidos sin apuro, los que para nosotros resultaron de sumo interés atendiendo al contexto mundial en el que nos encontramos.
Sr. Embajador, vivimos en una época de enormes y acelerados cambios, con crisis que afectan mundialmente los más diversos ámbitos – desde la salud al medioambiente, la economía, la distribución alimentaria, sin mencionar los conflictos bélicos – en la que cobra cada vez mayor importancia el entendimiento recíproco, el multilateralismo y la cooperación entre los pueblos. ¿Puede comentarnos cómo ve usted este momento y el rol de su país en particular, como articulador de políticas de colaboración recíproca?
Gracias, me parece una pregunta muy importante.
Como usted ha dicho, actualmente el mundo no está en paz. Los cambios de este último siglo, nunca vistos, y la pandemia más devastadora en una centuria, se entrelazan y la recuperación económica marcha lenta y difícilmente. Los desafíos para la seguridad son cada vez mayores y el desarrollo mundial enfrenta reveces enormes.
Todos los países reclaman por la equidad y justicia internacionales y todos los pueblos anhelan el desarrollo y la cooperación.
Frente a ese mundo, para responder a los anhelos de los países por la lucha antipandémica, por el desarrollo y la seguridad, en los últimos años China ha formulado una serie de políticas y propuestas sobre la gobernanza global.
Le menciono cuatro ejemplos:
El primero es la construcción conjunta de una comunidad global de salud para todos. Poco después del brote de la pandemia en el mundo, en marzo de 2020, el Presidente chino Xi Jinping, formuló el concepto de una comunidad global de salud para todos y propuso cuatro medidas dirigidas a la lucha anti-epidémica mundial, a saber, librar una decidida guerra global contra el Covid-19, realizar un eficiente control correctivo internacional, brindar apoyo activo al rol de las organizaciones internacionales y fortalecer la coordinación internacional en materias de políticas macroeconómicas.
Más tarde, en mayo del año pasado, en la Cumbre Global sobre Salud, el Presidente Xi Jinping compartió cinco observaciones para impulsar la colaboración internacional anti-epidémica, que son: persistir en priorizar el pueblo y la vida, persistir en adoptar medidas científicas para dar una respuesta coordinada y sistemática, persistir en unirnos para promover la solidaridad y la cooperación, persistir en subsanar la brecha de inmunización con una actitud imparcial y razonable, y quinto, persistir en tratar tanto los problemas como sus causas para mejorar el sistema de gobernanza.
Y quiero decir que China no solo propone iniciativas con propuestas, sino que también hace contribuciones concretas. En mayo de 2020, en la 73° sesión de la Asamblea Mundial de la Salud, nuestro Presidente Xi Jinping anunció que en los siguientes dos años China ofrecería asistencia internacional de 200.000 millones de dólares y una vez que las vacunas estuviesen disponibles, las ofreceríamos como bienes públicos. Y hemos cumplido con nuestras palabras. Hasta fines del 2021 China ha compartido experiencias anti-epidémicas y propuestas de tratamiento con 180 países y más de 10 organizaciones internacionales y regionales. Hemos enviado 37 equipos médicos a 34 países. Hemos proporcionado una gran cantidad de insumos médicos a 150 países y 14 organizaciones internacionales. Además, China ha ofrecido más de 2.100 millones de dosis de vacunas a 120 países, convirtiéndonos en el país que ha ofrecido más vacunas al exterior. Por ejemplo, en la primera mitad del año pasado, cuando las vacunas eran muy escasas en todo el mundo, las vacunas Sinovac fue la única a la que Chile accedió de manera cuantiosa y esta vacuna de Sinovac permitió que Chile se convirtiera en uno de los países del mundo con un ritmo de vacunación más alto y con una más pronta reactivación de sus actividades económicas.
La colaboración anti-epidémica china-chilena no solo constituye un punto destacado en la cooperación pragmática bilateral, sino que también constituye un caso ejemplar para la cooperación anti-epidémica internacional y ha ofrecido una vívida interpretación del concepto de una comunidad global de salud para todos.
La segunda iniciativa que quiero presentarle es la iniciativa para el desarrollo global. Fue formulada por nuestro Presidente Xi Jinping en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del año pasado. Esta iniciativa llama a la comunidad internacional a reenfocarse en el problema del desarrollo y prestar atención a la situación especial en que se encuentran los países en vías de desarrollo y propone profundizar la cooperación en 8 ámbitos graves, que son el alivio de la pobreza, la seguridad alimentaria, la lucha anti-epidémica y las vacunas, el financiamiento para el desarrollo, el cambio climático y el desarrollo verde, la industrialización, la economía digital y la interconectividad en la era digital.
En junio de este año, el Presidente Xi Jinping, cuando presidía el diálogo de alto nivel sobre el desarrollo global, formuló la creación conjunta de un paradigma del desarrollo global marcado por beneficios generalizados, el equilibrio, la inclusión, la coordinación, la cooperación de ganancias compartidas y la prosperidad común. Y ha formulado 4 propuestas más concretas:
Primero, necesitamos crear juntos el consenso internacional sobre la promoción del desarrollo, hemos de colocar el desarrollo en el centro de la agenda internacional e implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Segundo, necesitamos crear juntos un entorno internacional propicio para el desarrollo. Hemos de construir una economía mundial abierta y edificar un sistema de gobernanza global y un entorno institucional más justo y razonable.
Tercero, necesitamos cultivar juntos nuevas fuerzas motrices para el desarrollo global. Nos es imperativo promover la innovación científico-tecnológica e institucional con miras a lograr un desarrollo global más robusto, verde y sano.
Y cuarto, necesitamos construir juntos la asociación para el desarrollo global. El Norte y el Sur han de avanzar hacia la misma dirección, para fomentar juntos la asociación para el desarrollo global, que sea unido, equitativo, equilibrado e inclusivo, sin dejar a ningún país ni a nadie atrás.
La tercera iniciativa que le presento es la iniciativa para la seguridad global. En abril de este año, en la conferencia anual del Foro de Boao para Asia, el Presidente Xi Jinping propone esta iniciativa como lo siguiente:
Primero, nos es menester persistir en la visión de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, y trabajar juntos para defender la paz y la seguridad mundiales.
Segundo, persistir en respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países. No intervenir en los asuntos internos de los otros países y respetar el camino del desarrollo y el sistema social elegidos de manera independiente por el pueblo de cada país.
Tercero, persistir en acatar los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, abandonar la mentalidad de Guerra Fría, oponernos al unilateralismo y desechar la política de grupos y la confrontación entre bloques.
Cuarto, persistir en tomar en serio las razonables preocupaciones de seguridad de todos los países, atenernos al principio de la indivisibilidad de la seguridad, construir una arquitectura de seguiridad equilibrada, efectiva y sostenible, y rechazar la búsqueda de la seguridad propia a expensas de las de los otros países.
Quinto, persistir en solucionar las discrepancias y disputas entre países de forma pacífica mediante diálogos y consultas, apoyar todo esfuerzo a favor de la solución pacífica de las crisis, rechazar el doble rasero y repudiar el abuso de las sanciones unilaterales y la jurisdicción de brazo largo.
Sexto, persistir en defender la seguridad en áreas tanto tradicionales como no tradicionales, en respuesta conjunta a las disputas regionales y problemas globales como el terrorismo, el cambio climático, la ciberseguridad y la bioseguridad.
La parte china cree que para los mercados emergentes y los países grandes en desarrollo, es menester asumir las responsabilidades e inyectar una fuerza activa, estable y constructiva para el mundo. Hemos de defender la justicia, la equidad y la unidad y oponernos a la hegemonía, a la matonería y a la separación. Hemos de hacer oír nuestra voz por la equidad y justicia, promover el verdadero multilateralismo y defender el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas, así como el orden internacional basado en el derecho internacional. Abandonar la mentalidad de Guerra Fría y la confrontación entre bloques, rechazar el abuso de las sanciones unilaterales, en fin, hay que construir la gran familia que es la Comunidad de futuro compartido para el ser humano, en vez de círculos o bloques basados en el hegemonismo.
La cuarta iniciativa es la iniciativa de cooperación sobre seguridad alimentaria mundial. Después del estallido de la crisis de Ucrania, los países europeos imponen sanciones a Rusia nunca antes vistas en cuanto al alcance y a las fuerzas, lo cual ha perjudicado severamente la seguridad de las cadenas industriales y de suministro globales. Se observa una escasez y alza de precios de alimentos y los países en vías de desarrollo, especialmente los menos desarrollados, son los más afectados.
Frente a esa crisis alimentaria global, en julio de este año el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi, en la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20, formuló la iniciativa de cooperación sobre seguridad alimentaria mundial, que incluye ocho puntos:
En primer lugar, apoyar la Organizaciones de las Naciones Unidas para que desempeñe un papel clave en la coordinación. Apoyar el trabajo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.
En segundo lugar, no imponer restricciones de exportación a las compras humanitarias de alimentos por parte del PMA.
Tercero, ofrecer condiciones favorables para la entrada sin contratiempos de los productos agrícolas rusos, ucranianos y bielorrusos en el mercado internacional.
En cuarto lugar, los mayores países productores de alimentos y exportadores netos deben liberar su propio potencial de exportación, reducir las barreras comerciales y técnicas, controlar la utilización de energía generada a partir de alimentos, con el fin de aliviar la escasez de alimentos en el mercado.
Quinto, las medidas de emergencia tomadas por países para el comercio de alimentos deben ser a corto plazo, transparentes, específicas y apropiadas, y adecuarse a las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Sexto, apoyar al Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional, y la innovación y cooperación en ciencia y tecnología agrícolas entre países, y reducir las restricciones sobre intercambios de alta tecnología.
Séptimo, reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
Octavo, ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su capacidad de producción, almacenamiento y de reducción de pérdida de alimentos en términos de capital, tecnología y mercado.
¿Podría explicar mejor a nuestras audiencias el concepto al que su Presidente Xi Jingping se refiere cuando habla de una Comunidad de Destinos Compartidos y en qué sentido ello puede orientar las posibilidades de salir de esta crisis hacia un mejor futuro común?
La Comunidad de Futuro Compartido para la humanidad es una de las concepciones esenciales de la diplomacia china.
Fue formulada por primera vez por nuestro Presidente Xi Jinping en marzo de 2013. Desde entonces, el Presidente lo ha explicado en múltiples ocasiones y ha enriquecido y desarrollado el pensamiento de Comunidades de Futuro Compartido para la humanidad.
Ese pensamiento ha tenido mucho eco en la comunidad internacional y ha sido incluido muchas veces en documentos de las Naciones Unidas.
China cree que en la época actual, en esta era, los diversos países están vinculados, son interdependientes, de una manera más estrecha que nunca antes. Muchos países no se limitan al territorio de un país, muchos desafíos ya no pueden ser enfrentados por un solo país y ningún país puede cerrarse las puertas y desarrollarse independientemente. Sólo cuando los países cooperemos con solidaridad, podremos enfrentar efectivamente a los diversos desafíos y riesgos, logrando tanto el desarrollo propio como el desarrollo común.
Basados en esta comprensión del mundo actual, el Presidente Xi Jinping propone la concepción de comunidades de futuro compartido para la humanidad. Propone persistir en los valores comunes de la humanidad, que incluyen la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad.
Él también propone desechar los prejuicios ideológicos y hacer todo lo posible para que los mecanismos de cooperación sean más abiertos e incluyentes, con miras a asegurar la paz y la estabilidad mundiales. En concreto,e sta concepción abarca los siguientes cinco aspectos:
En lo político, frente a las contra-corrientes como las mentalidades de la Guerra Fría, la política de poder de confrontación entre bloques, abogamos por respetarnos mutuamente y efectuar consultas en pie de igualdad y seguir un nuevo camino en las relaciones interestatales, el camino del diálogo en vez del de la confrontación y el de la asociación en lugar del de la alianza.
Y en el tema de la seguridad, frente al entrelazamiento de las amenazas convencionales y no convencionales a la seguridad, abogamos por persistir en resolver las disputas por medio del diálogo y en neutralizar las divergencias a través de negociaciones, hacer frente de manera coordinada a las amenazas convencionales y no convencionales de seguridad y combatir el terrorismo en todas sus manifestaciones.
Y en lo económico, frente a la falta de vigor del crecimiento económico y a la desglobalización, abogamos por mancomunar esfuerzos para superar las dificultades, promover la liberalización y facilitación del comercio y la inversión, e impulsar la globalización económica hacia un desarrollo en el que la apertura, la inclusión, los beneficios de alcance general, el equilibrio y el “ganar-ganar” tengan un nivel más alto.
Y en lo cultural, frente al llamado “choque entre civilizaciones”, abogamos por respectar la diversidad de las civilizaciones del mundo y poner los intercambios entre ellas por encima de su distanciamiento, el aprendizaje recíproco por encima de sus conflictos y la coexistencia de todas ellas por encima de la mentalidad de que unas son superiores a otras.
En lo ecológico, frente a los climas extremos cada vez más frecuentes, abogamos por perseverar en tratar el medioambiente de forma amigable y hacer frente al cambio climático mediante la colaboración, a fin de proteger debidamente la Tierra, el hogar del que depende la existencia del ser humano.
Desde mi punto de vista, la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad, es la construcción conjunta de un mundo de paz duradera, de seguridad universal, de prosperidad común, de apertura e inclusión y un mundo que sea limpio y hermoso.
Eso responde en su raíz a los anhelos de los diversos países del mundo que procuran el desarrollo y el avance y también constituye el máximo común divisor de todos los pueblos que procuran un mundo mejor.
Quiero enfatizar que la construcción conjunta del futuro compartido para la humanidad, requiere el esfuerzo mancomunado de todos los países del mundo. Los países grandes tienen sus obligaciones y los países pequeños también tienen sus responsabilidades, siendo ambos imprescindibles.
Sólo cuando todos los países actúen y se esfuercen juntos, esa Comunidad de Futuro Compartido de la humanidad podrá convertirse en realidad.
Entendemos que algunos de los grandes proyectos impulsados por China (la nueva Ruta de la Seda, proyectos de comercio, intercambio, tecnología, etc.) pueden favorecer este acercamiento entre los pueblos. ¿Puede comentarnos en mayor detalle aquellos prioritarios para Latinoamérica?
Encontrándose en le extensión natural de la Ruta de la Seda marítima del Siglo XXI, América Latina y El Caribe son participantes importantes e imprescindibles para la construcción de la Franja y la Ruta.
En 2018 se celebró en Santiago de Chile la segunda reunión ministerial del Foro China-CELAC, la cual dio inicio a nuevos capítulos de la construcción conjunta China-CELAC de la Franja y la Ruta.
El Presidente chino Xi Jinping envió un mensaje de felicitación a esta reunión donde propone tomar la construcción conjunta China-CELAC de la Franja y la Ruta como eje de las relaciones entre China y América Latina y El Caribe, llevando así estas relaciones a una nueva era, caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, innovación, apertura y bienestar para los pueblos.
En esa reunión, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi, propone profundizar la cooperación China-CELAC en cinco áreas, a saber:
Potenciar la gran conexión terrestre y marítima; incubar un gran mercado abierto y mutuamente beneficioso; forjar una gran industria independiente y avanzada; asir la gran oportunidad del desarrollo propulsado por la innovación; llevar a cabo el gran intercambio sobre la base de igualdad y confianza mutua.
Desde el 2018 hasta ahora, en estos 4 años, China ha firmado documentos de cooperación sobre la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, con 21 países latinoamericanos. La cooperación a la construcción conjunta China-CELAC bajo esta iniciativa ha logrado resultados muy fructíferos.
En el ámbito de la fructificación del comercio, desde el 2018 al 2020, durante 3 años consecutivos, el comercio bilateral entre China y América Latina superó los 300.000 millones de dólares y en el 2021, esta cifra llegó a 450.000 millones de dólares.
Por muchos años consecutivos China ha sido el primer socio comercial de Chile, el mercado de exportación más grande de Chile y la fuente de superávit más grande de Chile.
Para China, América Latina y El Caribe son el segundo destino en cuanto a las inversiones chinas en el extranjero. Las inversiones chinas ocupan más del 10% de toda la inversión extranjera directa que reciben los países latinoamericanos y mantiene un rápido crecimiento. De hecho, el año pasado las inversiones chinas en Chile han superado a las de los Estados Unidos y ahora somos el mayor inversionista en Chile.
En el ámbito de conexión de las infraestructuras, cabe citar algunos proyectos importantes como la represa hidráulica Nestor Kirchner y Jorge Cepernic en Argentina; Belgrano también de Argentina; el proyecto del puerto de Paranaguá en Brasil; el proyecto del Metro de Bogotá, en Colombia; el proyecto de telecomunicaciones de 5G en Chile y el proyecto de autobuses eléctricos en Chile.
Esos proyectos han traído beneficios tangibles para dichos países y para los pueblos de estos lugares.
En el ámbito de la comprensión mutua entre los pueblos, estamos impulsando ordenadamente planes como el de intercambio entre científicos jóvenes China-CELAC o el proyecto de socios científicos y tecnológicos o el proyecto de intercambios entre las prensas de China-CELAC.
También ha sido celebrado muy exitosamente la competencia virtual de Taichi China-CELAC; el 4° Foro de diálogo entre civilizaciones China-CELAC. También la exposición titulada “Exploración a la civilización andina de Perú” se ha celebrado en múltiples museos de China. También muchos grupos artísticos de diversos países latinoamericanos participaron de forma virtual en el festival artístico internacional “Meet in Beijing”.
En el ámbito de la cooperación anti-epidémica, Chile, Colombia y China hemos lanzado la asociación de cooperación de vacunas bajo la Franja y la Ruta.
Hemos celebrado la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores frente a la pandemia con los países latinoamericanos y en total China ha ofrecido más de 300 millones de dosis de vacunas y cerca de 40 millones de piezas de insumos anti-epidémicos a la parte latinoamericana y hemos invertido en países como Chile para construir una planta de producción de vacunas.
Es decir, la cooperación anti-epidémica no solo ha acercado aún más a los pueblos, sino que también ha permitido la creación de nuevas modalidades de cooperación.
¿Cómo veo las perspectivas de la cooperación China-CELAC de la Franja y la Ruta? El año pasado en diciembre celebramos la tercera reunión ministerial del Foro China-CELAC y en ese Foro se aprobó el Plan de Acción Conjunto de Cooperación en áreas claves donde se especifican las hojas de ruta para la cooperación China-CELAC en la política, en la seguridad, en la economía, la infraestructura, la sociedad civil, el desarrollo sostenible para los tres años futuros.
Tengo plena confianza de que la construcción conjunta China-CELAC de la Franja y la Ruta tienen amplias perspectivas. No sólo pueden escribir nuevos capítulos para la construcción de una Comunidad de Futuros Compartidos que también beneficiará a todo el mundo y a toda la humanidad.
Nuestra región está también viviendo muy importantes cambios, de qué modo son vistos estos procesos desde su país?
He notado que la región de América Latina y El Caribe está viviendo importantes transformaciones. Bajo el contexto de la pandemia los diversos países generalmente prestan una mayor atención a impulsar un desarrollo inclusivo y sostenible. Están incrementando el apoyo del Estado a la economía y a mejorar la calidad de vida del pueblo. También se está elevando la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y en la toma de decisión de los gobiernos. Aprovechando esta oportunidad de recuperación económica postpandemia, los países están promoviendo el mejoramiento y la actualización de sus industrias y buscan aumentar su valor agregado para la exportación, con miras a fortalecer la autonomía e independencia de su desarrollo.
Los países latinoamericanos también están tomando parte activa en enfrentar los desafíos globales como el cambio climático. Abogan por el multilateralismo y la cooperación internacional. Promueven la unidad y solidaridad de la región y buscan hacer oír la voz de América Latina y El Caribe en los asuntos internacionales.
Desde mi punto de vista, tanto China como los países latinoamericanos somos países en desarrollo. Nos encontramos en fases de desarrollo similares y asumimos responsabilidades de desarrollo parecidas. Todos estamos luchando incesantemente por lograr la independencia, la autonomía, el desarrollo y la vigorización.
Nos es grato ver que los países latinoamericanos puedan materializar su sueño latinoamericano basado en la solidaridad, en el fortalecimiento, en la independencia y en la autonomía.
La parte china está dispuesta a realizar intercambios de experiencias en la administración y gobierno con la parte latinoamericana para aprender mutuamente y compartir oportunidades de desarrollo así como promover el desarrollo conjunto.
En los asuntos tanto internacionales como globales, hay una gran similitud en nuestras ideas. Todos somos defensores de la globalización y del multilateralismo. Somos impulsores del multilateralismo y de la democratización de las relaciones internacionales.
La parte china está dispuesta a fomentar la colaboración y coordinación con la parte latinoamericana en los marcos internacionales, por ejemplo, las Naciones unidas. Para hacer una contribución activa al mejoramiento de la gobernanza global y a promover la paz y el desarrollo mundiales.
Muchas gracias señor Embajador por concedernos esta entrevista, que nos ha permitido comprender cómo se proyecta China a futuro y cuál es su papel actual en la promoción de la paz mundial y el entendimiento entre los pueblos.