Este es un país donde un alto oficial policial puede impedir la presencia de una reportera en un punto de prensa. Y gatillar que un Canal de televisión, despida a la profesional. Todo pese a que la periodista en el mismo instante del error, pidió disculpas y las reiteró posteriormente. Se puede comprender que usar el término “paco” en alusión a un cabo de Carabineros asesinado no era muy propio, pero se rectificó en el mismo instante. Sin olvidar que el medio que echó a la reportera habló reiterativamente del “pacogate”, como casi todos los medios de prensa, y el propio general director de Carabineros declaró en un momento que “¿De quién se acuerda la gente en peligro? De Dios y de los pacos”. Lo ocurrido derivó en el cuestionamiento del Colegio de Periodistas, la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas, de destacadas y destacados profesionales de la prensa, sobre todo por existir una agresión al ejercicio profesional y a la libertad de expresión. La periodista afectada tiene una amplia trayectoria profesional, reconocimientos por su labor periodística y en 2019 recibió el Premio Lenka Franulic.
Equipo “El Siglo”. Santiago.10/4/2023. “Condenamos el veto que sufrió la periodista Paulina De Allende por parte del general de Carabineros Álex Chaván. La colega pidió disculpas y no corresponde ser señalada de esta forma”. “La suspensión del punto de prensa, por esta razón, refuerza los discursos estigmatizantes contra periodistas, lo que afecta al derecho a la información de la ciudadanía, que está por sobre los errores individuales”.
Ese fue el comunicado del Colegio de Periodistas de Chile emitido vía Twitter el 6 de abril cuando se supo que el general Chaván había determinado no efectuar declaraciones en un punto de prensa si la señalada periodista no hacía abandono de ese espacio. “Ella no puede estar acá”, ordenó el oficial.
Todo porque en un despacho de Paulina de Allende-Salazar en el Canal de televisión Mega, para el programa “Mucho Gusto”, al referirse al Cabo de Carabineros, Daniel Palma, asesinado horas antes, usó el término “paco” (de uso coloquial y común en Chile al hablar de los funcionarios policiales), lo que rectificó en el instante, además de pedir disculpas en ese momento y más tarde.
La reportera puso en Instagram: “Cometí un error, fue un lapsus que corregí de inmediato y que pedí disculpas apenas tuve la oportunidad. Jamás tuve la intención de ofender o dañar a Carabineros, es más, por décadas en mi rol de periodista he trabajado con ellos y respeto mucho a la institución”.
Sin embargo, lo que quedó claro es que en este es un país un alto oficial policial puede impedir la presencia de una reportera en un punto de prensa. Y gatillar su despido de un medio de prensa que, de paso, no defiende a su profesional.
Se conoció una declaración de la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas (AMPE), donde se señaló que se “lamenta la situación que ha llevado al despido de la periodista Paulina De Allende Salazar”, al tiempo que “objeta la forma en que esta desvinculació se dio”.
En el texto se señaló que “la profesional usó una expresión que es recurrente en el lenguaje chileno y la corrigió de inmediato y pidió disculpas”.
Además, en la declaración de la AMPE se señaló que “no corresponde su despido. Los medios deben cuidar a sus periodistas que tienen trayectorias impecables como Paulina De Allende Salazar, profesional que ha sido reconocida con el Premio Lenka Franulic 2019”.
Los Premio Nacional de Periodismo, Faride Zerán y Abraham Santibáñez, cuestionaron que la periodista fuera despedida por la decisión del general Álex Chaván se echarla de un punto de prensa y usar la palabra “paco”.
Faride Zerán dijo Twitter: “El brutal crimen del cabo Palma no puede ser excusa para la intolerancia. El despido de la periodista Paulina de Allende atenta contra la libertad de expresión y alerta sobre impacto de deriva autoritaria en los medios”.
Abraham Santibáñez expuso en una carta a El Mercurio que el general Chaván aplicó un “veto” y que “no le importaron las reiteradas excusas de la afectada”. Indicó que el oficial de Carabineros “no consideró cómo su gesto estaba afectando la libertad de prensa en un momento en que el país entero requiere información fidedigna, veraz y oportuna”.
También en Twitter, la periodista Patricia Politzer, exdirectora de Prensa de Televisión Nacional, expuso que “Paulina de Allende-Salazar cometió un error evidentemente involuntario. En tales circunstancias, un medio debe defender a sus profesionales, no cortarles la cabeza. Tampoco debería aceptar la discriminación a sus periodistas. Medida desproporcionada que afecta libertad de expresión”.
Mirna Schlinder, profesional de la prensa que se ha desempeñado en diversos medios de comunicación, expresó que “Paulina de Allende-Salazar es una tremenda periodista. Todos cometemos errores. El que esté libre de pecado que lance la primera piedra. Tuvo un lapsus y pidió disculpas. Ninguna duda de su profesionalismo y entrega”.
El columnista Oscar Contardo, en La Tercera, escribió que “el despido de la reportera es injusto y sienta un precedente peligroso en un ecosistema de medios frágil para un oficio pauperizado como es actualmente el de periodistas”. Apuntó a que el veto del general Chaván y el despido que hizo Mega “vino acompañado de una ola de mensajes hostiles en su contra (de Paulina de Allende) en las redes sociales. La acusaban de algo tan monstruoso como estar de parte de los asesinos” del carabinero.
En otra carta publicada en El Mercurio, de los periodistas Santiago Pavlovic y Lara El Narekh se preguntaron: “¿Cuántas veces el lector, nosotros, amigos o familiares, nos hemos referido a nuestros carabineros coloquialmente, hasta con cariño, con la palabra ‘paco’, tan anclada en nuestra cultura popular nacional? Pocos podrían negar haberla utilizado, alguna vez, en el día a día. Por ello es que la intempestiva decisión del canal Mega -o Megamedia-de desvincular a una periodista de vasta experiencia y destacada trayectoria como Paulina De Allende-Salazar, por un lapsus que indignó a un general de la institución, tiene un tufillo a oportunista populismo”. Recordaron que la reportera “es la misma que destapó el horrendo escándalo de la pedofilia en la Iglesia Católica chilena”.
Pavlovic y El Narekh plantearon que “podemos comprender la destemplada reacción de un general de Carabineros, considerando el doloroso momento que vive la institución. Sin embargo, como periodistas, nos parece de suma gravedad que un medio de comunicación minimice el preocupante hecho ocurrido ayer, donde un funcionario público impone como condición la expulsión de una periodista para acceder a entregar la información que le corresponde comunicar. Este comportamiento, que atenta contra la libertad de informar, principio fundamental de cualquier sociedad democrática, es inaceptable y no puede pasar desapercibido ni normalizarse”.