El momento de fijar formalmente una posición frente al plebiscito, la inquietud por la campaña que viene, la distancia que debería mantener el Gobierno y la conexión con el mundo social.
“El Siglo”. Santiago. 27/10/2023. 1)Los partidos políticos agrupados en los conglomerados Apruebo Dignidad (Comunista, Convergencia Social, Revolución Democrática, Comunes, Acción Democrática y Federación Regionalista Verde Social) y Socialismo Democrático (Socialista, Partido por la Democracia, Radical y Liberal) tienen tomada la decisión de informar de manera conjunta y en un mensaje consensuado, la resolución respecto a la postura que tendrán de cara al plebiscito del 17 de diciembre donde se votará “A favor” o “En contra” de la segunda propuesta constitucional. Esto tuvo en su origen tres razones. La primera, mostrar unido al oficialismo; la segunda, mantenerse hasta el final del proceso constitucional y que no los fueran a culpar de patear la mesa y salirse antes de que todo concluyera; la tercera, no aparecer confrontando con un “En contra” al Partido Republicano y al conglomerado Chile Vamos (Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente y Evópoli) y más bien dejar un área abierta para que la derecha y la extrema derecha estuviesen asumiendo las complejidades del proceso ante la ciudadanía. Este lunes 30 de octubre estaría oleado y sacramentado el nuevo texto, pero se vaticina que los partidos progresistas, socialdemócratas y de izquierda esperarán aún más para dar a conocer su posición. Todo indica que la resolución la darán a conocer las presidentas y los presidentes de las colectividades, probablemente acompañados de consejeras/ros del sector y quizá representaciones del mundo social y la sociedad civil. Como sea, se querría esperar lo más posible y quizá este anuncio llegue la primera semana de noviembre, a un poco más de un mes del plebiscito.
2)Lo que podría contrastar con lo anterior o parecer contradictorio, es que desde las filas de esas colectividades políticas, a esta alturas sin excepción, lo que se ha expresado es el rechazo al nuevo texto constitucional, calificándolo de retrógrado, conservador, regresivo, abusivo, inhibidor de derechos, maximalista y que no responde a las demandas de la ciudadanía. Se ha explicitado que se ve el sello hegemónico de Republicanos y Chile Vamos en el contenido de la nueva Carta Magna y que resultó peor que la reformada Constitución de 1980. Por lo tanto, lo que estaría retrasando lo obvio, son esas razones de corte político y táctico para no fijar formalmente la posición, aunque todo el mundo no sólo sospecha sino que tiene la convicción que desde el oficialismo se llamará a votar “En contra” del texto constitucional. Nada de lo ocurrido esta semana cambió la mirada de dirigentes, consejeros/ras y legisladores/ras del oficialismo sobre el texto constitucional ya establecido por el Consejo Constitucional.
3)Está claro que el Gobierno (ministras, ministros, autoridades) y particularmente el Presidente Gabriel Boric, no darán el paso de mostrar explícita y promocionalmente su postura frente al contenido de esta nueva Constitución. Una primera razón es que no entrarían a la competencia directa en torno a si gana el “A favor” o el “En contra”, con las consecuencias políticas que ello podría acarrear en un cuadro político nacional complicado, tenso y lleno de incertidumbres. Se habría tomado la decisión que desde el Gobierno y menos desde La Moneda se establezcan posiciones frente al plebiscito, y mantenerse en la campaña institucional de dar a conocer la propuesta, llamar a votar y garantizar el buen desarrollo de los comicios. Parece que la idea es mientras más distante mejor. Considerando análisis e instalaciones de que en el plebiscito se mediría la aprobación o rechazo hacia el Gobierno. Por lo demás, dentro de las filas oficialistas dicen no encontrar qué beneficios reportaría al Gobierno y al Presidente Boric fijar una postura.
4)Considerando todo lo anterior, es motivo de preocupación en los partidos de Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático cómo desarrollar la campaña de cara al plebiscito: relato, imagen, impronta, contenido, sensibilidad. Una campaña que estaría comenzando con atraso respecto a la iniciativa comunicacional de los Republicanos y los posicionamientos editoriales en los medios de prensa afines a la oposición. Es claro que la campaña será “En contra” y el desafío es construir adhesión desde esa premisa. Se dice que un tema clave es cómo llegar a ese electorado de alrededor de 5 millones de personas que conformarían el mundo de los indecisos u oscilantes, partiendo de que la base electoral propia se mantendría. Un desafío que, como es obvio, se asumirá en redes sociales y distintas plataformas, pero al parecer con mucha intensidad territorial e intentando encontrar buenos espacios en la prensa tradicional. Lo que es claro es que estas semanas habrá una preocupación central en el diseño, formulación y despegue de la campaña.
5)Aunque se menciona poco en conferencias de prensa, entrevistas y análisis, un tema que puede ser crucial para las fuerzas del oficialismo es cómo consigue en estas semanas conectarse o conectarse más y mejor con el mundo social, con representaciones de la sociedad civil, con el mundo de la cultura, el movimiento feminista, el sector sindical, todas las expresiones de pobladores y sin casa, de pueblos originarios, para reforzar ahí las posiciones y campañas que apunten a evitar que se instale la Constitución de sello conservador y autoritario, teniendo incluso en cuenta que segmentos de esos mundos están llamando a abstenerse o votar nulo.